▹CAPÍTULO 14◃

149 19 0
                                    


Al parecer a suga le gusto.
Eso es muy bueno... Pero dentro de donde estamos... En esta estúpida situación... No entiendo como podríamos llegar a algo..

-no vale de nada que el amor duela más que el odio.

Lo había pronunciado para mi mismo pero en voz alta. De alguna forma... Quería que todo se solucionase y pudiera volver a la normalidad... Si no fuera por todo lo que está pasando...
Simplemente tenía que haberme preocupado más por el.
Aún que en el fondo...
No se si yo pude haber cambiado algo que no cambie en su momento y por esto el está así... Pero no voy a dejar de pelear por encontrar una cura para Suga.

Suspire y me fui a casa después de ese largo y triste día... Creo que nunca había visto llorar tanto al equipo...

Al día siguiente fui a clase nos encontramos con Kiyoko y Asahi.
Dios... En mis pensamientos aún creo que Sugawara está a mi lado... Es una de las cosas que más odio de esto, pensar que realmente esta a mi vera acariciando mi espalda...
Eso es lo que más me mata.

-¿Daichi? ¿Estas bien?

Kiyoko me tocó el hombro después de decir eso.

-S-Si lo siento, yo... Lo de ayer realmente me dejó marco y además de eso me dolió.

Asahi y Kiyoko se que me entienden. Ellos dos me abrazaron levemente.
Llegamos al Instituto y ninguno dijo nada durante el camino, simplemente caminabamos sin saber que hacer...

Mañana vamos a los nacionales.
Y esa era la mayor preocupación actualmente.

Me senté en mi sitio y me centre como pude en las clases, mis ojos no dejaban de ver el asiento vació de Sugawara este tenía varias cartas y de más cosas para cuando el volviera...
Esto me está carcomiendo la mente...
Noto como si mi cordura se esfumase tan lentamente que ni me este dando cuenta.
Cuando acabe de volverme loco no sabré ni siquiera que lo hecho.

Durante la mañana estuve distante de todo y de todos.
Por la tarde fui a ver a Sugawara, esto fue después del entrenamiento siempre me pasa lo mismo.

-Disculpe, el horario de visitas está cerrado.
Voy a entrar igual.

-Por favor, de verdad necesito verle, mañana nos vamos a ir de la prefectura para jugar un partido muy importante y no se si podre verle a la vuelta.... Haga una excepción porfavor.

-Lo siento señor Sawaramura, un no es un no, son las normas, además, ya estoy cansada de decirte lo mismo día tras día.

Intente insistir repetidas veces, pero todas mis peticiones fueron evitadas con sutileza. Al final desiste y me fui de allí molesto.
En vista de que no podía ir a ver a Sugawara fui a su casa.
La señora Sugawara me abrió casi llorando.
Suga me había comentado que su madre llevaba sin salir de casa bastante tiempo además de que tampoco respondía las llamadas.
Al parecer era verdad.
Ella no salía y aún por encima las ventanas y persianas estaban bajadas, vamos, que intuyo que la casa no estaba en condiciones, todo esto ha pasado desde que Suga se fue.

-Señora Sugawara... ¿Se encuentra bien? ¿Puedo pasar?

-Claro Daichi, pasa...

Pasé con cuidado.
En principio todo estaba bien, de echo estaba más ordenado que de costumbre...
Dentro de la casa todavía estaba el olor de suga.
En la mesa había dos platos, dos vasos... Todo estaba preparado para dos personas...

-Señora Sugawara.. ¿Segura que esta bien?

-Sí, ¿oye sabes algo de Suga? El lleva mucho sin pasar por casa... Estoy bastante preocupada..

-Sugawara... El... Solo diré que debería de ir a-

-Ya lo sé, ya lo sé Daichi....
Ya se que no va a venir...
Se que el está enfermo, se que nunca más voy a volver a mi Sugawara feliz como cuando era un niño pequeño... el corría, sonreía, gritaba de felicidad y no se preocupaba por nada...

Esas palabras me...
Empecé a llorar un poco apartado de ella.
Me seque las lágrimas y la abracé, no sabía que decir...

-Yo... Realmente no sé que decirte para consolarte.

-tranquilo. Aquí la que debería de consolarte debería de ser yo.

Me quedé abrazandola un buen rato.
No podía quedarme mucho tiempo allí, pro desgracia...
Me despedí de ella como pude y le pedí que si veía a Suga que le dijera de mi parte que le amaba.
Me fui a mi casa, como de costumbre, no había nadie en ella...
Mis hermanos probablemente se hubieran ido todos de fiesta o a casa de sus respectivas parejas o amigos. Papá se habría ido de viaje.

Mi cuerpo me pidió que gritara, pude controla-
SUGAAAA PORFAVOR!

Y yo que pensaba que lo tenía controlado...
Cada día me siento más muerto por dentro... No tener a Suga conmigo... Me estaba culminando el alma, de paso drenando mis latidos y por último...
Me estaba quitando la respiración, comprimiendo mis pulmones hasta que no daban más de si...
Con un pequeño añadido de cascadas de lágrimas momentáneas.

Mi teléfono sonó.

-¿Si?

-Daichi, me dijeron que intentaste venir otra vez, ya te he dicho que no lo intentes, no pasa nada, centrate en los nacionales por mi porfavor.
Y no te preocupes. Que dentro de poco nos volveremos a ver y podremos celebrar vuestra victoria.

-Lo haré, lo haré, ganaré por tí, ya te lo he dicho millones de veces, porque realmente se ganaremos por tí, te-...
Te quiero suga.

-Y yo a t-
Sugawara empezó a toser, pasos acelerados se escucharon en la habitación.

-Sugawara te hemos dicho que a penas puedes hablar.

-¿no le habían quitado el móvil?

-si. De echo se supone que ahora mismo el no puede mantener llamadas telefónicas.

-Suga. Antes de quedarte sin habla, cuida tu voz lo máximo que puedas.

-ya te dijimos que cuando pierdas la capacidad del habla sera todo muy doloroso.

La llamada sé cortó.

-Sugawara... Si esas van a ser mis últimas palabras hacia ti...Las hubiera elegido mejor...

Lloré y miré al teléfono mientras me retorcia en el suelo llorando y gritando hasta el punto de quedarme agónico.
Unas horas más tarde me quedé dormido de cansancio y llanto.

Solo quedan unas horas antes de irnos...

My Guardian AngelWhere stories live. Discover now