Nada...

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Antes del capítulo me gustaría agradecerles que sigan leyendo mi historia toda fea. Gracias por eso y por sus estrellitas, siempre me hacen felices sus comentarios y este capítulo es algo cortito debido a que el siguiente es algo extenso y después va a haber un especial. Ojalá les guste y sin más, los leo.

La nieve caía de manera suave, recubriendo el manto blanco que se había asentado el día anterior

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La nieve caía de manera suave, recubriendo el manto blanco que se había asentado el día anterior. El frío era constante, el viento gélido acariciaba la piel de quien estuviera fuera con sus garras y el aullido del viento era casi rítmico, como si estuviera cantando para algo.

Dentro de la pequeña caseta el alfa arremetía en contra de la beta. Con fuerza, algo violento a decir verdad, la mujer gemía fuerte, corto, pausado. Sus pechos rebotan a contra de ella, sintiendo la fuerza con la que era embestida. Se vieron interrumpidos al escuchar el grito de aquel omega. El alfa solo rodó sus ojos, escuchando ahora las quejas de la beta y los golpes contra la puerta. Solo le lanzo una bata a la mujer que salió corriendo cabeza gacha.

El de clase alta abrió la puerta con fuerza, viendo como la beta corría fuera de la caseta, bajo la nieve, burlón como intentaba ser le dijo que había escuchado que hacía lo que fuera por dinero, ahora veía que incluso el vender su cuerpo era una opción. Como respuesta sólo recibió una mirada que le hizo bajar un poco la cabeza, fuerte, firme, molesto. Con resignación tomó una bata que estaba en el piso y preguntó la razón de la visita del omega.

Con saña bromeó con la respuesta, como si no lo supiera realmente o como si la apariencia del omega no dijera mucho. La piel pálida por las constantes pesadillas, los ojos hinchados por sus lágrimas y las uñas destruidas por su ansiedad. Con calma el alfa le respondió sobre que el acuerdo era que él omega le esperara pacientemente sin hacer nada mientras él terminaba de hacer su trabajo. Con desdén hizo a un lado las órdenes del de baja cuna y le empezó a reclamar sobre el trabajo y sobre la actitud que estaba tomando.

Con una calma y una paz sorprendente el asesino comenzó a dar razones. No solo era el que los sirvientes entraran y saldrán constantemente, también estaba el patio grande y amplios en el cual sería imposible esconderse en caso de necesitarlo. "Me está pidiendo asesinar a alguien" las labras calaron fuerte en Jiwha, que inmediatamente pensó en aquellos ojos dorados sin vida con los que había soñado.  "No es un trabajo tan simple como usted piensa" Los latidos de su corazón comenzaron a hacer eco en sus tímpanos, rápidos,  fuertes, temerosos.

"Si me descubre sabe bien que le pondré en peligro a usted también" Los ojos rojizos inundados en ira le golpearon y le hicieron estremecer, por segunda vez en su vida agradecía no tener olor o feromonas, pues el miedo que estaba experimentando seguramente le habría delatado. "Solo tenga paciencia" No podía, la culpa podía más con el, la ansiedad y el terror de pensar que algo así podía pasar. Grito disgustado, reclamando, apretando sus manos sintiendo el dolor de sus uñas al enterrarse en su piel.

La presencia de aquel le envolvió y se agachó, le sintió olerle y quitarle parte de lo que le cubría la cara, recriminándole la bebida. Con furia alzó su mano dispuesto a golpearlo, siendo detenido por las manos grandes y fuertes deteniendo el golpe y haciendo que el de moño comenzara a reclamarle. Las nauseas de la bebida llegaron a el omega, vomitando lo poco y nada que había estado consumiendo en los últimos días.

Mi amo...Where stories live. Discover now