Solo Besos.

Los asesinos abrieron camino al percibir la tenebrosa aura que rodeaba a la invasora. Ninguno tenía intención de detenerla, bien sabían que las ordenes eran dejarla pasar con libertad por Nanda Parbat. Además, no eran lo suficientemente tontos como para entrometerse en el camino de una enfurecida mitad demonio.

El líder de la Liga de Asesinos se encargaría personalmente de ella.

Raven daba desinteresados vistazos a las hábiles sombras que trataban de ocultarse de ella entre los pasillos. La razón de su visita a Nanda Parbat no se relacionaba con ellos, pero sí con el soberano que los guiaba y la primera plana del Daily Planet que ella cargaba firmemente en su mano.

"¿En donde está?." Raven detuvo a uno de los asesinos con el poder de su magia antes de que pudiera esconderse.

"En sus aposentos."

El asesino apenas logró decir cuando Raven lo había soltado para continuar su paso. La mente de la mujer enfocándose en recordar el camino que la llevaría hacía los aposentos del nuevo Ra's Al Ghul.

Damian Al Ghul heredó el titulo de Ra's Al Ghul y el mando de un imperio de asesinos de su abuelo hace más de tres años. Damian Al Ghul fue un nuevo desafió para los Titanes y un nuevo dolor de cabeza para Raven.

Aún no lograba explicar como, incluso tras batallas mortales entre Titanes y la Liga de asesinos, Damian Al Ghul terminó trasformándose en su amante secreto, ó algo así, a Raven todavía le confundida el estatus de su relación con aquel hombre.

Pero los encuentros casuales (carnales) entre una titán y el mas reciente Ra's Al Ghul existían. Supuestos enemigos que constantemente caían ante la tensión de la pasión para olvidarse de la realidad de sus mundos y enfocarse en sus meras existencias consumiéndose bajo un rio de sabanas.

Y el dolor de cabeza de Raven radicaba en lo mucho que ha disfrutado esos encuentros, en especial cuando cada uno de ellos le han servido para conocer aspectos de la personalidad de Damian que la hacían darse cuenta de que su atracción hacia el moreno iba más allá de un deseo sexual.

Ciertamente el despertar de nuevos sentimientos por Damian eran gigantesco dolor de cabeza.

Sus determinados pasos la hicieron llegar a la habitación de la cabeza de demonio. Estando ahí, nada la detuvo de abrir la puerta con sus poderes, haciendo una dramática y escandalosa entrada. Sin embargo, el hombre sentado en el enorme escritorio en el interior ni siquiera flaqueó ante su repentina invasión.

"Raven." Damian la saludó al abandonar los documentos que leía sobre el escritorio, nada sorprendió por verla. "¿Qué haces aquí?."

El cinismo en su voz la hizo rechinar los dientes, él sabía perfectamente como golpear sus nervios. Él estaba consciente de porque Raven invadía Nanda Parbat a mitad de la noche y la prueba de ello se encontraba en su mano.

"Explica esto." Raven lanzó el periódico al escritorio.

Tranquilo, Damian se levantó de su silla y con el periódico en sus manos camino hasta ella. Él solo usaba un par de pantalones, y le sorprendía como ya no le parecía extraño verlo sin su usual túnica verde llena de tonalidades doradas que demostraba su poder entre sus súbditos. A decir verdad, su desnuda piel dorada en contraste con la oscuridad le regalaba interesante flashbacks a su mente, pero este no era momento de perderse en sus gratos recuerdos.

" 'Valioso objeto mágico robado del Museo de Gotham como una declaración de amor.'." Damian alzó una ceja al mismo tiempo en el cual leía en voz alta el periódico. "Un articulo con excelente redacción, Lois Lane es una talentosa escritora."