—¿Has visto a mi hijo Marcus? — preguntó la duquesa.

—No  — Para lady Lilian la tristeza en el rostro de Liviana no pasó desaparecida, cosa que bastó para que su plan iniciara.

Arrastró a Liviana a un rincón más apartado, lo que iban a hablar nadie lo podía escuchar.

—¿Qué pasa su excelencia? — preguntó Liviana sin entender, pero la duquesa le dio una sonrisa tranquilizadora.

—Conozco tus sentimientos por mi hijo.

Liviana abrió los ojos para luego apartar la mirada con las mejillas sonrojadas.

—Yo no...

—Pero también sé que tu amor hacia Marcus es sincero, y nada me haría más feliz que verte casada con mi hijo y que formaras parte de esta familia, a ciegas sé que serías una buena esposa y madre.

—Pero él no se fija en mí— se sinceró, no tenía caso negar la verdad.

—Pero eso puede cambiar, sé la forma perfecta para que seas la esposa de Marcus.

Liviana miró a lady Lilian con el ceño fruncido. ¿Cómo haría para que Marcus se enamore de ella, cuando él ya tenía reservado su corazón para lady Emma?

—Pero él ama a lady Ashton.

—Eso no es amor Liviana, ellos solo se sienten atraídos, pero el amor surge cuando las personas se conocen verdaderamente, cuando miras a los ojos y ves como brillan por esa persona, y créeme cuando digo que mi hijo solo siente atracción por esa joven. Amor es lo que sientes tú por él.

—¿Y cómo hará para que Marcus se enamore de mi entonces? —preguntó Liviana.
En el fondo se sentía feliz de que lady Lilian apoyara su amor por su hijo y estuviera decidida a ayudarla.

—Eso déjamelo a mí, solo tienes que ir al jardín, ahí estará Marcus, entabla cualquier conversación con él y luego, bésalo.

—¡¿Qué?! No puedo besarlo su excelencia. —Se negó a la petición de la duquesa, no podía obligar a Marcus que la besara a la fuerza, no quería que su primer beso fuera así.

—Quieres casarte con Marcus,¿sí o no?

—Sí pero...

—Pero nada, para conseguir las cosas que quieres, Liviana, muchas veces tienes que ser egoísta y pensar solo en ti misma. Así que, lucha por lo quieres antes de terminar una batalla sin haberla empezado.

Liviana lo pensó mejor y vio que lady Lilian tenía razón, si podía luchar por Marcus, eso haría, porque si perdía no sería por falta de intentos.

—Lo haré— lady Lilian sonrió al escuchar la respuesta de Liviana, le dio las instrucciones para encontrase con Marcus como algo casual.

Salió al jardín caminando normal, como si no supiera que se encontraría con Marcus en unos segundos. Caminó hasta la hermosa fuente que tenían los duques, pensó que cuando se casara tendría una igual en su residencia.

—¿Emma? —escuchó la voz de Marcus y no pudo evitar ponerse nerviosa, pero a la vez incomoda por el nombre que él llamaba —. Ah, eres tú. — La indiferencia con la que la señaló le dolió. — No pensé que me harías salir hasta aquí haciéndote pasar por lady Ashton. 

Liviana frunció el ceño al escuchar tal acusación. Ella nunca lo mandó a llamar y menos en nombre de lady Emma.

—Yo no lo he mandado a buscar, y no tengo porque hacerme pasar por otra persona. Solo salí a tomar un poco de aire fresco.

—¿Y por qué no le creo lady Johnson? — acusó nuevamente.

—Ya le dije a que no soy la responsable de que este aquí— respondió Liviana.

—En ese caso, me iré entonces. — Hizo el ademan de retirarse pero liviana lo detuvo tomando su brazo.

—¡Espere! — Marcus la miró alzando una ceja —. ¿Por qué me odia?

Últimamente se estaba preguntando lo mismo.

—No la odio— respondió Marcus.

—Entonces, ¿por qué evita hablar conmigo? — volvió a preguntar.

—Para no darle falsas esperanzas, usted es una joven buena que merece a alguien que la quiera realmente. 

No entendía porque Marcus le decía eso ¿acaso él sabía que ella...?  ¡No! No podía ser; Marcus no podía saber que ella lo amaba.

—¿Qué?

—Lo que escuchó lady Johnson, si me disculpa, tengo que atender algun... — Liviana no dejó que él continuara hablando porque lo calló con sus labios.

No sabía qué hacer, solo tenía sus bocas presionadas y ambas manos en su rostro ejerciendo presión. Marcus estaba en shock, aun no tenía el control de su cuerpo para separase de la insolente joven. Solo pensó que si alguien los veía en esa situación podían confundir los hechos y crear rumores falsos, pero ya era demasiado tarde, la duquesa de Agnes había cumplido su cometido; su plan había salido exitosamente.

—¡Marcus! — escuchó la voz de su padre y fue cuando Liviana lo soltó, miró a su alrededor y supo que su vida se había arruinado por culpa de una tonta niña que solo estaba obsesionada con él, casi todos los invitados estaban afuera presenciando el show que estaban dando, aunque quisiera no podía negar lo que ellos vieron, sabía cómo funcionaba la sociedad —¡¿Me puedes explicar que estás haciendo con lady Johnson?!

—Eso está más que claro— intervino su madre —. Ellos se estaban besando, señal de que ya se han estado viendo clandestinamente.

Y fue cuando entendió todo, su madre había planeado todo junto a esa tonta de la Liviana. Podría jurar que lady Lilian era la promotora de ese plan, ya que días antes había hablado con ellos dos para decirle que pensaba pedir la mano en matrimonio de Emma, cosa que a su madre no le agradó. Pero no estaba seguro de su teoría, no podía acusar a su madre frente a todos. Miró a la mujer a su lado que estaba roja de la vergüenza o porque seguramente aguantaba la risa de victoria. A su mente llegó la imagen de su amada Emma y buscó con la mirada para encontrarla con los ojos llorosos, eso le partió el corazón.

—Ya que no tiene respuesta, espero que sea un caballero y pida la mano de mi hija, como sabe esto no puede quedarse así, mi hija tiene honor y usted acaba  de arruinarla ante los ojos de la sociedad. — dijo el conde de Hamilton, padre de la mujer que acababa de arruinarle la vida en tan solo unos segundos.

—No se preocupe Johnson, mi hijo responderá por esto que acaba de suceder. Más tardar para la próxima semana su hija y mi hijo serán marido y mujer. — Declaró su padre delante de todos los presentes, incluida lady Emma. Quiso ir tras ella pero su padre no lo permitió —. Asume tu responsabilidad como el futuro Duque de Agnes, Marcus. 

Solo le quedó ver como el amor de su vida se le escapaba, de repente la ira llenó su cuerpo, miró a Liviana, pero con puro odio. ¿Ella quería un matrimonio?, eso tendría, pero juró hacerla infeliz, ese matrimonio no sería alegre, él ya no lo era, ella tampoco lo sería. Su venganza será hacer de ese matrimonio el más miserable de todos.

E.J Black

IV

IV

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Miserable Matrimonio (Saga #1 «Amores Encadenados») Where stories live. Discover now