Ya habíamos llegado, compramos las entradas y entramos.
- ¡Siii! - gritaba de la emoción el castaño - vamos Mordecai.
Rigby me iba a agarra del brazo, pero Margarita se le adelanto.
- Margarita... Iba a ir con Rigby... - pero no me soltaba.
- Por favor Mordecai - me hacía cara de perro, solo mire a Rigby.
- O-ok - dije finalmente.
Paseamos todos, aunque no iba de lo más feliz, Aileen estuvo aferrada a Rigby, y Margarita a mi.
Vi que el castaño fue al baño.
- Margarita, voy al baño - dije soltando me de su agarre.
- Ok, pero no te demores.
Fui al baño, donde me encontré con el castaño, el cual se lavaba la cara.
- Son muy difíciles - decía mirándome por el espejo.
- Si... Deberíamos decirles sobre lo nuestro.
- ¿T-tu crees? - se le notaba un leve sonrojo.
- Es lo mejor, pero no en este momento.
- Si - se dirigió a la puerta - ya salgamos, que quiero mi mapache.
Salimos de allí, donde nos esperaban las chicas.
- ¿Listos? - pregunto Aileen.
- Si - respondimos al unísono.
- ¿Que tal si vamos al los juegos? - propuso Rigby.
Las chicas no nos respondieron, solo nos tironearon hasta allá.
Había una gran variedad de juegos, hasta que encontré el indicado, un juego donde debías apuntar a unos patos en movimiento. Tenia que conseguir 220 puntos, y cada pato era 10 puntos.
No se veía tan difícil, asi que me la jugué, por Rigby.
Tire la primera bola, y para mi suerte, no obstruye punto.
Ya había tirado todas las bolas, lo bueno es que bote a todos los patos, y me alcanzó para el mapache.
- ¡Elije el delfín! - me gritaba en el oído Margarita.
- Pero yo quiero elegir el mapache - me dirigí al encargado del juego - Deme el mapache.
Ya con el mapache en mis manos, se lo di a Rigby, el cual saltaba de la alegría. Vi a Margarita, que me miraba con un aura negra, que me dio miedo.
- Sigamos... - dije algo nervioso por si mirada.
Recorrimos todo el parque, solo nos faltaba la rueda de la fortuna. Estuvimos cinco minutos en la cola, ya cuando nos tocaba debíamos elegir con quien subir - cada esfera era para dos personas-.
- Yo iré con Rig... - en ese momento me agarro Margarita y nos metió.
Estaba todavía procesando lo que había ocurrido. Mire hacia afuera, aunque todavía no habíamos llegado a la cima, podía ver la mayor parte de la ciudad.
No habíamos comenzado a subir cuando Margarita me abrazo.
- ¿Que te pasa? - dije mirando a la nada.
- L-le temo a las alturas.
- Pero ni siquiera hemos llegado a la cima, además ¿para que te subes? - solo me miraba.
- Ehmmm... - empezo a moverse.
Mire por la ventana, aunque avanzaba lento, se podía ver toda la feria.
Habíamos llegado a la cima, la vista era espectacular, se veía toda la ciudad. Mientras estaba embobado viendo hacia afuera, un movimiento brusco me saco de ese encanto, la rueda se había parado.
- Señores pasajeros, hubo unos problemas de energía. Por favor, mantenga la calma y quédese en su asiento mientras se solucionan esta falla - dijo un altavoz.
Mire a Margarita, pensando que iba a estar asustada, pero su cara no demostraba miedo, no esa sonrisa.
- Al fin solos - susurro.
Se me tiro encima de mis piernas. Me besaba las mejillas, iba a besar mis labios, pero la detuve.
- ¿Q-que haces? - pregunte separandola de mi.
- Lo que tuve que haber hecho hace mucho tiempo - dijo intentando abalanzarse sobre mi.
Intente pararme, pero ella aprovecho eso para aferrarse con sus piernas a mi cintura.
Iba a atacarme, cuando algo me salvo, la rueda comenzó a moverse, había vuelto la energía.
- Señores pasajeros, hemos arreglado la falla de energía. Ahora puede bajar.
Esa voz me alegro. Llegamos abajo, y lo primero que vi, fue a Rigby aferrado a su mapache, estaba palido.
- ¡Mordo! - se abalanzó a mi.
- ¿Que te paso? Te ves muy pálido.
- No me gustan las alturas.
- Ok... - estire mis
