Michael Jackson - Alternativo

¡Bubbles!

- ¡KIAAA! ¡Siempre quise estar aquí! -dijiste emocionada bajando del chip.

- ¿Y por qué nunca me lo pediste? -dijo Mike con una sonrisa ante tu entusiasmo, le parecía irreal ya que hace un tiempo que ustedes comenzaron a salir.

- Es que nunca nadie escribió un libro con esta temática, ¡Hay tanto que siempre quise hacer contigo! -mencionaste con una plena sonrisa en tu rostro.

En un arranque de entusiasmo le agarraste las solapas de la camisa de Mike y jalaste de estas para plantarle un beso que lo sorprendió.

- Muéstrame el lugar. -

- S-sí, va... vamos -tartamudeó un Jackson anonadado.

Michael te mostró los animales que habitaban en Neverland, ¡Había una llama! Una jirafa tan hermosa que pudiste alimentar y un chimpancé que siempre moriste por conocer.

El famoso simio saltó a los brazos de Mike en un instante, casi te pusiste celosa por él... Casi.

- Jaja, y bueno. Él es-

- ¡Bubbles! -le interrumpiste, acariciaste al chimpancé con tanto amor que ahora el caminante lunar era el celoso.

Lo empezaste a llamar "lindura", "pequeño" y un "Ay, pero que animal tan galán" cuando este eligió ahora lanzarse a ti.

- ¿No es demasiado? -dijo un Applehead celoso, mientras miraba al costado por la molestia.

- Tranquilo, Jackson, siempre serás mi animal favorito... En otro lugar claro. -le guiñaste el ojo, Michael se puso colorado al instante entendiendo la referencia- Pero ahora es tiempo de Bubbles, ¿Verdad? -le dijiste juguetonamente al simio.

Te alejaste dejando a un Applehead rojo como manzana mientras seguías repitiendo "hora de Bubbles, hora de Bubbles" y este trataba de agarrar tus mejillas.

Por alguna razón, Michael desacomodó su camisa sacándola de adentro de su pantalón, logrando así que el largor cubra el sutil bulto que se asomó al imaginar tales escenas bruscas y sudorosas con su novia.

Sin duda esa noche sería agitada.