Parte única

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Después de que el grupo de amigos recibiese un mensaje de Juyeon en el que cancelaba sus planes con ellos con un he pillado un resfriado gordo, será mejor que salgáis sin mi, todos los ánimos fueron decayendo porque, si faltaba uno, nada era lo mismo

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Después de que el grupo de amigos recibiese un mensaje de Juyeon en el que cancelaba sus planes con ellos con un he pillado un resfriado gordo, será mejor que salgáis sin mi, todos los ánimos fueron decayendo porque, si faltaba uno, nada era lo mismo. Muchos dijeron de ir a cuidarle, de ir a pasar tiempo con él y quedar luego otro día en el que se sintiese mejor, pero el primero que se levantó de la silla de la cafetería en la que habían quedado había sido Hyunjae y nadie pudo pararle porque, para cuando se dieron cuenta, ya se había ido de allí.

En estos momentos iba por la calle, ataviado con su abrigo largo que le llegaban a las rodillas y una bufanda de cuadros que le cubría hasta la nariz. Sus dedos se cerraban en las asas de una bolsa de plástico en la que llevaba sobres instantáneos de sopa, pastillas para calmar el dolor de garganta, caramelos de menta y alguna que otra chuche para el enfermo. 

Cuando llegó al bloque de pisos donde vivía Juyeon, presionó el timbre con su contraseña. Tres pitidos cortos y uno largo al final. Después de eso, la puerta se abrió sin que la voz del enfermo saliese por el telefonillo. Subió con el ascensor hasta el quinto piso y cuando salió de allí se encontró con la puerta principal abierta.

-¿Juyeon?- Preguntó al aire cuando pasó al piso de este y cerro la puerta tras de sí. Pudo ver que el salón estaba completamente vacío. Se dio cuenta que el chico había pasado ahí la noche porque había botellas de agua vacías en el suelo, pañuelos usados esparcidos al rededor del sofá y un sobre de fideos instantáneos mal metido en una bolsa de plástico. En la mesa de café estaba el bol de su, seguramente, cena. Además había una manta mal tirada en el posabrazos del sofá. Suspiró y dejando su bolsa en el sillón, comenzó a recoger ese desastre.- ¿Cómo estás? Los chicos están preocupados por ti.

-Mal- Dijo una voz al final del pasillo. Sonaba amortiguada, indicando que estaba en el baño.

-Te traje comida y unas cuantas chucherías.- Dobló la manta y terminó de recoger todo el desastre dejando la bolsa al lado de la puerta principal para luego tirarla al irse.- Y pastillas para calmar el dolor de garganta.

El sonido del cierre del baño resonó por todo el pequeño piso y de ahí salió un Juyeon totalmente tapado con una gruesa manta de pelo. Su nariz que asomaba por el hueco para ver por dónde caminaba, estaba de un rojo carmín seguramente de sonarse tanto. Mientras se acercaba al sofá, trastabilló con sus propios pies y si no fuera por Hyunjae, habría caído secamente sobre el suelo pero los brazos de este lo envolvieron rápidamente y lo reincorporaron, acercando su delicado y enfermo cuerpo hacia el suyo.

-Por dios, ten más cuidado. Como si no fuese suficiente estar resfriado...

Juyeon negó con la cabeza e intentó apartarse del cuerpo de su amigo. Temía contagiarle el resfriado que había cogido. Pero tampoco sabía a ciencia cierta si esas cosas se podían pegar pero, para mayor seguridad, debería de apartarse de él... aunque los brazos de Hyunjae lo mantuvieron firme y no pudo ni separarse de él ni un centímetro.

Vicks Vaporub - Jujae [One shot]Onde as histórias ganham vida. Descobre agora