—¿Te llevo a casa, bonito?— asintió, cambiándose a la par que intentando limpiar las manchas que su semen había dejado en sus prendas—

(...)

Lo había llevado a casa y ¿qué?

¿Qué seguía después en su mentira?

Se había perdido tanto a sí mismo por satisfacer a su familia.

¿Realmente quería estudiar administración?

¿Realmente quería tener pareja?

¿Realmente amaba haber dejado de ser vírgen?

¿Qué ha hecho por él? Se preguntó a si mismo, sentado en su desgastada silla, frente al pequeño escritorio donde hacía sus deberes escolares.

Quería llorar, pero sus lágrimas no salían. Sólo sentía arder su pecho de impotencia.

"Los hombres no lloran"

"Debes aguantar como un macho"

"Siempre lloras por estupideces"

Entre sus tantas divagaciones y lamentos, tomó papel y lápiz, dejando todo fluir. Todo su sentir. Estaba dejando cada partícula de su ser en ese pedazo de papel. Sólo estaba buscando al YoonGi real, aquel que lo salvará de esa absurda fantasía que creó para los demás.

(...)

Había tenido tanta suerte de que sus canciones habían sido un éxito, en menos de lo que esperaba muchísimas empresas querían hacerle un contrato. Y sin contar que sus familiares le intentaban lamer las botas. Apesar de que se habían burlado de sus primeras canciones de maneras que realmente lo hirieron.

Negó todas las propuestas y empezó a crear su propia compañía.

El primero que firmó contrato con él, había sido un chico con excelentes calificaciones y con una gran inteligencia, Kim NamJoon.

Habían llevado una gran amistad, pero con la unión de muchos más artistas a la compañía, la amistad fue apagándose poco a poco. Hasta el punto dónde sólo hablaban para temas de trabajo.

Después había llegado su actual mejor amigo y socio, Jung HoSeok.

Su vida iba tan bien. Sus artistas estaban siendo la sensación del momento, incluyéndolo. Tenía una bellísima novia que era modelo de otra compañía.

—No me hiciste nada de comer— recalcó YoonGi al entrar a su departamento—

—Estaba trabajando— quitó importancia a lo otro— pero sabes, puedes tener primero el postre— posteriormente a eso, dejo caer su bata al piso, luciendo su escultural cuerpo con un conjunto de encaje— sólo para ti, provecho—

Se la estaba chupando y mierda se sentía perfecto, pero hubo algo que lo sacó de su mundo y que se alejará espantado.

Su novia había metido un dedo en su ano.

¿Qué mierda?

—Nunca más hagas eso. Eres tan asquerosa— exclamó asustado—

¿D o M? M.Y.G (TERMINADA)Where stories live. Discover now