6- La infiltración del Olimpo

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¡Hola, hola mis dioses grigos! Lamento no haberles podido subir el capítulo la semana pasada, es que entré a la facultad y se me hace más difícil escribir... Aquí les dejo un capítulo más de "La reencarnación de Afrodita"

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─¿Perdona, qué? ─siseó Katelin entre dientes, su ego era tan grande que no estaba dispuesta a soportar tal humillación en frente de todos…

Reyna por su parte, se encogió intentando esconderse del alboroto, y cautelosamente se alejó dando algunos pasos hacia atrás, mientras el público intentaba localizarla con la mirada.

─¡Reyna! ─escuchó que alguien la llamaba, y todos se volvieron hacia ella, fue cuando los ojos de aquel chico la encontraron y su reacción no se hizo esperar, su boca se entreabrió para inhalar aire y ver de la cabeza a los pies a aquella mujer… Sabía que era un dios, y que en ninguna parte de la mitología griega decía que Afrodita y Poseidón habían tenido algún tipo de relación amorosa… pero aquella mitología había venido al actual siglo veintiuno, ahora no era “griega” y él quería volver a escribir el mito, aquel mito en donde los reyes serían ellos dos.

─Dios… ─susurró maravillado para sí, de un salto bajó del muro donde se encontraba, y la multitud abrió un pequeño camino hacia Reyna, que esperaba perpleja semi escondida detrás de una fuente de piedra.

Ray tragó cuando el chico llegó hasta su lugar y volvió a recorrerla con la mirada, era extraordinariamente hermosa… Tanto, que resultaba casi doloroso para sus ojos…

─Eres hermosa… ─le susurró. Era entendible su reacción y Reyna lo sabía, y también sabía que la reacción natural de una chica era sentirse feliz, pero para ella, esos ya no eran cumplidos, sólo una constatación de hechos.

─Eso me han dicho ─susurró ella bajito, aquel chico sonrió tiernamente y dirigió su mano al centro de la fuente, Reyna le miró y luego quedó perpleja al ver que agua se movía encima de la palma de la mano del chico, agua que luego tomó forma de una rosa. Reyna emitió un grito ahogado y miró maravillada el acto 

»Eso sí que es hermoso…

─Para ti ─Constató el misterioso chico, tendiéndosela, Reyna dudó, era agua ¿Se supone que podría tomarla?─. Extiende tu mano, no se caerá ni te mojará, confía en mí.

Mordiéndose el labio, Ray extendió su mano y el chico la colocó encima de ella, se sentía frío, pero como había asegurado él, no se había destruido… La rosa seguía intacta, Ray sonrió y miró al chico con ternura, a quien dejó sin aliento y desarmado.

─No voy a mentirte, eres un sueño para todo hombre, me encantas… Pero… Tienes una ternura que me desarma… Soy Christopher, y como ya sabes… Soy Poseidón…Reencarnado ─agrega guiñándole un ojo a Reyna, quien le sonríe y se presenta:

─Reyna Hatthaway ─le dice.

─Encantado ─le sonríe con ternura.

Sean y Brian que del brazo de Angelina desde el otro lado del patio miraban la escena, estaban conmocionados, pero Sean apenas y podía contener su furia, tenía los puños cerrados y apretaba tan fuerte que sus nudillos estaban blancos, por su parte Brian y Angelina sonreían, el primero, porque conocía a Christopher, era un príncipe encantador que derretía a las chicas por su delicadeza y seducción simple que por sensualidad, como lo hacía James; y Angelina, porque sabía que esto ayudaría a Reyna a superar lo de sus padres,  ya que Sean, no parecía querer ayudar con eso.

La Reencarnación De AfroditaWhere stories live. Discover now