✉SIN INFORMACIÓN

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Narrador omnisciente:

La noche había caído y mas pronto que tarde comenzó a llover a cántaros, la misión había sido completada según los reportes de Leonardo, quien iba envuelto en una larga gabardina oscura. Caminaba por la banqueta cerca del distrito rojo, donde había tenido esta misión, y según los avistamientos ella estaba por esos lugares.
Se detuvo fuera de un gran local, con letreros en luces neón rojo y violeta, el burdel mas famoso de todo el distrito, donde para el sería fácil conseguir información de cualquier tipo a un costo que podría pagar.

— ¿Qué necesitas?. — preguntó el barman, una mujer que atendía el bar mientras limpiaba los vasos translúcidos de cristal — niño bonito.

— Señorita, busco a una mujer. — respondió — de cabello corto, y lleva sombras en sus párpados color rojo, me dijeron que ella estaba por aquí, ¿Sabe algo?.

— No lo se, aquí entran y salen muchas mujeres. — dijo colocando en vaso en la barra

Leonardo soltó un suspiro pesado, y lanzo de forma discreta sobre la barra una buena cantidad de dinero, la chica le miro con una sonrisa a la vez que encendía un cigarro y guardaba el dinero en su largo vestido azul.

— Hubiera preferido mejor un beso, te salia mas barato. — dijo — si, ella estuvo aquí hace dos noches.

— ¿Dijo algo, venía con alguien?. — cuestionó sentándose en el banco mas cercano que tuvo

— Si, venia acompañada de otro joven, tal vez de tu edad. — soltó — subieron y hablaron con el dueño del establecimiento, pero ya no se mas,  ¿es amiga tuya?.

Leonardo asintió mirando a los rededores, aun había mucha gente bebiendo sin parar, bailarinas, meseras y mucho contrabando de sustancias y drogas, todo el ambiente olía a tóxico, vomitaría en cualquier momento si seguía ahí metido. La misión de encontrar a Karai cada vez se hacia mas pesada, no había casi ninguna pista de su paradero, llevaba ya dos semanas así y solo logro descubrir que ella estaba aquí, y que ya se había ido ya.

— ¿Eres policía?. — preguntó ella interesada entrelazando sus dedos con los del ojiazul — eres muy joven para un trabajo tan peligroso.

— Estoy bien, hago lo mejor que puedo. — aseguró

Era claro que a la muchacha le había gustado físicamente el ojiazul, pero Leo no tenía tiempo de estar coqueteando con ella, esta era muy bonita y amable, pero solo se apartó y camino hasta la salida donde ya estaba dispuesto a irse. Una vez cruzo la puerta, se encontró con la castaña a las afueras esperándole, cruzo la calle y llegó hasta ella.

— Te han mandado también. — dijo Leo mientras caminaban por los callejones

— Quien debió haber venido era Rafael, pero fue mandado a otra misión a última hora. — explicó — una muy alta, pero yo no me preocuparía .... El es fuerte.

— Si y también un idiota que no piensa antes de tomar una decisión, aun así confió en el. — dijo mirando de reojo a la menor

— Han pasado dos años desde que salimos de la escuela, jamas llegue a creer que me encontraría trabajando en estas cosas. — susurro quitándose el gorro de la capucha

Leonardo asintió. Y es que ninguno de ellos pudo evitar que _________ se involucrara mas en sus problemas, solo quería ayudar y ahora los cinco trabajaban en la misión de acabar con el clan del pie y su tirano líder, destructor.
Al cruzar algunas baldíos dudaron si seguir mas, pues aya ya no había nada para investigar, por lo que decidieron volver.

— Mikey nos esta esperando en el cuartel. — dijo el ojiazul — volvamos con el.

— ¿Has conseguido ya alguna pista?. — preguntó curiosa

— Una, pero ya de nada sirve porque ella se ha ido. — susurro revisando los bolsillos de su gabardina — y valió la pena el dinero que di, al menos ya se algo.

— Ya se esta haciendo demasiado tarde. — mencionó mirando su reloj de muñeca quitando algunas gotas de la lluvia del pequeño cristal — ¿nos dará tiempo de volver al cuartel?.

— Tenemos mucho tiempo, sin embargo es muy peligroso que vallamos aya a estas horas de la noche, este barrio es de los mas peligroso. — dijo mirando el lugar a lo lejos donde había conseguido la información

Antes de entrar ahí, se informó que a solo dos calles hace no mucho habían abierto un hotel, donde podrían quedarse aunque sea esa noche para no arriesgarse y comprometer la misión.
Ambos se registraron a penas llegaron, pero solo quedaba una habitación disponible por lo que la tomaron y entraron.
Era una habitación de tamaño normal para dos personas, con una cama matrimonial, un baño, un pequeño escritorio y una ventana que daba a la calle principal con largas ventanas rojas. __________ miraba a la ventana, mientras Leonardo hacia el informe de la misión y la daba por concluida dada a las condiciones de tiempo.

— Me gustaría estar aya abajo. — dijo mirando desde el cristal — ya estoy cansada.

— Tienes razón, pero no se te quitará con una borrachera. — dijo guardando el informe en el cajón del escritorio — la última vez te perdiste en el centro comercial.

— Ya ni me lo recuerdes, fue horrible. — dijo apenada cerrando las cortinas — ¿ya esta el informe?.

— Todo listo.

Se levantó del asiento y camino hasta ella donde al estar cerca, coloco su mano en su hombro y sonrió, pues ambos no se habían visto en mas de una semana, algo difícil porque estaban acostumbrados a verse a diario y a todas horas.

— Vamos a dormir, mañana debemos regresar al cuartel. — dijo la castaña metiéndose entre las cobijas — y tengo también una misión.

— ¿Sola?. — ella asintió dándole la espalda — ¿estarás bien?.

— Soy tonta pero no estúpida, estaré bien. — aseguro — deberías concentrarte y pensar que le dirás al jefe cuando sepa que de nuevo perdimos a Karai.

— Ya no importa eso ... — dijo cansado tirándose aun lado de la castaña con ambos brazos sobre sus ojos — le diré que cancele esto, y me deje en paz.

— Yo creí que la querías. — dijo sin pensarlo

Leo se sentó sobre la cama y la miro un tanto sorprendido, quería decir algo pero de inmediato ella continuó.

— Y que por eso te habías ofrecido a esta misión. — miro al ojiazul con seriedad — yo pensé que ella era muy importante para ti.

— Lo es, _________. — dijo — llevó años buscándola, porque mi corazón aun no se rinde y tengo fe en que la encontraré, pero también soy el líder del escuadrón y no puedo dejar que mis sentimientos nublen mi juicio como ya lo hicieron una vez, no lo puedo permitir. 

— Se que naciste con un talento nato para ser líder, tus hermanos siempre me lo dijeron. — expresó levantándose al igual que el — y Leo, es tu decisión si ya no quieres seguir con esto, quiero lo mejor para ti.

— Ya lo he decidido, mañana hablaré con el jefe. — dijo seriamente — e iré contigo a la misión.

VERDADERA FORMA  [TMTNXLectora] CANCELADAWhere stories live. Discover now