T͜͡w͜͡e͜͡n͜͡t͜͡y͜͡ S͜͡o͜͡n͜͡g͜͡s͜͡-s͜͡h͜͡o͜͡t͜͡s͜͡ ❣︎

Brisé

Esperando no ver, nunca más a cierto personaje.

Encore une fois j'ai dû disparaître

[ • ✴️ • ]

— ¿Seguro que no quieres que  renuncie? Tengo más propuestas profesionales, y no es difícil conseguir otra. — Comentaba en una mañana probándose una gabardina nueva que le había regalado su novio.

Había pasado una semana desde el incidente.

— Debes aprender a no combinar tu vida personal con la profesional. — Comentó mientras bebía un batido de chocolate previamente preparado por su novio.

— Tú eres más importante que ambas cosas. Eres mi vida.

Zim sonrió por la comisura.

— Gracias, pero, aún así, prefiero que estemos bien. En todos sentidos. Me gusta esta vida — Lanzó una cereza al aire y la atrapó con los dientes.

Dib sonrió y asintió, despidiéndose, declarando que ya no era necesario que lo acompañara y esperara, que le llamaría cada llegara y saliera de su trabajo.

Zim se quedó solo.

Esperó unos minutos después de la salida de Dib y salió con batido en manos tomó un rumbo diferente a aquel que acababa de salir.

Muy diferente, sin embargo, no abandonado.

[ • ✴️ • ]

El azabache se encontraba sentado en su espacio de trabajo, estaba viendo el movimiento de células de una nueva clase de mariposa, sus colores le recordaban a su pareja.

Tan concentrado que estaba que ni notó cuando una presencia llegaba a hacerle compañía, veía contento los pigmentos, desviándose de su tarea de hecho.

Dió un salto cuando sintió que tocaban su hombro, en especial, una prótesis robótica, cubierta por un guante de látex.

Se dió la vuelta y con impotencia se alejó de su padre, no quería verlo ni en pintura.

Aún cuando sus ojos estaban permanentemente cubiertos, podía percibir que le miraba con seriedad, y más allá de aquellos cristales, se veía la lastima.

— Hijo, tenemos que hablar.

— No, ¡yo ni siquiera te quiero ver! ¡No quiero saber de ti por el resto de mi vida, ¿entiendes?! — Se acercaba intimidante, aunque a su padre no le causaba un gran temor.

— ¿Por qué? ¡¿Porque séla verdad que le haces a ese pobre chico?!  ¡Seguramente por eso no ha venido contigo! Hijo, por favor, no eches tu vida a la basura con actitudes violentas, estoy seguro de que eres más que eso. — Las facciones del menor tomaron un rumbo totalmente diferente, no entendía a qué refería, pero, ¿su padre trataba de desviar su atención o algo así?

— ¿De. . . De qué me estás hablando tú?

— Dib, por favor, acepta tu culpa. . .

— ¡¿Culpa de qué?! ¡Si tú fuiste quien. . . !— No se atrevió a terminar, simplemente le parecía tan inhumano de su parte haber intentado abusar de Zim.