Día 2 | Flesh

1.9K 175 92
                                    

Empújate hacia mi cuerpo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Empújate hacia mi cuerpo

Hunde tus dientes 

En mi carne 

Flesh - Simon Curtis

***

Temática: Mañana Perezosa  



Tsukishima podía acostumbrarse a muchas cosas. Como al hecho de que Kuroo solía dejar la tapa del inodoro levantada cuando salía o que retirara la zanahoria de sus platos cuando comían porque decía que no le gustaba, justo como un niño lo haría. También estaba acostumbrado al sonidito nasal que hacía cuando dormía y que en ocasiones lograba despertarlo a medianoche.

Sin embargo, había una cosa de la que probablemente nunca se acostumbraría o quizá se le dificultaría más. A pesar de que llevaban viviendo juntos desde que entraron a la Universidad y que era algo que veía todos los días, en definitiva no era algo fácil de... presenciar.

Porque el ver el pene erecto de Kuroo a primera hora de la mañana era probablemente de las pocas cosas de las que no estaba acostumbrado. Es decir, no era como si le impactara del todo porque era algo que veía con frecuencia y bastante cerca, pero abrir los ojos y notar eso de inmediato era... en cierto modo gracioso. No sabía cómo reaccionar.

Muchas veces Kuroo lo abrazaba en la noche y se dormían así, por lo que al despertar solo podía sentir su miembro pinchando en su trasero. Y claro, no le incomodaba, pero salir de ese tipo de aprietos sin despertarlo era una tarea ardua.

Y aquel día no era una excepción. Lo primero que sintió fueron los rayos de sol chocando contra su rostro ya que la ventana del frente había quedado entreabierta, por lo que no tuvo de otra más que despertarse del todo. Era fin de semana y habría querido darse el lujo de dormir hasta tarde, mas cuando se despertaba una vez ya era imposible volver a dormir.

Giró el rostro, notando a Kuroo dormitar con tranquilidad. Las almohadas apretujadas a los costados de su rostro no se habían movido de su sitio a pesar de que estaba boca arriba. Su boca se hallaba entreabierta y su rostro lucía totalmente calmado, en paz.

No obstante, al ir bajando la vista fue cuando notó eso. Al mini Kuroo saludándolo como siempre, demasiado entusiasta como siempre sucedía en las mañanas. La cobija estaba enredada en sus piernas, así que podía ver con claridad el bóxer que llevaba puesto —era lo único que tenía encima— y con ello la erección sobresaliendo de este.

Tsukishima parpadeó seguido, sin poder apartar la mirada. Demonios, es que era inevitable mirarlo, después de todo estaba ahí resaltando con obviedad.

Contra la corriente |KuroTsukki NSFW Week 2021|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora