Toxic Love (Wigetta)

2. Rumores

Definitivamente estaba acabado, hoy era miércoles, faltaba una hora para que las clases terminarán y podía sentir las miradas de toda la maldita escuela sobre mi espalda, no pude estar tranquilo en todo el día gracias a esa mierda que arruina la vida de todos, los rumores, pues al parecer mis buenos amigos hablaron con sus novias sobre mi situación con el chico popular De Luque, que al parecer tiene de apodo "El Duque" según para no hacer evidente que hablaban de cierta persona, pero por favor, solo movieron de lugar dos letras, obviamente sabrían quien es en poco tiempo.

El caso, es que mis buenos amigos, que ahora mismo quiero asesinar a sangre fría, se les ocurrió hablar con sus novias respecto a que yo salía con este chico, para que ellas dejarán de joder que era muy guapo, lindo y musculoso, pero ¡madre mía! Estás chicas tienen amigas, al parecer las mujeres no pueden mantener la boca cerrada cuando tienen una noticia así de impactante y van y hablan con sus amigas, pero esas amigas también tienen amigas y hoy mismo, solo pasaron 24 horas y ahora toda la bendita escuela hablaba de que "El Duque" era gay y que salía con un chico de primer semestre, muchos no me conocían, era algo aliviador, pero los que si sabían mi nombre me veían de forma rara, algunos con asco, otros con ternura y muchas...muchas...muuuuuuuuchas mujeres me veían con esas miradas que de ser posible, me matarían, las chicas de mi clase eran las principales, están durante todo el día hablaban y volteaban a verme de vez en cuando, no creo poder soportar esto.

- Bueno chicos, hoy terminaremos la clase temprano, solo recuerden salir del salón hasta que sea la hora para no meternos en problemas — dijo el profesor Luzuriaga y entonces se pudo escuchar como muchos suspiraban aliviados por la noticia, faltaban 20 minutos para la salida y yo podría jurar que el tiempo se había vuelto más lento

- Me encantan los miércoles — dijo Frank mientras guardaba sus cosas en su mochila — el profesor Luzu siempre nos deja descansar un poco —

- Y los viernes cuando nos deja llegar tarde — dijo ahora Alex quien agradecía esto por su tiempo en cama

- Yo siento un poco de lastima — susurré mientras veía como el profesor se sentaba en su escritorio y empezaba a ver su teléfono con tristeza

- ¿Y eso? — dijo Frank algo bajito mientras veía rápidamente al profesor y luego volvía a verme a mi

- Escuché que se está divorciando — dije sin más

- ¿Que? ¿Cuando escuchaste eso? — dijo Frank aún más curioso mientras se volvía a sentar en su silla frente a mi

- Hoy, cuando fui a buscar mi justificante del día que falté, lo escuché hablar de ello con una profesora, parece que su esposa es la que falló — explique mientras veía de nuevo al profesor, este levanto la mirada y al ver cómo nuestras miradas se cruzaban, rápidamente baje la vista — y pues...es triste —

- Joder...yo ya estoy acostumbrado a que mis padres estén separados, pero creo entender como se siente — dijo Frank cabizbajo

- Puff tonterías, le doy menos de una semana para que ya tenga una novia un poco más grande que nosotros — dijo Alex — tienen que admitir que es atractivo, no le será difícil conseguir a alguien más —

- No creo que sea tan fácil — dije mientras empezaba a guardar mis cosas

- Ya hablo el enamorado, amigo no creo que sea lo mismo, pero tampoco me pondré hablar de esas cosas — dijo Alex desviando el tema algo rápido — si vamos hablar, mejor hablemos de que la mitad de la escuela quiere muerto a Guillermo — dicho esto empezó a reír algo bajo con aquella típica risa extraña que tanto lo caracterizaba, me hacía pensar en delfines cada vez que se reía

- ¡Ostras chaval! ¿Tu también lo notaste? — ahí fue cuando Frank empezó a reír también mientras yo deseaba que la tierra me tragara

- Chicos, no es gracioso, casi todas las mujeres de la escuela me miran feo, hasta siento que debería temer por mi vida — dije algo nervioso y preocupado al notar que de nuevo las chicas empezaron a platicar y verme de reojo

- Tranquilo hombre, solo son chicas de preparatoria, lo más que podrían hacer es hacerte una broma o decirte algo por tus redes sociales — dijo Frank restando importancia al asunto

- Tiene razón, algunas están algo locas, pero tampoco hay de que preocuparse — hablaban como si ellos fueran el del problema, pero yo a parte de tener a media escuela mirándome con odio, estaba la situación de que había un chico que ni siquiera conocía siendo tal vez hasta agredido por pensar que era homosexual

El timbre de salida sonó y entonces todos en el salón empezaron a levantarse de sus lugares, yo procuraba sentarme hasta el final de la fila así que era de los últimos en salir, junto con el profesor, este seguía en su escritorio, observando su celular y parecía escribir algo en este, poco a poco todos empezaron a salir y yo me puse de pie frente al profesor quien al notarme alzó la mirada

- Que tenga un buen día profesor, gracias por su tiempo — es lo que dije para recibir una leve sonrisa de su parte

- Gracias, igualmente joven Díaz — dicho esto camine hasta la salida y me detuve en seco al ver cómo mis amigos me veían desde la puerta algo pálidos, parecía que habían visto un fantasma, yo algo confundido les mire y me hicieron extrañas señas con la mano

- ¿Que pasa? — dije al no entender lo que sucedía y entonces salí del salón, seguí sus miradas y sentí como mi corazón se detenida, literalmente, al ver aquel castaño recargado contra la pared — ¡ahh! Estemmm... — mi cuerpo empezó a temblar y podría jurar que ahora mismo no tenía lengua pues no sabía que decir, ni siquiera sabía su nombre, solo su maldito apodo

- Bueno, creo que los dejamos solos — dijo Alex algo nervioso y antes de que pudiera decir algo ambos chicos salieron corriendo dejando solo con aquel chico

- Ho-hola, Duque-digo, De Luque — dije mientras mi voz temblaba, el castaño era más alto que yo y definitivamente imponía su estructura corporal, llevaba un suéter algo suelto y aún así podía notar que estaba trabajado

- ¿Díaz, verdad? — pregunto y rápidamente asenti, estaba nervioso, capaz era un maldito homofóbico y ahora quería matarme por hacer que todos creyeran que era gay o algo así — creo que debemos hablar — dicho esto camino hasta la salida de la escuela

- Si, señor — dije como si se tratará de mi sargento y camine con todos los músculos de mi cuerpo tensados, ¿Debería despedirme de mis padres? ¿Hacer una carta de suicidio? ¿Que haría con mi cuerpo? ¿Moriré virgen? ¿Ahí te voy San Pedro? Maldición, estaba muy nervioso, de no ser porque ya era un chico de 16 años, probablemente ya hubiera mojado mis pantalones del miedo

El castaño camino fuera de la escuela y yo solo lo seguí sin decir nada, tal vez me estaba llevando al lugar perfecto para esconder mi cadáver, pero solo estoy exagerando, no creo que me asesine ¿O si? Aunque de no morir, era más probable que me lleve una golpiza muy dolorosa, pero me lo merecía por maldito mentiroso.

Después de un rato pudimos llegar a un parque, este se encontraba solo y era un poco pequeño, algo confundido por el lugar tan público al que me había llevado, observé como el castaño se sentaba en una banca que era cubierta por la sombra de un árbol frondoso, yo me quedé de pie frente a él y podía sentir como me observaba de pie a cabeza, haciéndome temblar aun más.

- Bien, me llamo Samuel De Luque, ¿Tu como te llamas? — rompió el hielo con su voz algo sería y de hecho me sorprendía que esta fuera algo aguda

- Mi n-nombre es Guillermo, Guillermo Díaz — no podía dejar de temblar mi voz, toda mi espalda dolía al no poder relajarme

- ¿Cuántos años tienes? —

- 16 — respondí algo tímido y baje la mirada algo intimidado

- Vaya, eres un año menor, eso genial — dijo con una falsa emoción

- Podemos llegar al punto — dije algo irritado por su tono de voz

- ¡Oh! Directo al grano, me gusta — dicho esto se recargo sobre el respaldo de la barda, extendió uno de sus brazos sobre este y cruzo las piernas — entonces dime ¿Que carajos pasaba por tu cabeza cuando dijiste que yo era tu estúpido novio? — dijo ahora con un tono tan frío y serio que sentí que me congelaba

Hora de mi muerte, 3:17 pm, lugar del incidente, la caja de arena, ¡Ah! Pero tenía que impresionar a mis amigos, grande Guillermo