Prefacio: Kwon Soonyoung

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Mi nombre es Kwon Soonyoung, tengo 23 años y soy líder del campamento Star de verano para chicos.

¿Qué? ¿Les parece patético que estando en mis veinte prefiera comandar un montón de adolescentes y niños revoltosos antes que ir de fiesta y emborracharme a cada oportunidad?

Bueno, la verdad suena un poco patético.

Pero lo cierto es que desde muy pequeño mis padres me enviaban al Campamento Star de verano para chicos y con el pasar de los años se volvió mi lugar favorito en el mundo: el lago, las cabañas, hacer nuevos amigos y volver a ver a los que ya tenía, excursiones por el bosque, actividades al aire libre, y muchas otras cosas que amaba. Luego cuando cumplí 17 años mis padres pensaron que era tiempo de que tomara un trabajo de verano y parara de desperdiciar -cabe recalcar que ellos nunca entendieron mi amor por el campamento- todos mis veranos en Star. Claramente yo no quería dejar el campamento así que conseguí un trabajo en mi lugar favorito en el mundo.

Sí, estamos hablando del campamento.

Empecé como un auxiliar del instructor Kihyun y trabajé con él durante 4 años en los que me enseñó todo lo que necesitaba para relevarle en su cargo luego de su retiro. El instructor Yoo era el encargado de las clases de natación y cuando se retiró yo pasé a ocupar su cargo luego de que me recomendara ante el consejo directivo. La verdad es que él me había capacitado muy bien y no ha habido ninguna irregularidad en mi trabajo durante los 11 meses que llevo en esto.

Pero eso está a punto de cambiar.

Esta mañana cuando el director y dueño del campamento, Byun Baekhyun, me llamó a su despacho para hablar conmigo y, no voy a mentirles, estaba cagándome del susto. Porque, aunque el director Byun es la persona más positiva y risueña que he conocido en mi vida, podía llegar a ser muy intimidante cuando alguien cometía una falta grave que pusiera en peligro la integridad de Star o de los campantes. Además, él solo llamaba a los instructores a su despacho cuando quería tratar temas muy serios así que estaba seguro de haber cometido algún error sin saberlo y me iban a despedir. Por eso lo primero que dije luego de que me abriera la puerta ese día fue:

─ Director Byun, le juro que no fue mi intención hacer lo que usted piensa que hice y le suplico que me de otra oportunidad. No volverá a ocurrir ─junté mis manos a la altura de mis ojos en señal de súplica ─. Por favor perdóneme.

La oficina del director no era extravagante ni mucho menos ─en varias ocasiones había escuchado que él prefería las cosas muy sencillas porque eran más bonitas─, pero tampoco era fea o pequeña. Era una amplia estancia con paredes de madera en cuyo centro y de frente a la puerta había un lindo escritorio beige con un ordenador y pilas de carpetas y una silla esponjosa y grande tras él junto con dos sillas cafés al frente de este. En las paredes había fotos de el director junto con su familia y su esposa, así como varias pinturas que muchos llamarían obras de arte, pero a mi parecer eran un montón de formas de colores sin sentido y no muy bonitas. Había un televisor y un pequeño sofá en la esquina derecha de la oficina y es la esquina izquierda una mesita pequeña sobre la que estaba un bonito jarrón con flores. Aparte de eso, no había mucho más.

El director me devolvió a la realidad cuando habló.

─ ¿Has hecho alguna cosa que necesite mi perdón, Soonyoung? ─ alcé la cabeza y vi al director Byun con una cara burlona y una ceja alzada.

─ Eh... ¿No lo sé? Creí que sí porque me llamó a su despacho. ─dije con una mueca.

─ Claro, debí pensar en que ibas a asustarte y sacar conclusiones erradas ─ me puso la mano en el hombro y me sonrió─. Pero lo cierto que es que estamos aquí para hablar de algo muy bueno.

En ese momento sentí que volvía a respirar y el mundo se teñía de rosa.

─ ¿En serio? Le escucho

Me pidió que nos sentáramos y le hice caso, él en su silla detrás del escritorio y yo frente a este.

─ Bueno, no sé si te habrás enterado de que Jeonghan renunció a su puesto como líder del campamento.

─ ¿Que el hizo qué? Eso es imposible, Hanie-hyung adora su trabajo─ expresé estupefacto por lo que mis oídos escuchaban─ ¿Sabe por qué renunció?

─ Al parecer su abuela enfermó y los gastos del hospital son muy caros. Lo que gana aquí no es suficiente para cubrirlos así que consiguió un trabajo en una oficina de la ciudad donde la paga es mejor─ en la cara del director se notaba que le entristecía la situación al igual que a mí, e hice una nota mental para llamar a Jeonghan-hyung apenas saliera de allí.

─ Eso es... no sé ni que decir, pero me alegra que haya encontrado un trabajo con buena paga ahora que lo necesita. ─entonces recordé lo que me había dicho unos momentos antes─ ¿Esta era la cosa buen que quería decirme, director? ─ dije desconcertado.

─ ¿Qué? Claro que no, Jeonghan era uno de mis mejores trabajadores. ─dijo rodando los ojos ante el disparate que yo había soltado y provocando que me sonrojara de la vergüenza─ Lo que quería decirte, o más bien preguntarte, es sí estarías dispuesto a ocupar su cargo.

Ahora sí que el mundo se volvió loco.


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Nota de autora:

Holaaa. Esta es mi primera historia así que me siento emocionada y un poco asustada jeje

Espero que hayan pasado un buen año nuevo, ¿Qué tal va su 2021?

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