Capitulo 2 : Sokka y el carro de coles

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Todos decían que la vida había empezado a cambiar bastante desde que ya no estaban en guerra pero, para Sokka, no había mucha diferencia. Era verdad que ya no temían la llegada de soldados de la fire nation pero tampoco era todo paz y alegría. Quedaban muchos asuntos por resolver.

Cuando la guerra llegó a su fin, su padre le comunicó su decisión de nombrarlo algo más que un guerrero de la watertribe. A partir de ese momento tendría el cargo de inventor y ayudaría además a liderar junto a su padre en momentos importantes. Sokka estaba encantado con su nuevo puesto y desde ese día siempre llevaba una libreta y una pluma con algo de tinta para escribir las locas pero a veces útiles invenciones que le venían a la mente. Ese día no era una excepción y, junto con su pequeña bolsa cargada de unos cuantos papeles se paseó por las calles observando el día a día de los comerciantes.

Al no tener absolutamente nada planeado para ese día, tenía libre albedrío para hacer lo que le apeteciera. Esta vez le apetecía pasear por las calles de la ciudad y ver si alguien necesitaba de su maravilloso ingenio para inventar algo nunca visto. Eran ya las 11 de la mañana y aunque había salido nada más terminar de desayunar y alborotar un poco a los nuevos tortolitos, la mañana estaba pasándose bastante rápido. Llevaba 1 hora paseando entre las calles abarrotadas y no parecía que hubiera nadie necesitado por lo que se empezó a desanimar. Tenía muchas ganas de inventar algo nuevo pero sobre todo de estrenar la pluma que se había comprado. Con un suspiro se colocó mejor la bolsa y se dio ánimos a sí mismo. "Seguro que hoy estreno mi pluma nueva. Alguien habrá que necesite ayuda" pensó. Sokka, siguió caminando durante un rato más hasta que escucho un estruendoso ruido proveniente de una de las callejuelas. Rápidamente corrió hacía el lugar y se encontró con un montón de coles tiradas por el suelo en medio de un carro de madera completamente destruido. Lo único que había a parte de ese destrozo era un enorme roca y un hombre delgaducho quién gritaba y lloraba en nombre de sus coles. Sokka se acercó a él y miró el desastre

- ¿Qué ha pasado? - preguntó haciendo que el hombre se girara hacía él y le mirara con unos ojos vidriosos y unos finos hilillos de moco saliendo de su gruesa nariz

- Me han roto mi carro donde llevaba a mis preciadas coles...¡OTRA VEZ! - respondió mientras señalaba la gran roca que había en medio. - El joven observó de nuevo el destrozo y de pronto le vino una idea para acabar con el sufrimiento de aquel pobre hombre.

- ¿Qué le parece si le creo un carro más bonito e irrompible? - sacó de su gran bolso el bloc de notas, el pincel y después de mojarlo en un poco de tinta, apuntó lo siguiente: Carro, metal, Toph, elevador, coles, chachi. Cuando acabó de escribir, miró a su nuevo cliente y le enseñó lo que había escrito - Confía en mi, quedará hiperchuliriquisimo ya sabes de muy chulo barra riquisimo porque será tan chulo que la gente se acercará a ti solo por el carro y te hará vender más - argumentó. El hombre, mientras se limpiaba los lagrimones que todavía rondaban por sus mejillas asintió dandole vía libre al gran inventor a que pusiera en marcha su plan.

Después de una hora de discusión con el mercader sobre las ventajas y desventajas de lo que sería su nuevo invento, Sokka salió de la callejuela con un par de monedas y una gran idea entre manos. Ahora solo necesitaba ver a Toph.

Toph y él estaban más conectados desde que lucharon en la gran guerra. Habían pasado por tantas cosas que era inevitable que fueran más cercanos. Sin embargo, Toph seguía siendo Toph y no sabía si la idea de crear un carro con algunas piezas metálicas le gustaría.

Se dirigió de nuevo a la casa y buscó a su amiga por todas las habitaciones hasta dar con ella en un pequeño salón donde hablaba con Katara.

— Hey Toph ¿Puedo hablar contigo un momento? — preguntó haciendo que la chica se levantara algo aliviada. 
— Sí por favor! Gracias por librarme de Sugarqueen y sus melosas historias
— ¡Hey! Se las contaría a Suki pero no la he encontrado por ningún lado...— respondió la waterbender
— Como sea...te sigo Sokka — El chico se alejo unos metros de Katara con Toph siguiendole de cerca — ¿Qué quieres decirme?
— ¿Puedes hacerme un carro metálico con un pequeño dispensador de alimentos dentro que quede chulo?— preguntó a la carrerilla mientras le daba un papel con un dibujo de lo que quería. Toph lo cogió e hizo como si lo observara
— Vale, ahora en serio...¿¿Qué parte de SOY CIEGA NO ENTIENDES?! — refutó pasándose la mano por los ojos. Sokka entonces cogió rápidamente el dibujo y con "lo siento" algo avergonzado empezó a describirle su dibujo.

— Puedo hacerlo pero...Quiero el 60 % de beneficio — comunicó después de un breve silencio.
— ¡Pero la idea es mia!
— Ya, pero lo hago yo. O lo tomas, o lo dejas.

Sokka se quedó pensativo un momento hasta que calló en que el mercader no tenía ni un duro, solo le había dado dos monedas para empezar y pensaba pagarle con una provisión de coles. Sonrió y aceptó.
Iba a ser divertido cuando le pusiera en las manos coles en vez de su preciado dinero. Puede que el ganara algunos moratones pero sería divertido.






NOTA: Hey! Si queréis que el próximo capitulo sea de un personaje en específico o de un tema determinado, siempre podéis escribirmelo en los comentarios 👌

Recuerdo que Adulthood va a mostrar o tiene pensado mostrar momentos cotidianos del gaang. Cada cap será diferente y no estarán conectados entre sí ni seguirán una línea temporal determinada. Puede que el proximo cap sea de ellos mayores con hijos y el siguiente de ellos aún jóvenes.

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