ᴅᴇ ɴᴜᴇᴠᴏ ¿16? | ғɪɴᴀʟɪᴢᴀᴅᴀ

ᴠɪsᴛᴀᴢᴏ

—Y como solías llamarme—

—Hyuga— Hinata parpadeo inconscientemente —Contigo, no tengo excusa— respondió de inmediato —Simplemente, me pareció normal llamarte de ese modo —

—Entiendo— en verdad lo hacía, raramente en el pasado muy pocos solían recordar su nombre.

—Y aun ante todo pronóstico, lograste cautivarme— Sasuke agrego manteniendo aquella postura desinteresada —Aunque debo admitir, que al principio me pareció falsa tu actitud, creí que se trataba de un patética treta para llamar mi atención— Hinata se cuestionó aquello —Después de aquel tiempo juntos, entendí que tu interés nunca fue el mantenerte en mi mira, de hecho solías esconderte detrás del chico perro, como una torpe manera de escabullirte de mí— Sasuke sonrió genuinamente, como alguien que recordaba un muy atesorado recuerdo —Una noche, logre escabullirme en tu casa de campaña, te cuestione el tan poco interés que solías demostrarme y tu simplemente me golpeaste con el Juken.

Hinata abrió enormemente sus bonitos ojos.

—Sí, lo hiciste justo aquí— Sasuke señalo el lugar y Hinata acerco su mano instintivamente —Intente detenerte, pero eres realmente ágil y recuerdo que lograste paralizarme el brazo, Soltaste un verdadero grito de horror cuando termine encima de ti— al escuchar lo último, Hinata retrocedió su mano.

— ¿Paso algo más?—la simple insinuación puso en alerta al azabache.

—No, realmente tanto el chico perro como el raro me mantuvieron en extrema vigilancia— Hinata agradeció a sus amigos, por siempre procurarla y a su vez Sasuke arrugo su entre cejo —Y bueno con el brazo completamente paralizado, no pudo pasar mucho— la respiración del azabache se estableció —No tuviste intensión de repararlo hasta que estuvimos de vuelta en la aldea—

Aquella habitación se llenó de recuerdos atesorados y otros bastantes dolorosos junto a una que otra confesión apresurada.

Hinata se detuvo, admirando al azabache mientras este apasionadamente le relataba su primera y peor cita. Al verlo sonreír fue capaz de entenderlo, aun con sus recuerdos perdidos.

Sasuke... En verdad la amaba.

[...

Sasuke sintió frio y en automático abrió los ojos, que se asustara por el simple contacto del frio azulejo hablaba muy mal de sus habilidades ninjas. Miro de reojo a su alrededor como venía haciéndolo todas las mañanas esperando a ver a su pequeña Esposa en la cocina mientras entre susurros tarareaba una cancioncilla.

Pero su asombro fue claro, cuando no logro verla. Aquella era realmente extraño, si bien existía la posibilidad de que aun estuviera en cama. Pero aquel pensamiento fue negado de inmediato ahí justo encima de la mesita reposaba un diminuto papel que había sido delicadamente doblado.

—Hinata— musitó, mientras lo sostenía temiendo que aquello se tratara de una corta, pero dolorosa despedida.

Antes de abrirlo por completo, Sasuke repaso su actitud nocturna, y aunque por más que lo pensaba no recordaba haber visto malestar o incomodidad en la mirada de su esposa, así que sin más lo abrió.

—Volveré, más tarde... Te prepare el desayuno— Y aunque su alma regreso de inmediato al leerlo último, Sasuke suspiro profundamente realmente dolido, siempre que creía haber avanzado un poco, su dulce esposa terminaba por romper esa frágil esperanza y no era que le molestara el hecho de que visitara a su maestra, de hecho estaba más que agradecido. Es solo que siempre que Sasuke la veía sonreír tan genuinamente para con él, ella solía salir corriendo a la mañana siguiente, como si deseara olvidarlo por completo.

Resignado, por pasar un largo día en solitario. Sasuke se preparó para salir.

[...

Hinata camino deprisa si bien las miradas de los Aldeanos, poco le incomodaban deseaba hablar con su maestra de inmediato, Sobre el sentimiento que las palabras de Sasuke le habían causado.

Tus ojos, Tus labios, Tu sonrisa, Hinata...Yo te am... Te admiro.

—Hinata-chan— Sakura grito tan fuerte que le fue imposible escabullirse —Hinata-chan— volvió a hablar, estaba vez elevado sus brazos, lo cual la hicieron detener en automático.

—Sakura-chan— Saludo con cortesía, en su rostro era evidente la felicidad con la cual estaba llevando su nueva vida.

—Te tomas algo— aunque se pareció pensárselo, no tuvo otra opción más que aceptar pues la pelirosa ya la estaba arrastrando por el lugar.

Ya una vez dentro del local, Sakura tomo el menú indiferente de toda la atención, que estaban recibiendo.

—Es un poco incómodo verdad— Sakura cuestiono, aun con el menú por delante —La atención, aun no puedo asimilarlo por completo — y ante todo pronóstico, Sakura la chica fuerte y segura de sí también la había pasado mal —Creo que al final, yo haría lo mismo— admitió entre risas —Después de todo, no pasa nada realmente interesante, la vida de los Aldeanos debe ser aburrida—

Hinata asintió aunque torpemente y Sakura la vio con aquella mirada dulce, de siempre.

—En verdad, no ha podido asimilarlo— los ojos jade se enfocaron hacia ella.

—Supongo que me es difícil, algunos suelen ser muy poco discretos— Hinata agacho la vista y el rubor subió ligeramente.

Sakura la miró con un poco de lastima, como si se tratara de un cachorro herido —Lo entendiste todo mal— le guiño un ojo, mientras en un papelito escribía su orden.

Hinata la imitó, sin prestarle mucha atención a sus palabras, mientras depositaban sus papelitos en aquella maquina extraña que los succionaba,

Sakura retomo el tema —Me refería a lo otro—

Hinata estuvo segura que su expresión hablo por ella, pues la linda chica delante suyo le sonrió de tal manera, que la hizo sentir incomoda.

—Sasuke— respondió —Me refería a el—

—Oh! Supongo que al menos lo estamos intentando— respondió muy por debajo que incluso a ella le costó comprender sus propias palabras —No, digo que Sasuke-san me sea indiferente— Sakura abrió muy grandes los ojos, así que tuvo que aclarar su punto antes de que la chica de ojos Jade, los imaginara completamente desnudos —Es, solo que— incapaz de terminar con su oración miro a su alrededor en busca de ayuda.

—No podías asimilarlo— Sakura termino por completar sus palabras —Lo sé, Hina me sucedió lo mismo. Cuando Naruto se presentó justo después de que salieras con Sasuke-kun, no lo deje tranquilo hasta que cuestionarle las razones— tomo aliento y Hinata lo recordó, aquel mismo día donde se había despedido en silencio de su primer amor, para seguir al que se había convertido en su Esposo— No, me malentiendas— Hinata cambio de expresión —Naruto, siempre fue lindo, aunque bastante torpe, pero no fue hasta que nos sentamos uno al frente del otro, que lo comprendí por completo —El mesero llego con ambas órdenes y las deposito delicadamente —Siempre fue el, Siempre fue Naruto—

— ¿Fue así de Fácil?—

—Lo fue, es solo que no podía verlo— Sakura tomo el helado —Y creo que mi amor por él, solo se fue incrementando conforme pasaban los años— Hinata sonrió, el sentimiento que Sakura le transmitía era genuino y al final agradeció que los caminos de sus amigos estuvieran conectados. Luego bebió de su malteada, entendiendo que el tema había terminado.

—Según las propias palabras de Ino, el antídoto está casi listo— agrego Hinata.

—En verdad, es una completa lastima— Sakura soltó herida —Realmente, lo estoy disfrutando—

Hinata arrugo el entrecejo.

—Al final, volví a enamorarme de Naruto—