—Oh, es que después de que Eleanor me dijera que ni tú ni ella querían a un chupapija como yo cerca y que te doy asco... —se hundió de hombros—, supuse que todo terminó ahí.

Louis abrió un poco los ojos y murmuró en voz baja una disculpa.

—¿Por qué te disculpas? ¿Porque te da asco pensar que nos besamos? ¿Porque indirectamente me llamaste chupapija? ¿Porque te comportaste como una basura? —apretó los dientes y lágrimas de furia se acumularon en sus ojos. Se dio vuelta en la silla y limpió sus mejillas sin que lo viera.

—Cuando le dije a Eleanor que nos besamos... mentí —confesó con la cabeza gacha—, dije que tú me habías besado y que solo yo estaba drogado, así que nos reconciliamos y ella dijo que hablaría contigo para mantenerte “alejado” un tiempo, pero no sabía que diría eso...

—¿Por...? ¡¿Por qué dirías algo como eso?! —se paró de su asiento y sus cejas se fruncieron.

—¡No quería perderla, es la primera relación estable que tengo! —él también se paró y acercó un paso a Harry—, ¡sabes que nunca me fue bien en estas cosas!

Y sí, Harry lo sabía; Louis tuvo una novia en secundaria y dos en preparatoria, pero con todas les había ido pésimo; la primera lo usó para cubrir su homosexualidad, la segunda lo engañó y la tercera de mudó a Escocia.

—¡¿Pero no te importó perder a tu mejor amigo, verdad?! ¡No te importó que la hija de puta de tu novia viniera y me insultara a mí y a mi trabajo! ¡No te importó que me hiciera sentir como la peor mugre del mundo! ¡No te importé una mierda, Louis! —lo miró con los ojos rojos y mejillas húmedas. Louis se quedó callado— ¡Eres una egoísta!

—¡Es tu culpa por haberte enamorado de mí!

Harry lo miró fijamente y con un odio que Louis nunca creyó ver en los amables ojos verdes, hasta se sintió un poco intimidado.

—Yo...

—Vete, Louis —dijo secamente—, enserio, dame la llave y vete.

—Har-.

—Dame la llave —extendió su mano y lo miró con una ceja enarcada, esperando pacientemente.

Asintió y con la vista nublada por las lágrimas acumuladas, se tomó su tiempo para quitarla del llavero.

Fue hasta la puerta dando zancadas, con un Louis tratando de encojerse siguiéndole, abrió la puerta y se cruzó de brazos.

—Surte en la Los Ángeles, espero que logres ser un rockero con flores en el cabello como siempre quisiste ser.

—Gracias, supongo.

Louis atinó a abrazarlo pero suspiró, lo miró una última vez y se fue. Genial, casi ocho años de amistad a la basura.

Sinceramente no sabía qué le pasó a su amigo, pero extraña al viejo al Louis, el que le prestaba suéteres cuando tenía frío, el que se reunía con él el primer y tercer viernes, el que lo defendía de los matones en la secundaria y curaba sus heridas cuando lo golpeaban, el que limpiaba sus lágrimas cuando veían The Notebook y el que hacía su mejor esfuerzo por cocinar, a pesar de que era pésimo en eso.

Sinceramente, esperaba que a Louis le fuera bien, apesar de lo mucho que lo había pisoteado, porque sabía que ese no era su Louis.

Entre lágrimas terminó de armar su equipaje y luego tomó una ducha, reflexionando lo mucho que había cambiado su vida en los últimos meses.

Una hora después se encontraba en  aereopuerto con Niall, Zayn, Gigi, Liam, su madre y su hermana, los siete esperando a que lo llamaran.

Vio a lo lejos el resto de sus compañeros; la universidad pagaba el boleto para el avión que los llevaría a todos, así que había un gran tumulto de personas allí.

—No importa qué tan grande seas ni que tan lejos llegues como cantante, siempre serás mi bebé, Hazzabear —dijo Anne con ojos brillantes y una sonrisa.

—Mamá, no me llames así frente a mis amigos —sus mejillas tomaron color y se escuchó por el parlante cómo llamaban los pasajeros de su vuelo.

—Vamos, Hazzabear, es hora de que te vayas —habló Gigi en tono de burla y sus amigos rieron. Harry los miró mal mientras abrazaba a su hermana y se despidió de cada uno de ellos.

—¿Estás llorando? —Harry se mofó de Niall después de abrazarlo al ver sus ojos tornarse rojos.

—No, estoy sudando por los ojos.

Minutos después, tuvo la suerte de ser uno de los primeros en subir así que pudo tener el asiento junto a la ventana con Sam sentada a su lado, ambos camino a una nueva vida.

Claro, solo durante un semestre, ¿no?

Claro, solo durante un semestre, ¿no?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝐇𝐄𝐀𝐓𝐇𝐄𝐑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora