Algunas noches, cuando platicamos tranquilos por mensajes de texto, lágrimas inesperadas se escapan de mis ojos atentos a lo que escribes. Sin importar qué sea, mi visión se inunda de añoranza y el pecho me cosquillea de melancolía. Y entonces sucede; te extraño incluso cuando tengo toda tu atención.
ESTÁS LEYENDO
Mi mente no sabe que piensa en poesía al pensar en ti
PoetryDos hombres que se piensan en silencio.