Capítulo 5

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Era un día fabuloso en el Ducado Rose, los pequeños pajarillos cantaban y se podían ver muchas flores germinando en estas épocas. Habían grandes noticias en todo el reino de la supuesta caída del Vizcondado Velsamet, el vizconde Carlos había perdido una gran fortuna en los casinos y seguido de esto sus dos barcos comerciales se hundieron dramáticamente destruyendo todas sus mercancías. Que pena por la joven Vizcondesa Lauren... Recién casada y con una gran deuda. La fortuna que perdió en los casinos hizo que vendiera su último barco comercial dejándolo sin fuente de ingresos, ahora un bonito barco espera en un pequeño muelle de mi propiedad, El Ducado Rose nunca se especializó en el comercio fuera del reino ¿Pero acaso no es una oportunidad este pequeño disturbio?. Reí bajito poniendo la taza de café en mis labios. La sala estaba vacía y silenciosa, relajante... Pero un picoteo me puso los pelos de punta y fruncí el seño. Tragué saliva y dejé la taza en su lugar, caminé hacia la ventana sintiendo un pequeño  Déjà vu y una ave conocida se asomó.

"¿¿Te diviertes??"

Un cosquilleo me alarmó por completo

- ¿Cómo sabes que fui yo? - Mis labios temblaron - ¿Cómo sabes que estoy aquí? Es un poco.. - Tragué saliva - Escalofriante - dije  Sonriendo, negé aún manteniendo mi sonrisa. Tres veces en un mes. ¿Ahora somos amigos de carta? Sería maravilloso pero no quiero tener vínculos ahora, menos de la persona que me prometió matarme, sería muy turbio de mi parte y mira quien lo dice. Guardé mis pensamientos y decidí hacer algo que no hacía hace mucho tiempo, quizás esto despejé mi mente. Salí de la habitación, estaba descalza así que cuando abrí la puerta los hombres se asustaron. ¿No es esto ya común?.

- Alisten mi carruaje.

Una niña linda vino a mi encuentro. Seguramente tenía al menos unos 16 años, sus rasgos eran delicados y amables. Era como una margarita simple y hermosa.

- Belinda ¿Cierto? - La niña asintió sin poner una expresión en su cara.

Es extraño que sepa el nombre de una de mis criadas, pero ella resalta mucho para poder olvidarla, menos si esta niña tiene una triste historia, podria entrar en el libro de peores historias después de la mía por supuesto.

- ¿Cómo va tu quemadura? - No la miré a los ojos más sólo miraba mis pies descalzos mientras me abotonaba el vestido.

- Muy Bien mi señora, gracias a su tratamiento la herida va mejorando.

- Me alegra...

Belinda, sin apellido. Una joven huérfana prostituta que fue quemada viva después de ser acusada de bruja. La mujer pudo escapar de las llamas y mientras agonizaba del dolor en la calle de el centro, alguien le extendió su mano y la llevó consigo. Con la mitad de su cuerpo quemado aún sigo considerando que su belleza no se acaba. Grandes ojos Azules y un hermoso cabello rubio, pequeña, frágil.. Vulnerable. No habla mucho, ella está rota.

Cuando estuve lista mi reflejo en él espejo me deprimió, era una mujer llena de cadenas y espinas que clavaban la carne de su cuerpo.

- Esta bien, gracias por tus servicios, puedes volver a tus aposentos. - La niña dio una reverencia y salió. Mi sonrisa se fue borrando de poco a poco y salí de la habitación también después de un rato.

Un carruaje bonito me esperaba, el cochero y el mayordomo firmes como estatuas miraron hacia abajo de inmediato con mi presencia. La mano del hombre se extendió a mi ayuda y entré al carruaje para emprender mi pequeño viaje a la ciudad. Usualmente visitaba cada tres meses la ciudad Rose, tenía que ver con mis propios ojos mi trabajo, aunque mis súbditos son fieles un jefe Siempre tendrá que confiar sólo en si mismo. No vengo desde unos nueve meses así que veamos como va todo.

Rosa de LunaWhere stories live. Discover now