XX

2.3K 223 457
                                    

¡𝐄𝐒 𝐓𝐔 𝐂𝐔𝐋𝐏𝐀!
▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂

Harry estaba terminando de empacar con una playlist de canciones disco sonando. Revisaba su lista para asegurarse que tenía todo ya que en tan solo dos horas debía ir al aereopuerto.

Las últimas dos semanas se pasaron volando con sus amigos, su madre y hermana y un buen rato con Abraham hacía unas pocas horas.

Incluso visitó a Jay, porque a pesar de lo ocurrido con Louis, ella siempre fue como una segunda madre para Harry.

Sonrió vagamente ante las memorias y bailó un poco al ritmo de la música mientras cantaba, sintiendo la paz recorriendo su cuerpo; hacía mucho tiempo no se sentía así de feliz.

—'Cause tonight for the first time, just about half-past ten, for the first time in history... It's gonna start ra-.

Los toques en su puerta lo interrumpieron y rodó los ojos porque recién comenzaba el estribillo.

Con pasos lentos fue hasta la puerta y la abrió, pensando que probablemente era alguno de sus amigos, qué equivocado estaba; Louis tenía un semblante nervioso que pareció aumentar al verlo.

—Hol-. —Cerró la puerta sin dudarlo— ¡Harry, ábreme!

—IT'S RAINING MEN, HALLELUJAH, IT'S RAINING MEN —cantó con más fuerza, ignorando olímpicamente sus llamados.

—¡Tengo que hablar contigo!

—¡No!

—¡Harry Styles, abre la maldita puerta!

—¡No, vete a la mierda y metete tus palabras en el culo!

Con un fuerte sentimiento de ira creciendo en él, miró fijamente la puerta, como si pudiera ver através de ella. Luego de unos segundos sin oír nada pensó que finalmente se fue, así que volvió a su habitación y tomó un esmalte para comenzar a pintar sus uñas buscando calmarse, murmurando la letra de la canción.

—Hace mucho no pintabas tus uñas.

Saltó en su asiento, logrando pintar la piel al rededor de la uña y jadeó frustrado. Cuando vio a Louis, éste le mostró su llavero, donde había una copia de la llave de su departamento. Volvió la vista a su mano y tomó un poco de algodón y acetona.

—Lo arruinaste.

—Perdón, no quería asust-.

—No me refería a las uñas, idiota —intercambiaron miradas y Harry pidió internamente a Dios o cualquier fuerza o ente superior que le diera paciencia en vez de fuerza, porque sino lo golpearía.

Estuvieron unos segundos en silencio (ahora completo porque Harry pausó la música, lo cual hizo todo aún más incómodo) antes de que Louis se dignara a hablar.

—¿Por qué no me dijiste que te irías?

—¿Por qué debería? No es como si fueras un amigo o alguien importante, ¿sabes?

Bien, la indiferencia de Harry le dolió más de lo que debería... ni si quiera lo había mirado para hablar, demasiado concentrado con el esmalte.

Vio la forma en que sus labios estaban entreabiertos y rojos, probablemente por relamerlos todo el tiempo, un gesto usual en Harry.

Esa noche en el sofá de Harry volvió a su mente un segundo.

—Soy tu mejor amigo. —Harry detuvo sus movimientos y lo miró con incredulidad.

—¿Cómo te atreves a llamarte así después de lo que hiciste, imbécil?

—No sé de lo que hablas.

𝐇𝐄𝐀𝐓𝐇𝐄𝐑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora