Escucho a Gwen, la hermana de Harry soltar un gemido infeliz atrás de él. Ella no quiere que salga tampoco. Ella y Harry han discutido en los últimos días sobre el asunto. Odio que ellos peleen por causa mía. Tal vez ese sea el motivo por el cual él me quiere fuera. Ella quería que me quedara, pero Harry dijo que no era posible. Creo que es mentira. Él es el alfa y podría hacerlo.

Solo que él me quiere lejos.

Incluso sabiendo que es mentira, intento nuevamente sin importarme lo patético que suena:

—Por favor no me hagas ir. Prometo que voy a ser mejor— mi voz cae en un susurro aun sabiendo que todos van a escuchar de todas formas. Ellos son lobo y escuchan todo. —No voy a entrar más en tu habitación. Voy a quedarme en la mía. Por favor no me hagas ir— siento las lágrimas descender por mi rostro. Extrañamente, es la primera vez que lloré. Incluso cuando finalmente cambié de la forma de oso, yo no lloré y parecía que mi cuerpo estaba en llamas. De alguna forma eso duele más.

Cómo me torné tan cercana a él, no lo sé. Pero lo estoy. La idea de dejarlo me roba el aire de los pulmones.

Un gruñido bajo sale de su pecho y puedo escuchar a todo el mundo dar un paso atrás, pero yo no. No, yo me acerco más. Me gusta el sonido. Parece asustar a todo el mundo, pero a mí me hace sentir segura. Aun cuando el gruñido sea para mí. Quiero poner mi cabeza en su pecho y escuchar de donde el gruñido emana.

Él va hacerlo. Me va dejar aquí.

—Voy a volver mañana para comprobar que estás bien, Winnie— entonces él gira y camina a su camioneta.

Gwen se queda frente a mí tirándome a sus brazos y susurrando en mi oído.

—Tienes mi teléfono. Puedes llamarme a cualquier hora. Vengo a verte mañana también. Me voy a asegurar que estas bien establecida— ella se aparta mirándome con los mismos ojos azules de Harry. Como todo el mundo por aquí, ella es más alta que yo. Creo que los osos son bajos o tal vez sea solo yo.

—Vamos a encontrar a tu familia— intenta tranquilizarme pero no es reconfortante.

Soy un shifter oso, lo cual sé que es raro. No solo eso sino que además soy una hembra y no hay muchos shifter osos mujeres. Harry me dijo que iba a encontrar a mi familia, siendo como soy, tan rara, pero aún no lo consiguió. No me siento rara o especial. Todo lo que me siento es indeseada.

Ella me suelta totalmente y sigue a Harry entrando en la camioneta. Los veo alejarse y no consigo moverme hasta que siento una mano caliente en mi hombro. Miro a la mujer que parece estar en sus treinta años. El cabello rubio coincide con las niñas que estoy suponiendo son sus hijas. Es difícil decirlo con los shifters.

—Ven adentro querida. Voy a mostrarte tu habitación.

—Ella huele como un oso— dice una de las niñas. Su ceño se frunce como si estuviese oliendo algo horrible.

—No voy a compartir mi habitación con ella— dice la otra niña, haciendo una mueca igual a la de su hermana.

—Vas a hacer lo que yo diga. El alfa dijo que vamos a cuidar de ella y eso es lo que haremos— dice finalmente el padre. La mano de la mujer me aprieta con las palabras, las uñas clavando un poco. Ella claramente no está feliz con las órdenes del alfa.

—Ven adentro— esta vez su tono es irritado cuando comienza a empujarme hacia la casa. Quiero soltarme pero me quedo quieta. ¿Qué elección tengo? Cuando pasamos a las dos niñas en la baranda, ambas me dan una mirada que podría matar. Lejos de ser las dulces niñas que eran cuando el alfa estaba aquí.

Cuando entro, soy subida dos niveles de escaleras hasta llegar al ático. Enseguida la mujer me suelta destrabando la puerta y mostrándome el espacio. El cuarto es un revoltijo con una cama en el centro del caos.

SessionWhere stories live. Discover now