La base de Zim no estaba hecha un desastre como se esperaría después de dejar a Gir y Minialce solos durante meses, puesto que, éstos dos nunca estuvieron solos.

El Irken sí los tenía bien vigilados.

No deseaba estropear otro plan, los mantenía a raya (en especial a Gir) e iba cada que podía, resultando en realidad en casi todas las tardes, Zim en su base se había vuelto más severo con sus sirvientes, mostrándose enojado y regañón cada que cometían una falta, ya fuera a la misión o a su persona.

Había estado desarrollando un plan, estudiando a fondo cada detalle de éste, asunto que fue lo que le consumió enorme parte del poco tiempo que tenía semana con semana, de las 168 horas que podía albergar siete días, solamente tenía unas cuarenta para llevar a cabo progresos.

Nueve meses habían pasado desde que había comenzado su noviazgo con Dib, y aún esperó dos para irse a infiltrar a su propia base, tenía la confianza del azabache en la palma de su mano.

Reía y reía, hasta que la computadora comenzó a emitir una alarma, había entrado alguien.

Alzó una ceja y exigió que le mostraran al intruso, el azabache avanzaba fúrico por su sala. Expulsó un pequeño chillido y abrió sus ojos enorme, respiró, siempre tuvo presente un plan para una ocasión así, sólo debía actuar normal.

Se colocó su disfraz y subió a la cocina, colocándose frente a su novio, Zim llevaba consigo una sonrisa asomada por la comisura, ahora reconocía esa estúpida sonrisa.

— ¿Qué pasa Dib? — Cuestionó en un aire de encanto, el azabache respiró y ahogó el nudo de su garganta, te están mintiendo, repetía. — ¿Amor? — Insistió al ver que no despegaba sus orbes de él, unos que ardían en dolor y furia. —. . . ¿D-Dib? — Su sonrisa se desvaneció, estaba muy confundido.

— ¿Cuál es el caso? — Interrogó entre dientes al haber jalado de su falsa melena a Zim, llevando consigo a una de sus antenas, había sido muy fuerte, comenzó a quejarse.

— ¿El c-caso de qué? — Tartamudeó intentando zafarse, el más alto lo jaló más fuerte.

— Tú sabes de qué, estúpido enano verde — Espetó grave, la sangre Irken paró y su rostro reflejó la preocupación misma. — ¿Qué haces aquí, Zim? ¡¿Qué haces mintiéndome?! — Alzó su otra mano para tomar fuerte la antena en libertad, el de pieles verdes sujetaba su cabeza, palpitaba por el dolor.

— Y-yo no te he mentido. . .

— ¿Y qué haces aquí entonces?

— Sólo quería venir, recordar viejos tiempos. . . —Fue interrumpido.

— ¿Tiempos en que nos odiabamos?

— S-sabes que no así. . .

— ¡¿Y por qué no avisaste?! — Volvió a jalar, Zim cerró los ojos jadeante.

— P-p-porque pensé que te podrías enojar. — Argumentó pobremente, hasta le hizo gracia al azabache.

— Que idiotez. . . — Soltó un poco su agarre, haciendo pensar al mas bajo que le había creído, pero cuando trataba de zafarse, reafirmó el agarre, atrayéndolo más a sí, para escucharlo. — Tú nos mentiste a mi padre y a mí, y quiero saber qué has estado haciendo estúpida insignificancia. . . y tal vez, te tenga piedad. — Falsificó, de ninguna, ninguna manera tendría clemencia.

—. . . Agh. . . — Quejió, estaba en una situación muy apretada, estaba seguro que el humano sería capaz de arrancar estás extremidades tan delicadas, estaba seguro que un poco más y se desmayaría. — T-Te puedo explicar, p-pero suéltame por favor. — Dib exhaló y suavizó el agarre, los actores ojos del Irken le convencían, su amor no se pudo esfumar, solamente ocultar, edad lágrimas, no podía ignorarlas.

En ese momento de debilidad fue que los ojos de Zim brillaron y su sonrisa mentirosa regresó.

Je te l'ai dit, tu as ce sourire

Au coin des lèvres quand tu mens

Tu t'imaginais pouvoir t'en sortir

Encore et encore facilement

— ¡Computadora! — Todo el ambiente de tensó cuando unos tentáculos salieron del techo y jalaron a Dib de su gabardina, pero éste no se fue solo.

Zim instintivamente sacó sus prótesis para tratar de mantenerse en la base, pero el dolor del agarre y desgarre lo hizo desfallecer, cayendo dormido, su cabeza se había tornado rojiza e hinchada. Ambos salieron de la casa, y con Zim inconsciente Dib aprovechó y lo metió a su carro, lo sujetó bien con el cinturón de seguridad y aceleró.

Les mostraría, a todos, que Zim era un extraterrestre, tal vez lo gozaría, ese gozar tan extravagante, ese que te duele, arde, pero a fin de cuentas, disfrutas.

No lo volverían a llamar loco.

Je vais devoir éteindre les flammes par les flammes

*  *  ° *  *   ° *  *   ° *  *   ° *  ️*   ° .️ 🌌 • ✍️

Yo al leer cada línea de Zim: Que putOooOOoOoo

Oigan que bonito separador me acabo de aventaaaar

Cariños, ¿cómo están? Yo feliz, ¿qué les pareció? Por favor díganme qué le parecioooo

Es que, putísima madre me encantooooo

Es tan anoajgogb

MAS DE 4000 PALABRAS BEBÉ

Amo esta canción, y hacerle un one-shot fue tan maravilloso, además de que, aaah, le puse mucho amor, muchísimo amor, así que, amenlo porfa uwu

¿Y qué han hecho? Yoooo anhelando otras vacaciones, por qué no.

Pinche huevona ;;;

Pero, jajaja, mejor ya no los entretengo, no tengo mucho que decir.

Los aprecia con el alma, quiere como a ninguna joya, y ama con el corazón. . .

Cʜᴏᴄᴏ❣️

T͜͡w͜͡e͜͡n͜͡t͜͡y͜͡ S͜͡o͜͡n͜͡g͜͡s͜͡-s͜͡h͜͡o͜͡t͜͡s͜͡  ❣︎Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt