Últimamente estoy ausente. Tengo ganas de que sea carnaval y pasarlo genial con mis amigas, pero es como si me faltase algo. Ya he olvidado lo ocurrido en la discoteca y no hay noticias de Jorge, pero no sé, no ando completa... Encima me he quedado dormida, y llego tarde a inglés. Más vale que me de prisa. Voy a clase con otras tres personas, no somos muchos, y encima nos llevamos bien, así que genial. Son de mi instituto: un chico y una chica de cuarto y una chica de segundo. Cuando se fue a hace una fotocopias la profesora nos pusimos a hablar.
-¿Con ganas de la siguiente conferencia, chicas?- Dijo Luis.
-¿Cómo? ¿Que hay otra?- Respondí exaltada
-Sí, siempre hay dos, Olivia: la de ensayo y en la que entregan premios.- Me respondió Lucia.
-Yo tampoco lo sabía, es el primer año que hacemos esto, se empieza en segundo.- Añadió Marina.
-¿Y es con los del instituto Peñafiel?- Pregunté.
-Sí.- Respondieron Luis y Lucía.
Bien, me acabo de ilusionar y gracias a ilusionarme acabo de descubrir algo: lo que me falta es Pablo. Creo que ha sido un flechazo o algo así. Nunca había experimentado esto. No sé que hacer.
Cuando llegué a casa a las nueve, hablé a Luis por WhatsApp.
-Luis, ¿tú conoces a Pablo? Va al Peñafiel, a tu curso.
-Sí, claro que le conozco, ¿pues?
-No, nada, ya te lo diré. ¿Cuándo es la conferencia?
-El jueves.
-Perfecto, muchas gracias, Luis, un besazo.
Me fui a la cama, y sabía perfectamente lo que iba a hacer. Pero es una sorpresa. También me he dado cuenta de que el mejor regalo de cumpleaños de todos, no me le ha hecho una persona. Si no el destino. Gracias, y ahora sí que sí: feliz cumpleaños.
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El próximo antes de ayer
Teen FictionEste relato que escribo cuenta las historias que le ocurren en la adolescencia a una chica normal y corriente.