𝐒𝐨𝐦𝐞𝐭𝐡𝐢𝐧𝐠 𝐂𝐨𝐧𝐟𝐮𝐬𝐞𝐝¹ │ Cedric Diggory

✦ Capitulo 9: Todo tiene solución ✦

Al llegar allí, Cedric me esperaba con una canasta en la mano tapada por un especie de mantel muggle. Se apoyaba contra la pared moviendo el pie de un lado al otro inquieto. Me acerqué con mi mejor cara de inocente y hablando con un tono alegre pero calmado

- Hola Cedric, lamento llegar tarde tuve cosas que hacer - ¿Como soñar que estoy en un bosque rodeada de animales de todo tipo que se quieren los unos a los otros y cantan melodías extrañas con las que se puede invocar al señor tenebroso? Si, claro, cosas importantes para hacer

- No hay problema ¿Vamos? - Dijo al verme enderezándose y esbozando una sonrisa, a lo cual asentí

No llegamos a dar ni dos pasos que una manada de estudiantes ansiosos corrieron pasando a nuestro lado y empujándonos sin respeto alguno. De tantos golpes y manotazos a Cedric se le cayo la cesta al suelo y los alumnos pisaron toda la comida arruinando a su vez el canasto. Una vez que terminaron de pasar nos miramos frunciendo el ceño, el se agachó a ver todo lo que se había destruido

- ¡Rayos! Eso me pasa por no usar un encantamiento de bloqueo - Se le notaba fastidiado y suspiraba enojado

- Tranquilo, todo tiene solución ¿Si? - Saqué mi varita y apunté la canasta - ¡Reparo! - Dije y la agité. La cesta se reparó, pero la comida aún se encontraba en el suelo y con huellas de zapatos

- Genial, tenemos donde meter comida pero no tenemos comida - Dijo levantándose mientras sujetaba la canasta vacía y mirándome en busca de una respuesta

- Déjame pensar... - Dije y me tomé unos segundos para pensar de donde sacar mas comida - ¡Ah, ya se! ¿Como no se me ocurrió antes? Tenemos la canasta así que podemos ir al Gran Comedor a buscar lo que haya en la mesa y después volver - Sonreí y eleve una ceja esperando su aprobación

- Pero... ¿No sería descortés robar comida en frente de todos? - Lo dude unos segundos pero negué con la cabeza - Bien, si me preguntan digo que fue tu culpa - Lo miré falsamente indignada y después ambos caminamos devuelta al castillo

Entramos al Gran Comedor, recogimos varios tipos de comida y volvimos a la salida. Caminamos desde la cabaña de Hagrid hasta las orillas del lago negro. El ruido de las olas chocando unas con otras, la suave brisa que golpeaba a las hojas de los arboles y los cantos de distintas aves cubrían el silencio que se había formado

- ¿Crees que este sea un buen lugar? - Me preguntó señalando el lugar en donde nos habíamos detenido, era en la orilla del lago negro pero un poco mas adentró del bosque. Asentí con la cabeza y lo ayudé a poner un mantel en el suelo para apoyar la canasta encima

Nos sentamos y sacamos la comida. Eché un vistazo rápido al cielo, las nubes se acercaban transformando el azul en blanco, y poco a poco la luz del sol se iba apagando

Seguí colocando y ayudando a Cedric hasta que terminamos de sacar todo. Había comida dulce y salada, desde bolas de chocolate hasta tritones de jengibre. También algunas pequeñas botellas con jugo de calabaza y dos plumas de azúcar

- Por fin - Dije, después de todos los contratiempos pudimos sentarnos a descansar

- Bien, a comer - Dijo sonriente y agarró un pastel con forma de caldero. Yo asentí y tomé un bollo de Bath

Pasaron unos pocos segundos hasta que sentí como una gota de agua caía en mi mejilla, después otra mas en mi brazo y otra en mi cabello. Miré a Cedric, una gota le había caído en su pestaña

- No me jo... - Dijo rodando los ojos y suspirando pesadamente, varias gotas mas cayeron

Me apresure a guardar la comida con rapidez y sin ningún orden especifico, Cedric me ayudó y juntos escondimos todo en la canasta. Cuando terminamos de guardar el ultimo mantel la lluvia torrencial había comenzado. Corrimos entre el bosque hacia el castillo, sin embargo decidimos refugiarnos bajo el techo que sobresalía de la cabaña de Hagrid. Toqué la puerta varias veces, sin embargo nadie contesto. Fuimos a la puerta trasera pero tampoco contestaron. La lluvia se volvió mas fuerte y los rayos sonaban en el cielo

Nos sentamos en la escalera de la puerta trasera bajo el mini porche de madera. Miré a Cedric, él tenia su cara seria y fruncía el ceño levemente mientras miraba como las gotas caian una y otra vez sobre el césped

- De veras lo lamento - Dije, él me miró confundido - Si no me hubiese quedado dormida habríamos salido antes y no hubiésemos tenido que cambiar la comida ni refugiarnos por la lluvia. Lo lamento, de veras lo siento - Bajé mi mirada. Él iba a pasar un día tranquilo sin embargo se lo arruine. Me miro unos momentos frunciendo el ceño pero no aguantó mas y comenzó a reírse a carcajadas, lo miré confundida mientras el se reía en mi cara

- Perdón es que... es que... - Entre cada palabra soltaba una carcajada. Se calmó un poco y me habló - No fue tu culpa Leila, de igual manera no se puede volver el tiempo atrás así que no sirve de nada echar culpas - Termino finalmente de reír, yo esboce una leve sonrisa satisfecha. Estuvimos unos segundos en silencio hasta que volvió a hablar - Dijiste que todo tiene solución, ¿Verdad? - Asentí con la cabeza - Y el objetivo de hacer un picnic era divertirnos, ¿No es cierto? - Volví a asentir - Entonces hay que buscar otra solución - Lo miré confundida. Él se levantó y corrió hasta debajo de la lluvia

- ¿Qué haces? ¡Te resfriaras! - Grité mientras el se mojaba su cabello

- ¡Ven! - Dijo ignorando mi comentario. Yo negué con la cabeza - ¡Ven, el agua no hace daño! - Volvió a gritar pero me volví a negar - De acuerdo, iré a por ti

- Ni se te ocurra - Esbozo una sonrisa maliciosa y corrió hasta donde yo estaba. Intenté escapar pero ya era tarde, me sujetó entre sus brazos y me llevó hasta debajo del agua

Una vez fuera de sus brazos pateé el suelo salpicandole agua. Abrió la boca de par en par y segundos después me salpico agua del suelo a mi también. Comenzamos una mini guerra de agua en la cual le gané ya que logré que se resbalará y cayera al suelo. Me reí a carcajadas mientras se levanta y miraba asqueado su pantalón lleno de barro

- ¿Qué hacen ustedes aquí? - Escuchamos una voz grave proveniente del bosque, Hagrid se acercaba con una gran bolsa de cuero - Esta lloviendo, se enfermaran. Corran al castillo

- Si, Hagrid, en eso estábamos - Dije con una sonrisa mordiéndome la lengua para no seguir riéndome de Cedric. Finalmente llegamos bajo el cálido techo del castillo