Capítulo 81.- Mujeres de plastilina

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- ¡NIÑAS! - Chaeyoung pensó que eran sus salvadoras – Que bueno que llegaron, sáquenme de aquí por favor...

- Buen día mami – saludaron las jovencitas sin prestarle demasiada atención al pedido de su madre – ¿Ya le elegiste la ropa que se va a poner mami para ir? – le preguntaron a Mina

- Aun no ¿por? – Mina se estaba maquillando

- No puede ser nada demasiado llamativo... - dijo Heejin, las niñas todavía tenían a las arpías de sus compañeras porristas mirando a su madre.

- Nada que marque su trasero – agregó Chaeryeong

- Y mucho menos algo que deje ver sus tatuajes – Ryujin entraba a unirse con sus hermanas

- ¡RYUJIN! ¡RYUJIN! ¡SALVAME! – Chaeyoung aclamaba por ayuda

- Hola mami – saludó la otra melliza y volvió a unirse a la conversación de la rubia

- ¡YA SE! ¡YA SE! – Chaeryeong saltaba entusiasmada – ¡UN VESTIDO! – tiró la idea. Chaeyoung giró los ojos y la dejó seguir hablando, ni que les fuera a hacer caso. La última vez que la trataron de vestir se terminó poniendo todo lo contrario.

Mientras su esposa y sus tres hijas discutían la forma de vestirla, Chaeyoung captó a la menor de sus hijas mirándola desde el marco de la puerta. Yuna estaba totalmente abrazada al marco y la miraba batiendo sus pestañas a un ritmo incalculable, esa niña era la perdición de la morena

- ¡Muac! – Yuna le tiraba un beso y se escondía detrás del marco, Chaeyoung solo la miraba sonriente - ¡Muac! – Yuna volvía a dejarse ver para tirar otro beso y después volverse a esconder

- ¡Muac! – otro y... en un abrir y cerrar de ojos la más chica de las Son Myoui corría hacia la cama para sentarse en las rodillas de su madre. La corrida de la niña fue seguida por Mina y sus hermanas.

- ¿Te gustaron mis besos? – le pregunto la pequeña

- Me parece que no me llegaron – le dijo la morena tratando de no reírse por la cara de preocupada de su hija

- ¿No te llegaron? – se puso un dedo en la boca mientras pensaba

Chaeyoung negó con su cabeza – Tal vez me los tengas que dar personalmente – le dio la idea y vio como la sonrisa de la niña iba en aumento.

El lobito sacaba su mejor cara de picara a jugar - ¿Quieres mis besos? – le preguntó como si estuviera a punto entrar en una ronda de negociaciones.

- Quiero todos sus besos señorita – contestó su madre celosamente

Yuna la examinó inquisitivamente como tratando de ver si estaba bromeando o no – No puedo darte todos – le dijo tratando de mantenerse seria

Chaeyoung levantó sus cejas y se hizo la enojada – O si... tus besos son todos míos lobito, y no los pienso compartir con nadie – aseguró

- Esta bien... - la niña aceptó lastimosamente, pero algo se traía entre manos – Pero primero tienes que darle un beso a mi dedito – le puso su dedo índice cerca de la boca.

- ¡Muac! – Chaeyoung besó su dedo.

- Muy bien – la felicitó dándole unas palmaditas en la cabeza, las demás rubias de la habitación tuvieron que aguantar la risa

- Yuna no soy tu perrito – le recordó la morena, el lobito se tapo la boca con su mano aguantando la risa

- Ahora tienes que besar mi piecito – se paró cerca de su madre y agarrándose de sus hombros levantó su pierna para dejar su pie a la altura de la boca de su madre

[ MICHAENG ]Cuando, donde y como el amor quiera | adaptaciónWhere stories live. Discover now