𝐇𝐄𝐀𝐓𝐇𝐄𝐑

V (pt. uno)

¡𝐏𝐈𝐍𝐓𝐀 𝐓𝐎𝐃𝐀𝐒 𝐓𝐔𝐒 𝐔𝐍̃𝐀𝐒!
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Harry terminó de escribir lo que el profesor anotó en el pizarrón y cerró su cuaderno.

—Así que recuerden que les quedan tres meses para terminar la canción del proyecto al finalizar el semestre —el señor Reed vio la hora en su reloj y frotó las palmas de sus manos—. También tienen permitido hacerlo de a dos, pero la calificación no recibirá el mismo peso que si la hacen en solitario —habló mientras él y los alumnos guardaban los materiales.

Uno a uno fueron saliendo y se despidieron de él.

—Hey, Harry —Zayn llegó a su lado y puso una mano en su hombro— ¿Te gustaría colaborar conmigo?, personalmente, creo que haríamos un buen dúo.

—Eh... —sonrió suavemente y negó, abriendo las puertas de la cafetería y dirigiéndose a la sección de comida—. Lo siento, Zee, realmente me gustaría hacerlo contigo, pero me sentiría mejor haciéndolo... solo.

Una vez que llenaron sus bandejas se dirigieron a una mesa donde estaban Liam, Niall, Louis, Gigi, Eleanor y Zoe, una amiga de Gigi. Ellas tres estaban pintándose las uñas por lo que veía. Se sentó entre Gigi y Liam, el moreno quedando frente a él.

—Además, tengo dos canciones en las que estoy trabajando, pero son... —hizo un ademán con la mano, llevando una papa su boca. Durante un segundo su mirada se desvió a Louis— muy personales para cantarlas con alguien más.

—Oh, está bien, Harry, entiendo —el moreno le sonrió y llevó su hamburguesa a la boca—. Los chicos podrían ir a vernos —habló un poco más fuerte para que el resto de la mesa los escuchara.

—Eh, ¿a dónde los iríamos a ver? —dijo Niall.

—Para fin de semestre debemos presentar una canción y pensamos que, bueno, tal vez les gustaría ir a vernos —aclaró el rizado—. Es en solitario y falta mucho, pero tal vez...

—Claro que sí —Louis, quien estaba junto a Zayn, lo interrumpió—. Me encantaría vert- verlos, me encantaría verlos —corrigió, con sus mejillas tiñéndose de rosa.

Evitó su sonrojo lo más que pudo y carraspeó, de repente el ambiente al rededor de ambos algo incómodo.

—Entonces... Harry, ¿puedo pintarte las uñas?

El rizado la miró con ojos abiertos y palideció.

—¿Qué?, n-no, no... —bajó la mirada a su comida, algo consternado, apretando las manos en puños.

—Ay, dale Harry —lo alentó Liam.

Toda su infancia y pre-adolescencia Harry vivió con su padre, quien era un hombre extremadamente masculino y trabajaba como policía en Holmes Chapel. Crecer con un hombre así no fue fácil, mucho menos cuando descubrió su atracción por los chicos y se regañaba a sí mismo pensando que era una aberración. Para Harry no fue fácil aceptarse, le costó años hacerlo, así que muchos más difícil lo sería el pintarse las uñas.

—Oh, vamos, solo una uña, ¿sí? —insistió—, mira, tengo violeta, llevas una sudadera así.

Harry recordó el video de Conan. ¿Podría él también retarse a sí mismo a probar nuevas cosas?, ¿podría permitirse experimentar eso que siempre le dio miedo?

—¿Me lo puedo quitar después?

—No tengo acetona aquí, ¿qué tal labial entonces?, eso puedes quitártelo.

Abrió los ojos y negó. ¿Por qué era tan difícil aceptar que le apliquen maquillaje?

—Una uña está bien... —murmuró y, aún sonrojado, estiró nerviosamente la mano hacia Gigi, quien sonrió y comenzó a pintar con el color pastel.

—Por el amor de Dios, pinta todas tus uñas, Harry, se verá genial —Louis lo alentó con una sonrisa, sabiendo las inseguridades que tenía gracias a su padre. Se sintió aún más abochornado y dejó que pintara todas.

Luego de unos minutos y cuando Gigi terminó la segunda capa, Harry se sintió extraño al ver sus uñas pintadas, él nunca las había imaginado tan coloridas.

—Oh, mira lo lindas que se ven —halagó Zayn, sonriente.

—¿Enserio? —miró a sus amigos con el ceño fruncido y duda en su voz.

—Sí, están perfectas —dijo Eleanor y Louis asintió, concordando con ella.

Le sonrió un poco a la chica y, mientras esperaba a que se secara, pensó que no estaría mal probar más colores.