Leanne es una chica que tiene una vida perfecta, madre soñadora con su boda, prometido leal y algo cerrado de pensamiento. El dinero nunca había sido problema y menos cuando ya casi iba a pasar a ser la dueña de la fortuna de su prometido.
Pero una...
— James..... — hablé con dificultad, corrí mi rostro pero me tomó con ambas manos para que no me moviera, su pantalón rozaba mi pijama.
— James para.....
— No....
— ¿Es que no sabes decir algo que no sea "no"?
— No.....
— ¡James! — Reí sobre sus labios, seguía besándome y su lengua seguía invadiendo mi boca.
— James...
— ¿Puedo tocarte?
— No....
— Leanne ¿Qué pasa? — frenó en seco.
— No aquí, no en mi casa. — Tal vez podría serle infiel a mi pareja, pero no a tal punto de acostarme con otro en nuestro futuro departamento, en nuestro sillón.
— Leanne ¿Saldrías conmigo mañana?
— Tengo que trabajar.
— Yo también. Paso por ti cuando salga.
— No....
— oye ¿Qué pasa? ¿Es por la rubia?
— No. No puedo lo siento. Tengo mucho trabajo y Kathie....
— No creo que tu amiga se enoje.
— No puedo James.
— Si puedes. Es diferente que no quieras...
— Sí quiero pero....
— Entonces mañana. Cuando salga en la tarde. ¿A las ocho?
— James...
— Sin peros. Mañana a las ocho paso por ti. — Tomó de nuevo mi rostro y me besó, un beso pequeño pero necesitado de más.
— Ponte un vestido o falda....
— ¿Por qué?
— Es de fácil acceso.
— No haremos nada....
— Eso crees tú. — sonrió de lado, volvió a besarme para luego salir por la puerta. Cerré con seguro cuando se fue, suspiré pesadamente y esperé a que Kathie llegara.
(..........)
— Hay no...me duele como la mierda la cabeza...
— Eso te pasa por tomar tanto. ¿A qué hora llegaste? Me quedé dormida esperándote. — Kathie estaba con su habitual pijama después de salir de rumba. Tenía los ojos rojos e hinchados, y decía que su cabeza daba vueltas. Yo me encontraba en la cocina, preparando huevos y café, pues evidentemente mi amiga necesitaba café.
— Leanne.....
— ¿Dime? — serví en dos tazas café, le pasé una a Kathie y me senté al otro lado de la barra, para vigilar que los huevos no se quemaran.
— ¿Cómo estuvo tu noche? ¿Algo que quieras contarme?
— Salí a caminar, quería dejar de pensar en la discusión con mamá y pues me encontré con James....
— ¡Joder! ¿Enserio? — Kathie sonrió como boba.
— espera que aún no te he dicho todo.
— ¿Hay más? ¿Follaron?
— ¿Qué? ¡No!
— ¿Y bueno? — Kate bebió un sorbo de su taza.
— Estaba con una rubia e iban hablando de sexo.
— imbécil. No sabe lo que se pierde.
— Caminé de nuevo a casa y cuando creí que tocabas la puerta porque se te olvidaron las llaves. Era él.
— ¿Te siguió?
— sí. Quiso conocer mi habitación y pues sabes que hay cosas de Eliot. Así que tuve que besarlo para distraerlo....
— ¿Y?
— No pasó nada. Nos besamos y me invitó a cenar.
— ¿Aceptaste?
— Después de trabajar hoy.
— ¡Saldrás con él! ¡No lo creo! ¡Y de noche! ¡Ahhhhh!
— Cállate que tengo un problema.
— ¿Cuál?
— Eliot llega hoy, precisamente en la noche. Tengo que cancelar y no tengo su número. — Mi semblante cambió, ayer cuando había aceptado, había olvidado ese detalle. Eliot volvía y no debía enterarse que me estaba viendo con alguien más.
— No puedes cancelar, tienes derecho a divertirte, de seguro Eliot lo hizo en su viaje.
— No podré salir con Eliot en casa....
— Tengo una idea. Tendremos que ir a la farmacia, pero creo que funcionará....
— ¿Estás segura?
— Sí.
— Espero que sepas lo que haces, no quiero que algo salga mal y que....
— Tranquila. Eliot no sospechará nada — Kathie sonrió de lado, sabía que a veces no era la mejor para darme consejos, pero también sonreí con ella.
« Siempre había hecho lo que los demás decían»
« Tenía que experimentar una vez en mi vida »
« Conocer a más personas »
Con inquietud esperé que mi amiga terminara de comer y luego salimos juntas a la farmacia.
(..........)
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