¿Soy lindo? Eres hermoso [Seongjoong]

Capítulo 2

Se abrió la puerta dejando pasar a la familia Park junto a un Hong nervioso.
La familia fué amable con él todo el tiempo, le dieron de comer, beber y lo bañaron, lo hicieron reir y sentirse a gusto, pero aún tenía miedo. Sin embargo se dijo que iba a ser lo posible por cambiar eso.

—Esta es tu nueva casa cariño — la señora Park le hizo un ademán para que entrara más a la casa.
—¿Qué te parece? — comentó un Seonghwa nervioso.
—E-está muy linda — Seonghwa se dejó caer en el sillón que había mudado hace unos días.
—Bueno, nosotros nos vamos, cuida bien de ti y de Hongjoong — Seonghwa asintió a las palabras de su padre.
—Adiós amores — dijo por último la mamá Park y salieron cerrando la puerta detrás suyo.

Ahora solo estaban ellos dos.
El pelinegro suspiró y Hongjoong lo notó, pero Seonghwa no se dió cuenta de que su suspiro causó un golpecito en el corazón del cachorrito.

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Pasó una semana desde que se había mudado y había iniciado la universidad.

Estaba muy ocupado y solo era la primera semana de clases. Su estabilidad mental y sus horarios de comida estarían caóticos si no fuera por su mejor amigo y su novio.

—Hola Yeo, hola Jongho ¿qué tal están?
—Nosotros bien, pero creo que tu no tanto
—Lo sé Yeo, estoy muy ocupado y acabamos de empezar.
—Te dije que ser un estudiante excepcional y recomendado del director sería un desastre, por eso yo a veces me portaba mal y no hacía las tareas.
—¡Y hasta lo dices con orgullo! Estoy impresionado — dijo Jongho y Yeosang le pegó en el brazo.
—Deja de molestar o te saco de la casa
—Pero la casa es mía
—Ya dije — Jongho miró a su novio cruzarse brazos y piernas. Era tierno, pero daba miedo.

A pesar de la pequeña y graciosa pelea de la pareja, Seonghwa tenía la mirada perdida y Yeosang lo notó.

—Ya dime que te suscede, no creo que el estar ocupado sea todo lo que está en tu cabeza.

Seonghwa sabía que si negaba eso, nadie, nisiquiera él mismo lo creería.

—Es con Hong
—¡Oh! ¿Qué tiene el pequeño? — preguntó Jongho mientras tomaba un sorbo de su café.
Ya Yeosang y Jongho conocían a Hongjoong, hasta llevaron a su cachorrito Wooyoung para que jugara con él.

—Bueno, yo estoy ocupado y creo que se está sintiendo un poco solo.
—Mmmm, entonces ¿por qué no adoptas otro cachorrito para que sea su compañero? — propuso Jongho, ¿un compañero para Hong? no estaba mal, pero no le agradaba la idea del todo. Tampoco quería que Hong se olvidará de él por completo. Era un pensamiento egoísta, pero no podía dejarlo.
—O puedes comprarle un gato — comentó Yeosang mientras tomaba un poco de su bebida.
—¡¿Un gato con un perro?! Yo quiero que no se sienta solo, no que se convierta en asesino.
—¡Hey! Nosotros adoptamos a San y Wooyoung no lo mató, le da mucho amor y San quiere mucho a Wooyoung podría decir que solo lo quiere a él. Ese gato es un gruñón.
—Pero Woo y Hong no son iguales pueden reaccionar distinto, pero bueno, solo son ideas, tu debes tomar la decisión — dijo Jongho.

Seonghwa estaba pensativo, no quería adoptar un cachorro o un gato, pero tampoco quería que su pequeño estuviera solo. Debía tomar una decisión.
En eso sonó la campana indicando el fin de la universidad por ese día. Se despidió de sus amigos y regresó casi corriendo a su casa.

—¿Debería darme por vencido y adoptar otro cachorro? — se preguntaba mentalmente mientras abría la puerta de su casa.
—Hongjoong ya estoy en casa — no tuvo respuesta.
Aunque en parte no culpaba al pequeño por no recibirlo, él nunca tenía tiempo para el cachorro. Siempre lo ignoraba, lo dejaba solo y nisiquiera comían juntos.
No le contó esto a sus amigos porque sabía que iban a regañarlo peor que su mamá, pero ahora mismo pensaba que su regaño hubiera sido mejor para castigar lo estúpido que era por tratar a su pequeño así.
—Hongjoong — volvió a llamar sin respuesta.
Dejó la llave en la mesita y empezó a buscar al más pequeño.

En la cocina, nada. En el baño, nada. En el comedor, nada.
¿Dónde podría estar? Solo le faltaba una última opción, su cuarto y si no estaba ahí el mismo se iba a golpear con un palo.
Abrió la puerta y la habitación estaba oscura, no veía casi nada si no fuera por la poca luz que entraba. Iba a sacar su teléfono para encender la luz cuando un sollozo lo hizo detenerse.

—¿Hongjoong? — nadie contestó, pero el sollozo siguió. Abrió la puerta un poco más y la poca luz dejó ver a un Hong en la esquina hecho bolita, junto al peluche que le había regalado Seonghwa, llorando.
Seonghwa sintió su corazón encogerse, estaba seguro por el aspecto del menor que se había pasado casi todo el día llorando.
Se agachó hasta quedar a su altura y lo abrazó, Hongjoong se asombró y asustó un poco, pero le correspondió el abrazo y volvió a llorar, pero esta vez con su cabecita en el pecho del pelinegro.
A Seonghwa se le salieron algunas lágrimas mientras acariciaba la cabecita del contrario. Ver a Hongjoong en ese estado y saber que era por su culpa era como un fuerte golpe en la cara y en el pecho.

Hongjoong se fué calmando poco a poco y se despegó del pecho del pelinegro para verlo unos segundos.
—¿Hongie estás mejor? — ¿lo estaba llamando por un apodo? los únicos apodos que había recibido antes era el de la señora Park y de sus antiguos dueños que era un tanto desagradable.
Miró al pecho del pelinegro y se dio cuenta que tenía la camisa toda mojada.

—P-perdóname n-no quería ensuciarte l-la camisa, yo... —se iba a levantar, pero Seonghwa lo detuvo.
—No te preocupes, solo es una camisa — le volvió a sonreir como la primera vez que lo vió y Hongjoong no entendía.

—¿Solo es una camisa? —susurró y bajó la cabeza, no entendía. ¿No lo iba a dejar sin comer por ensuciar su camisa?
Seonghwa levantó la mirada del peliblanco. Tenía los ojitos cristalizados.

—Dime que pasa pequeño, por favor —a Hong se le salieron unas lágrimas, pero comenzó a hablar.

—Pensé que no me querías y que me ibas a regresar al centro de adopción. Pensé que también te habías cansado de verme todos los días y me dejarías abandonado como mi antigua familia.
Empezó a llorar de nuevo y esta vez Seonghwa lo aferró más fuerte a su pecho.

—Perdóname por haberme comportado como un idiota, no estaba organizado con mis horarios que te ignoré por completo, también tenía miedo, era la primera vez que debía cuidar de alguien que no fuera yo, no quería lastimarte o molestarte y al final lo terminé haciendo. — Hongjoong pudo percibir el sentimiento de culpa y arrepentimiento en las palabras del mayor — dame otra oportunidad para mejorar y darte el amor que te mereces, por favor.

—¿No estás aburrido y cansado de mí? Hasta arruiné tu camisa.
—No sé que pasaste antes, pero te aseguro que jamás estaría aburrido ni cansado de ti si eres el ser más hermoso que eh visto en esta tierra. — Hongjoong abrió más sus ojitos y lo miró a la cara.

—¿Enserio?
—Claro que es enserio. Nunca vuelvas a pensar lo contrario. — le acarició suavemente las mejillas y segundos después Hongjoong se abalanzó sobre el pelinegro dándole besitos por toda la cara.