Descubrimientos

1.1K 46 2
                                    

NATALIE POV

No puedo creerlo, hoy, día de la pruba...Estoy aterrada, si me dicen que me vaya, que no encajo en Osadía, tendré que esforzarme, no puedo irme.

Entra mi madre en mi cuarto, o por lo menos, ella cree que es mi madre.Pelo castaño, ojos oscuros, alta y muy delgada.Tiene ese vestido que tanto me gusta en sus manos.

-¿Lo quieres?

-¿Es una broma?-Digo parándome con alegría, cuando estoy por entrar al vestidor mi madre me frena.

-Con una condición...

-¡Mamá!-Le resoplo

-Para mañana, hoy ve con una ropa común, quiero que te lo quedes, será un recuerdo.

Cuando se esta por ir le digo.

-¿Mamá?

-¿Si?

-Te quiero

-También yo, pase lo que pase.

Cierra la puerta al salir.Yo quedo mirándome en el espejo con el vestido por encima de mi ropa, sosteniendo esa hermosa prenda con mis pequeñas manos.Soy muy dulce para mi edad, todos creen que tengo 16 pero en realidad tengo 17, no es mucha la diferencia pero por alguna razón las niñas de 16 siguen siendo tiernas y correctas mientras que una de 17 es valiente, libre...

Ahí fue cuando me di cuenta, quiero ser libre, no podría serlo en Abnegación, mucho menos en Erudición.

[...]

No puede ser, el resultado de la prueba, mm, no,              !imposible¡

"Se los llama Divergente"-Su voz en mi cabeza- "Abnegación, Cordialidad y Osadía"-Tres, eso es imposible, generalmente son dos, tres es casi imposible o por lo menos desde lo que yo se.

Al parecer mi madre escucho mis sollozos y susurros.

-¿Hija?, ¿Estás bien?

-No mamá, el resultado, no es lo que yo esperaba.

-Nunca es lo que uno espera.Pero no esperaba eso.

-¿Ya te diste cuenta?

-No fué muy disimulada tu respuesta.

-Por favor no me tiren al avismo-Se lo digo porque mi mamá es la lider de Osadía, es su deber, asesinar divergentes.En ese momento pensé en el resinto, no les podía decir eso, David me haría volver.

-¿Qué?, nunca, se que es lo que se debería hacer pero eres mi hija.Te amo tanto que si quieren hacer eso, yo saltaría contigo.

-Gracias mamá.-Digo secándome las lágrimas.

-Ahora descansa, tienes que pensar.

Una vida en OsadíaWhere stories live. Discover now