A por todo

2

Un grupo de jóvenes amigos iba caminando en dirección al pueblo Kimpokiyo.

- ¡No puedo creer que hayas echo eso Inuyasha! - Regaño Kagome, mientras llevaba cargando a Shippo.

-Eso, Inuyasha idiota- shippo saco la lengua en dirección al mencionado.

- ¡Maldito renacuajo! – Se acerco arrebatándolo de los brazos de kagome y sacudiéndolo en el aire.

- ¡Inuyasha!, abajo - Lo esperado por todos sucedió, su cara fue a estrellarse contra el suelo dejando a shippo libre.

- ¡Kagome, deja de hacer eso! – se levantó del suelo mientras que pequeños pedazos de tierra caían de su cabello

- ¿Qué cosa?, oh, hablas de eso, abajo- De nuevo su cara termino en el piso. - Abajo, abajo abajo, ¡Abajo! – Su cuerpo entero fue lentamente enterrado

-Parece que hoy están más animados que otros días-

-Lo se Sango, ya decía yo que era mala idea gritarle a la ancianita esa- Miroku cerro los ojos mientras negaba con su cabeza y con sus hombros levantados pensando en que ya no se le podía hacer nada.

-Date de gracias que estoy de buenas y que ya me voy a casa- Kagome con los brazos en su cintura se dio la vuelta ignorando el cuerpo inerte de Inuyasha.

-Nhg- levanto la cabeza adolorido, pero acostumbrado- Vaya actitud la que te cargas el día de hoy, ya decía yo que tenía gases-

- ¡ABAJO! -

- ¡AHG! -

-Inuyasha, ¿cuándo aprenderás? -Miroku volvía negar con la cabeza.

Inuyasha se levantó del suelo usando sus manos como apoyo y como pudo se sentó, con su ceño fruncido sacudió la tierra de su cabello.

-No es mi culpa que su temperamento sea el de un demon...- No pudo terminar su oración.

Una oleada de aire pego en su cara trayendo con él un curioso olor el cual era imposible ignorar, un olor realmente fragante, refrescante, delicioso, no había palabras para describirlo. Se había distraído, en su vida había olfateado algo como eso, sus orejas se irguieron, su cola empezó a sacudirse de un lado a otro, su piel se enchino y un gran escalofrió le recorrió la columna. (siempre me gusto imaginar a inuyasha con cola :3)

- ¿¡Que dijiste!?- se volteó bruscamente su pelo se levantaba como si le valiera la ley de la gravedad y alrededor de ella había una aura aterradora y oscura.

Inuyasha no lograba escuchar bien lo que Kagome decía, todos sus sentidos estaban concentrados en encontrar el origen de ese olor.

- ¿Inuyasha? – Sango pregunto, sin respuesta alguna solo pudo voltear con sus compañeros de viaje y negó con la cabeza.

- ¿Acaso te volviste más idiota de lo que ya eras? - shippo corrió a esconderse detrás de kagome esperando el tan acostumbrado golpe que posiblemente recibiría de parte de Inuyasha, pero este nunca llego - ¿Inuyasha?, Inuyasha- este solo seguía volteando para todos lados y su cola parecía moverse cada vez más rápido- eso significa que me puedo quedar con su parte de la comi...- Shippo no pudo seguir hablando cuando un olor llego a su pequeña nariz ocasionando que se quedara en la misma situación que Inuyasha.

Nadie entendía que estaba pasando, Inuyasha solo estaba ahí moviendo su nariz cual perro, y ahora shippo también parecía estar hipnotizado.

- ¿alguna tiene idea de lo que está pasando? – pregunto Miroku, la primera en contestar fue sango