Capítulo cinco

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Después de cenar y de que los niños hablasen todo el rato de lo divertido que fue su día, Louis los mandó a darse una ducha y a ponerse sus pijamas mientras él hacía lo mismo con Ellio. Harry fue a ver a sus niños en cuanto estuvieron listos para dormir y así poder darle las buenas noches.

A veces llegaba tarde o muy cansado como para leerles un cuento, pero en días así en donde los niños tenían mucha energía y él llegaba algo temprano, no desaprovechaba la oportunidad de hacerlo.

—¿Qué quieren que les lea?—pregunta mientras se acerca al estante lleno de cuentos infantiles que está en la habitación de los mellizos y pasa los dedos por la colección de libros que tienen. Recuerda perfectamente el día en que los compró, y lo emocionado que estaba de poder leérselos a sus hijos aún cuando estos apenas estaban en el vientre.

—El de peter pan, porque estuvimos jugando a ser los niños perdidos—habla Edward desde la comodidad de su cama.

—Louis es como Peter—dice esta vez Abby—, y deberías de decirle que venga a escuchar el cuento con nosotros.

Harry asiente ante la petición de sus hijos y sale de la habitación para ir hacia la de Ellio. Al abrir la puerta ve como Louis está sentado en la mecedora junto a la cuna y en sus brazos está arrullando a su hijo.

Es lindo y tranquilizador para Harry el poder ver por sí mismo que Louis es alguien dedicado con los niños, y que a diferencia de las otras niñeras él tiene un toque maternal que hace que sus hijos se vean realmente cómodos.

No está simplemente metiendo a Ellio en su cuna y esperando a que se duerma así nada más, como pasaba con su última niñera. Sino que lo mantiene en sus brazos y lo mece con suavidad hasta que el bebé se sienta lo suficientemente relajado como para dormir.

Realmente no quiere interrumpir la escena, pero Edward y Abby están esperando.

—Louis, los niños quieren que escuches el cuento con ellos—dice después de observarlo durante un momento. El omega voltea hacia él—. Trae a Ellio antes de que se duerma.

Él asiente y se levanta, siendo observado por los curiosos ojos de Ellio y por los inexpresivos de Harry.

A Louis le gusta esto de analizar a las personas, lo hace constantemente  y se ha convertido en un hábito. Así que no puede evitar hacerlo con Harry, con quien no ha tenido tiempo de convivir lo suficiente.

Y si algo puede decir, es que es un poco inexpresivo con su rostro. Siempre lo mantiene neutral, y cuando repentinamente sonríe o hace cualquier otro gesto, Louis no puede evitar sorprenderse ligeramente.

Es intimidante porque es un alfa, es mayor y apenas le conoce. Pero a pesar de su rostro inexpresivo y todo lo demás, no luce como alguien que tenga un carácter fuerte del que haya cuidarse.

—He colocado otra mecedora en la habitación de los niños para que puedas sentarte con Ellio mientras leo el cuento—avisa apenas entran a la habitación de los mellizos. Estos al ver a Louis sonríen casi automáticamente.

Toman asiento, él acomoda a Ellio en sus brazos mientras el niño se acurruca en su pecho con el chupón en la boca, y Harry se dispone a leer.

Los niños no hacen más que escuchar a su padre, y hablan únicamente para hacer preguntas respecto al cuento o acotar cosas a la historia. Es interesante para Louis ver el interés de los niños por una historia de fantasía, que por cierto, es su favorita.

—¿Y Peter no volverá a ver a Wendy?—pregunta Abby, como si de una tragedia se tratase al terminar de escuchar el cuento.

—Pues vuelven a verse cuando Wendy es adulta, pero Peter sigue siendo un niño—contesta su padre y Abby se cruza de brazos.

i was lost until I met youWhere stories live. Discover now