Capítulo 80.- La heredera (Parte 2)

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No pudo seguir hablando porque Lia la había apretado contra la puerta para besarla, no con suavidad, sino con una pasión casi desesperada

- Quiero hacerte el amor – le dijo Ryujin apenas Lia dejó que se separaran

- Te deseo – le dijo Lia

- Dímelo de nuevo por favor – pidió la joven

- Te deseo amor de mi vida, quiero que hagamos el amor – de esa forma le estaba agradeciendo por no haberse dado por vencida con ella

Sin dudarlo, la joven agarró la mano de Lia y la llevó hasta su habitación. Apenas entraron volvió a besarla y sin demora alguna puso sus manos por debajo de la remera de su novia para acariciar su espalda. Poco a poco Lia fue cayendo en la cama.

Ryujin frenó el beso cuando se aseguró que Lia estaba recostada. Agarró el rostro de su chica y miró profundamente en sus ojos – Dilo de nuevo – pidió – Quiero escucharte – agrego

Lia se demoró perdida en los ojos de la rubia – Quiero sentirte dentro de mí – susurró

- Lia... - Ryujin exclamó un susurró ahogado. Se sintió torpe e inexperta. Pero ese no era el momento para sentirlo y Ryujin lo sabía, estaba preparada para esto, lo sentía adentro de ella. Sabía lo que tenía que hacer.

La joven empezó a desnudar lentamente a su chica. Se agachó para empezar por sus botas y las medias. Le admiró los pies largos y delgados con sus uñas pintadas de un suave rojo. La excitaba la feminidad de su chica. Besó sus tobillos antes de desajustarle el cinturón para bajarle sus jeans y dejarla solo con su ropa interior. Las manos no muy grandes de Ryujin recorrieron cada centímetro de las piernas de Lia, primero sus pantorrillas y después sus muslos, y se detuvieron a centímetros de la entrepierna. La mayor hizo todo lo que pudo para callar un chillido de frustración y bajo su mano para palpar su centro, como si buscase calmar un dolor.

- ¡NO! – la frenó Ryujin y le sacó la mano – Eso es solo para mí – ordenó – Después – prometió.

Subió para enfrentarla. Le desabrochó la camisa con una lentitud que exasperó a Lia. Sus manos se aferraban sobre las de Ryujin sin conseguir apresurar la acción que estaba llevando a cabo la más joven. La joven Myoui agarró su propia remera y tiró de ella para sacársela quedándose solo con su corpiño. Antes de poder hacer nada, Lia se estaba arqueando y estaba gimiendo cuando la punta dura, caliente y húmeda de la lengua de Ryujin se le clavó en el ombligo. Le recorrió todo el centro de su panza, subió por el camino de sus pechos y siguió hasta su mentón. Ryujin disfrutaba de la suavidad de la piel de su novia.

- Levanta la espalda para que pueda desabrocharte el corpiño – le pidió al odio.

Lia hizo caso y Ryujin soltó la prenda. Sin perder tiempo cubrió los pechos de su chica con ambas manos, los tocó, los masajeó mientras sonreía como Niña que había descubierto un juguete nuevo, satisfecha, por el modo en que su novia se contorsionaba y gemía. La boca de Ryujin atrapó un pezón y lo succionó, mientras el otro era objeto del juego de sus dedos. Lia arrugaba la sábana con la mano izquierda y clavó los dedos de la derecha en la cabeza de la joven Son Myoui para que se acercara más a su pecho, para obligarla a unirse con ella.

- ¡DIOS! – gritó la mayor de las dos. Ryujin había aprovechado lo distraída que estaba Lia por las caricias en sus pechos, y había metido una de sus manos bajo la ropa interior para acariciarle la entrada de su parte más íntima. - ¡Ryujin! – imploró, estaba siendo insoportable.

Se desesperó cuando la vio incorporarse delante de ella. Ryujin se apresuró para desnudarse, quería estar en igualdad de condiciones que su chica. Ryujin sonrió cuando vio a Lia levantar una ceja al ver sus pechos desnudos. La rubia se acostó sobre ella logrando el contacto entre sus pechos

[ MICHAENG ]Cuando, donde y como el amor quiera | adaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora