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Su mano rústica y firme subió suavemente, tocando con delicadeza el muslo del peli burdeos con una precisión denotable. Aguanto una atrevida risa mientras sentía aquel cuerpo derretirse a su tacto cual cachito de chocolate al sol. No se cansaría de decírselo a Tanjiro, amaba tener el control en estas situaciones tan comprometedoras. Solto un largo jadeo que pareció más un soplido leve, removiendo algunos mechones rebeldes de la melena del de cicatriz, observó una reacción algo tierna y apacible; el de ojos fuego había arrugado la naríz ante el aire caliente que echo Zenitsu hacia su rostro, mientras se quejaba algo sorprendido. Agatsuma, quien, más encendido por ello, pareció impacientarse más, aguanto las ganas de besar con fuerza al menor.

¿Cuánto tiempo llevaban haciéndolo?

¿Cuánto tiempo lo miraba?

¿Cuánto tiempo faltaba hasta que todo comenzara?

Dejó salir aire caliente que se mezclaba con sus sudores, su ropa se encogía pegandose a las pegajosas pieles de los jóvenes, sintiendo cada parte de su cuerpo arder con hambre, susceptible ante cualquier mínimo tacto. Estaba ahora mismo desesperado y cediento de placer, pues quería deshacerse de los molestos ropajes y poder descargar aquella necesidad que ahora mantenía, estaba duro, ahora mismo podía sentir el consquilleo de su parte baja llamándolo. Rogaba mentalmente, rogaba y rogaba a lloriqueos porque a pesar de la excitante vista, Zenitsu maldecía a Tanjiro por tentarlo y seducirlo, lo maldecía por ser tan hermoso, por provocar tantas emociones que lo sucumbían y lo llevaban a medidas tan complejas.

Nunca llego a experimentar esto con otra persona, nunca se sintió tan vivo y libre como lo era ahora. Oh, joder, Zenitsu amaba esta tensión, esta adrenalina de tan solo besarlo y tomarlo, sacaba ese lado más salvaje y perverso, no quería ahuyentar a su solecito, no, claro que no; no quería alarmarlo y mucho menos ponerlo nervioso, porque algo que destacaba de Tanjiro al momento de tener sexo era la gran sensatez y vergüenza que mantenía al principio. Sus movimientos eran tan suaves como si aquella fuera la primera vez de muchas, y eso le enternecía.

¡Tanjiro-Chan era muy adorable! Tanto en sus acciones y expresiones cotidianas como en el ámbito sexual. Siempre hacia de aquellos encuentros algo tan romántico. . .

Lo miro unos segundos, mientras que con el brazo con el que se apoyaba tomaba fragmentos de la suave tierra, cerrando y abriendo los dedos ante el cosquilleo de esta. Suspiro, moviéndose lentamente entre las piernas del de cicatriz en un intento de adentrarse más en él, abriendo sus extremidades para prepararlo.

—¿Qué pasa, pequeño. . ?—Susurro bajo, mirándolo efusivo, mientras que con su dedo pulgar hacia pequeños círculos en su pelvis, tentándolo de manera lenta, placentera. Los ojos rojizos se achicaron, mientras dejaba salir calurosos suspiros llenos de un silencioso remordimiento, se mordió el labio, trato de evitar gemir, pues ahora su cuerpo ardía, el tan solo roce del uniforme le prendía a más no poder—Tanjiro. . . Tanjiro. . . Quiero oírte Tanjiro—Balbuceo siseante, mientras juntaba sus cuerpos eróticamente en busca de la calides contraria, el sonido tan gentil y pacífico del cual Tanjiro era poseedor estaba disturbioso y adolorido, como una rafaga de viento en plena tarde de otoño, frívola pero misteriosa tarde de otoño. El pequeño se estremeció con goce en su mirada, le regaló una pequeña sonrisa llena de coquetería, mientras ahora pasaba su mano en su mejilla, secando el fino rastro de lágrimas. No le gustaba verlo llorar.

Tanjiro no podría estar más rojo ahora mismo, ver aquellos hipnotizantes ojos amarillos era como ver fuego líquido absorberlo. Determinación, lujuria y deseo definía, marcadas como un recuerdo permanente en aquellos ojos de eléctrico color. Sintió esa cálida mano no solo acariciarle, sino destapar lentamente su boca que era resguardada por temblorosas manos. No se lo impidió, obsoleto en su mirada llena de emoción. Ahora mismo se dejaba hacer como un muñeco, un muñeco meramente sexual el cual se retorcía deleitado con la sensación de embriagues que era el sexo puro y duro.

𝗦𝗶𝗻𝘃𝗲𝗿𝗴ü𝗲𝗻𝘇𝗮┊꒰ZenTan꒱ • ᴼⁿᵉ⁻ˢʰᵒᵗDonde viven las historias. Descúbrelo ahora