Siempre un problema, Slytherin ➳ Tom Riddle - Voldemort [EN EDICIÓN]

Legeremens

Después de la charla con Dumbledore, los hermanos se dirigieron a recibir sus horarios en la cartelera de la sala común de Slytherin. Se encontraban un poco desconcertados ya que, más allá de los juegos, no pensaron tener alguna misión o propósito específico en aquella época. 

La mente de Nina en aquel momento estaba hecha un desastre, ¿qué pensarían los profesores por su desaparición? pero peor aún ¿qué pensarían sus padres?, lo más probable es que piensen que huyeron por temor al regreso del Señor Tenebroso, que los consideren unos traidores y les apliquen el mismo trato que a Sirius Black en su época. La pequeña Nott no podía imaginar su vida como una traidora, aunque no apoyaba completamente los ideales de su familia, no quería ser la que diera la espalda, y en ese momento ni siquiera lo estaba haciendo por decisión propia. 

—¿En qué tanto piensas? —preguntó Theodore mientras arrancaba un horario con su nombre—. Hey, no recuerdo haber optado por Adivinación —dijo con una mueca de desconcierto.

Su hermana decidió ignorar la pregunta inicial, no era necesario preocupar a su hermano mayor cuando él no actuó de manera malintencionada trayéndolos al pasado. Estaba segura de quién era Theodore Nott, y aunque por fidelidad a su familia estuviera obligado a tomar el bando equivocado, no dejaba de ser aquel niño de buen corazón con el que creció, el que le enseñó a volar en escoba, y el mismo que curó sus heridas con agua y banditas cuando falló en ello. 

Él era su hermano y su mejor amigo, no se escondían ningún secreto, incluso cuando su padre le ordenó al pelinegro que debía ocultarle  el hecho de que iba a hacerse la marca tenebrosa y formar parte del ejército de Voldemort, él lo ignoró y fue directo a contarle. Sabía que sus padres querían mantenerla en una burbuja de cristal, pero así no estaría preparada para lo que vendría, y a pesar de que él más que nadie se encargaba de proteger a su hermana, no podía confiar en dejarla ciega a lo que sucedía. En esos momentos, la muerte llegaba muy temprano a tocar la puerta, por lo que si algún día Nina era separada de su hermano, quería que supiera la verdad, estuviera al tanto de todo, saber qué hacer y en quién confiar. 

Así como Theo buscaba el bienestar de su hermana, Nina se aseguraba de que él no tuviera más preocupaciones en la cabeza, aún eran jóvenes y él había sido obligado a crecer tan rápido, al igual que muchos magos adolescentes. Pero si podía hacer algo para mantenerlo feliz, así fuera algo insignificante o estúpido, lo haría, como aquella vez que se ganó un castigo de McGonagall solo por hacer que llovieran chocolates en medio de aquella aburrida clase de transformaciones. Nunca olvidaría la sonrisa de su hermano y aquellos ojos brillantes que aún no habían sido corrompidos con la realidad del mundo adulto en tiempos de guerra. 

Por lo que sí, ignoró la pregunta inicial y solo contestó vagamente observando su nuevo horario.

—Yo tampoco recuerdo haber optado por Cuidado de Criaturas Mágicas, y casualmente también me inscribieron en Adivinación, así que no estarás solo —dobló cuidadosamente el papel y lo metió dentro de su bolsillo.

—Yo tampoco recuerdo... ah cierto que yo sí estudiaba aquí, hola mis nuevos amigos de Domstring —apareció Kai a sus espaldas con una sonrisa.

—Durmstrang —corrigió Theodore—. Como sea, ¿nos acompañas a clases? —empezó a caminar en dirección al aula de pociones.

Nina no podía ocultar la emoción que sentía porque aquel chico Kai fuera un nuevo amigo para su hermano, se veía un buen muchacho y tenía un aura alegre alrededor, mucho mejor en comparación al grupo de amigos de Theodore en el Hogwarts del futuro. Malfoy, Crabbe, Goyle y Zabini le resultaban repulsivos, no entendía cómo Theodore formaba parte de aquellos.