Capítulo 3 | Lunático

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—¿Que te pasa? ¡Yo no soy tuya! —lo empujé, dirigiéndome a la puerta.

—Ahora por favor vete que mis padres no tardan en llegar.

—¿Kayler y Carolina? Están muy ocupados romanceando en alguna colina de por aquí cerca. Por ellos no te preocupes.

—¿De que estás hablando? —abrí la puerta para el.

Y entonces parece entender algo.

—¿Que? —quiero saber.

—Olvídalo. Tengo hambre así que creo que saldré a buscar algo de comer. —se acerca a la puerta, pero antes de detiene frente a mi— hueles tan bien —dice— es un olor agradable. Te veo mañana, Cristine.

Y sale de mi casa.

Lo veo alejarse sin entender nada de lo que acaba de pasar. ¿Por qué Liam actúa tan raro? No lo lograba entender. Lo veo adentrarse al bosque y eso me pareció mucho más extraño, pero no le di importancia, sin embargo, cuando estaba apunto de cerrar la puerta escuché un aullido que me llegó justo a mi corazón.

¿Lobos?

Hasta donde yo sé en Lewiston no habían lobos.

Si es así, estoy en problemas. Cerré la puerta y la aseguré. Me preocupé por Liam, es decir, habían lobos ahí afuera en el bosque y él se fue solo. ¿Le habrá pasado algo? ¿Y si ese lobo lo encuentra? De todas formas no es mi problema, no es mi amigo y no lo conozco. Pero es una vida humana y una vida humana vale.

¡Ay Dios! No sé qué hacer. Me debato en si ir a buscarlo o dejar que se lo coman los lobos. Tomé mi celular y salí. No sé qué estoy haciendo pero estoy loca. Cuando entré al bosque encendí la linterna de mi celular. Había estado con mis padres recorriendo este bosque muchas veces así que me lo sabía de memoria.

—¿Liam? ¿Estás por aquí cerca? —susurré.

Escuché sonar a un búho. Había luna llena así que podía ver bien en el bosque. La claridad me ayudaba.

Esto es una mala idea. De seguro Liam ya está en su casa y yo aquí de estupida. Suspiré, deteniéndome.

—No entiendo por qué hice esto —me dije a mi misma. Iba a dar media vuelta para volver a la comodidad de mi casa pero gruñidos me hicieron detenerme en seco y mirar para todos lados. —¿Hola?

Eran gruñidos extraños. Como de un animal o como de un... lobo. ¡Dios! De seguro encontró a Liam y se lo está comiendo. ¿Que hago? Seguí los gruñidos hasta detrás de un árbol.

Alumbré.

Lo que vi: un lobo negro enorme con el hocico ensangrentado comiéndose a un pobre venado.

Grité.

Lo cual fue un error porque el lobo me miró y me gruñó.

Seguí gritando pero luego reaccioné y corrí.

¡Mierda, mierda, mierda!

Mi corazón latía a mil por hora, mi respiración estaba agitada y mi cuerpo estaba temblando.

¡Es un lobo! ¡Un lobo enorme!

Escuché un aullido.

Eso me hizo perder el control y caer. Busqué mi celular que por algún lado había caído pero no lo encontraba. Pero me detuve en seco al ver algo frente a mi, cerca. Sentí que cayeron gotas de sangre en mi mano lo que significaba que la boca del lobo estaba justo arriba de mi. Me quedé estática, sin moverme, con un miedo terrible.

El lobo gruñó.

Elevé la cabeza lentamente, poniéndome de rodillas a cómo pude. Era mi fin, era obvio que esta sería mi última noche. Una lágrima salió por mi mejilla. Estaba medio sollozando pero temía que al más mínimo movimiento o sonido el lobo me fuera a atacar.

Atrapada por el lobo (Disponible en Tappy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora