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—Vaya manera la tuya de pedirme que sea tu esposo —murmuró aún con una sonrisa, acercando su rostro al de Mika para depositar un beso en sus labios—. No hay espacio para dudas. Me casaría contigo en este preciso momento, solo me sorprendió que a pesar de todo el tiempo que llevábamos sin comunicación me dijeras eso.

Mika carraspeó, en realidad aquello había sido solo para aligerar el ambiente, incluso si tampoco le molestaría casarse con Yuu ahí en esa banca, en ese momento. En ese parque. Bajo el sol empezando a ocultarse.

—No, no, olvida eso. Debe de ser algo inolvidable como el día en el que me diste mi primer beso. Olvida eso, olvídalo, por favor —pidió admirando a Yuu sonriente.

—No, no lo olvidaré —rió Yuu—. No tienes que hacer nada, esa manera tuya de hablar y tratarme no tienen competencia con nada del mundo. ¿Sabes lo feliz que estoy ahora? —murmuró abrazándolo, a lo que Mikaela solo pudo sonreír queriendo besarlo.

Y así lo hizo. Lo besó, sin planeación. Sin dudas. Solo amándolo como desde siempre lo había hecho.

—Todavía falta pedir nuestras manos —expresó Yuu en cuanto se separaron por un momento.

No hubo más conversación, solo siguieron allí, demostrando su amor mediante tiernas caricias.

Meme coqueteo 2Where stories live. Discover now