Lidiando con los Todoroki

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La mañana en la residencia de los Todoroki había empezado algo extraña, pero en el transcurso de ella, digamos que las cosas se tornaron un poco más interesantes gracias a una chica albina con mechones rojos.

- ¡¿Qué?!

- ¡Por favor Shoto!

Fuyumi le había pedido de favor a su hermano menor que fuera de compras por unas cuantas cosas que había olvidado traer después de haber visitado a su madre. El Todoroki menor estaba más que en desacuerdo con su hermana, no quería que ella y su "inesperada compañera" se quedaran solas en la casa, no sabía que podía pasar y no quería averiguarlo.

- ¡Anda! -Lloriqueó un poco- ¡Las necesito para la cena!

- ¡Debiste traerlas! -Respondió el joven con disgusto.

En otras circunstancias, Shoto no tendría inconveniente con ir, pero dado que su hermana había llegado ése día y los había encontrado en una situación muy comprometedora y que Fuyumi estaba más que insistente en averiguar más sobre la pelinegra, lo llenaban de una preocupación anormal para su edad.

- ¡Por favor Shoto, te lo pido! -Hizo un gesto de súplica con voz chillona- ¡Cocinaré soba si vas! ¡Te lo prometo!

Entonces algo en su interior hizo Click.

- ¿Enserio? -Preguntó intrigado.

La albina asintió repetidamente con una gran sonrisa en cara mientras que el mitad y mitad ya estaba más tranquilo.
El soba frío siempre lo ponía de buenas en cualquier situación y Fuyumi lo aprovecharía.
No protestó más y se lanzó corriendo a por los ingredientes junto con otras cositas que su hermana anotó en una lista.

Shoto era alguien inteligente, pero había algunas veces que podía ser fácilmente manipulado o muy despistado.

La Todoroki mayor recordó lo que hacía momentos atrás y se apresuró en ir corriendo al piso de arriba a ayudarle a la chica de cabello negro.

- ¡Ay perdóname Momo-chan! -Gritó agitada viendo como doblaba la ropa que tenían en una cesta- ¡Me distraje con Shoto!

- No pasa nada Fuyumi-san -Sonrió gentilmente a la albina.

Se apresuró en ayudarla con la ropa, no era mucha, pues sólo vivían ahí ella y su pequeño hermano, mientras que Natsuo y Touya vivían aparte por eso siempre era muy grato verlos; además no se ponía exigente con reunirse más seguido, porque estando juntos los cuatro parecía un manicomio o un tianguis con mucho relajo.

Si era sincera consigo misma, estaba algo nerviosa como Shoto por la reacción que ellos tengan con su invitada, suponiendo que no tengan una relación o algo entre manos todo fluirá bien.

- ¿Dónde pongo ésto Fuyumi-san? -Levantó levemente la ropa que tenía entre sus manos.

- En el cajón de allá por favor -Señaló. Yaoyorozu asintió alegre y fué a acomodarla.

- Momo-chan... -La llamó sin poder ocultar su curiosidad por más tiempo.

- ¿Qué ocurre Fuyumi-san? -Preguntó después de dejar toda la ropa en el cajón.

- ¿Qué eres para Shoto?

Decir que la había sorprendido era poco, porque realmente brincó y casi se golpea con el borde de la cama, sin mencionar que estaba roja como un tomate.

- ¿A-Ah que viene la pregunta Fuyumi-san? -Intentó disimular pero lo único que hacía era verse más adorable.

- Sólo curiosidad... -Acomodó sus lentes y continuó hablando- Sabes... mi hermano no suele traer chicas lindas aquí y si te trajo es por algo...

Pulchra Mihi Nympha || TodomomoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora