:(

829 57 46
                                    

Me sentía en el mood de escribir algo triste :( lo siento

Recordad que este es el final NO CANONICO, el de verdad ya lo publiqué uwu.

Todd recordaría aquella mañana nevada para siempre.

Las palabras de Charlie a veces resonaban en su cabeza y no lo dejaban tranquilo. Él recordaba como los dos o tres primeros segundos ni si quiera creía haber escuchado bien, porque estaba recién levantado.

¿Neil muerto? ¿Qué...?

Pero viendo la cara de todos, en seguida tragó saliva, y el resto ya lo sabéis.

Ahora habían pasado unos días, ayer había sido el funeral, y mientras todos cantaban aquella horrible canción (Todd sabía que si Neil pudiese escucharla diría que era horrible) él se había dedicado a llorar en silencio.

Odiaba al padre de Neil, lo odiaba, y Todd nunca había odiado nada, ni a nadie tampoco. Él creía que fue su padre quien lo apuntó con el arma de fuego y acabó con su vida porque había seguido el consejo del señor Keating y le había plantado cara, explicándole lo que verdaderamente quería hacer.

Eso quería creer, aunque en el fondo sabía que fue Neil mismo quien lo hizo.

Abrió la puerta del dormitorio, estaba hecho un desastre, pues sus pocas pertenencias (ya se habían llevado lo de su compañero) yacían en el suelo, algunas rotas. Él mismo las había roto en un ataque de rabia.

No sabía cómo sentirse respecto a Neil. Estaba triste, estaba dolido, estaba enfadado, estaba convencido de que fue su padre... dejó escapar un suspiro mientras arrastraba los pies hacia su cama y sin quitarse el traje, se lanzó a esta quedando boca abajo, unos segundos inmóvil.

---¿Por qué estás así, Todd?

---Porque es injusto que ya no estés aquí.

Sabía que si se volteaba empezaría a llorar de nuevo, y ya iban nueve veces hoy. Sentía su garganta picar y un nudo comenzando a formarse.

Neil no podía estar allí, simplemente no podía.

Pero cedió a sus impulsos y abrió un poquito los ojos, viéndolo tal y como la última vez que lo vio: con su abrigo de Welton y su corona de ramas a la cabeza. Parecía tan real que Todd comenzó a asustarse, pero la imagen se distorsiona por sus ojos llenos de lágrimas.

Neil lo miraba con pena, como cuando le dijo meses atrás que no quería leer en las reuniones del Club. El casi rubio no quería pestañear por miedo a que desapareciera.

---Lo siento.

Todd negó y frunció el ceño

---¡No, no lo sientes! Ni si quiera pensaste en lo que dejabas atrás, no pensaste en mí. ¡Sabías el daño que me harías y aun así lo hiciste!

Él sentía que se ahogaba con sus propias lágrimas e incesantes sollozos, se sentía tan impotente que por un momento no hacía más que balbucear.

---Todd, comprendo tu enfado. Quería estar contigo por encima de todas las cosas, y saber que probablemente nunca te volvería a ver me dolía.

Todd enterró su rostro en la almohada y dejó salir todo el llanto que pudo sin preocuparse de que nadie lo oyese.

---... si tan solo pudiera haber ido a tu casa y comprobar que estabas bien... si solo pudiese haberlo evitado... ¡¿por qué te has ido?! ¿¡por qué no pudiste avisarme de que no estabas bien?! ¿¡POR QUÉ LO HAS HECHO?!

Gritó hasta sentir que le quemaba la garganta, y aún así no le importó seguir gritando.

---Porque era la única forma de ser libre. Sabes que te quiero, da igual que ya no esté, yo te quiero tanto como amo el teatro, Todd.

---Y-ya no podré sentir t-tu tacto, n-ni podré oirte r-recitar p-poemas en mi oído, ni tampoco oiré tu risa.... N-ni si quiera eres real, solo eres un producto de mi cabeza que no q-quiere aceptar  que y-ya no te volveré a ver. Lo que daría por haberte dado un último beso...

Susurró lo último haciendo que Neil sonriese un poco.

---Tú no me necesitas, sé que eres valiente. Eres la mejor persona que he conocido, Todd.

---Lo peor es que no puedo decirle a nadie como me siento. No te pude ni decir adiós...

Neil lo miró mientras el muchacho miraba con los ojos entreabiertos la cama vacía en la que solía dormir el castaño. Parecía que estaba dormido con los ojos abiertos.

---Todd, ¿qué te parece si nos despedimos? ¿Te sentirías mejor?

---Nada va a hacer que no te extrañe cada momento de mi vida y lo sabes bien.

El castaño asintió levemente antes de acercarse un poco a él, agachandose a la altura de la cama y arropandolo.

---Adiós, Todd. Sé fuerte para mi, ¿vale?

Le dio una pequeña sonrisa.

---Espero que estés donde estés seas feliz, te quiero. Adiós Neil.

Cerró sus ojos momentáneamente y debido a la pesadez que poco a poco fue ganandolo. Sintió que lo sacudían. Intentó abrir sus ojos aunque estos pesaban demasiado.

Charlie lo observaba preocupado. Todd estaba a medio tapar y con el rostro lleno de lágrimas abrazando una almohada casi cayéndose. Entre todos los poetas cuidaban a Todd, pues aunque todos estaban tristes, sabían que Todd estaba especialmente mal.

Solo Charlie sabía verdaderamente por qué estaba así, gritando y rompiendo cosas y después permaneciendo en silencio todo el tiempo.

---Ey, venga amigo, cálmate un poco.

Le susurró agachado a su altura, justo donde estaba Neil segundos atrás.

---Has estado gritando y llorando mientras dormías, tranquilízate un poco.

Todd solo asintió y se limpió las lágrimas con la manga de su camisa. El otro muchacho suspiró y lo abrazó con fuerzas.

---Va a ser duro, pero nos tienes a nosotros. Él odiaría verte así, lo sabes.

---L-lo sé, pero le he prometido a Neil que voy a ser f-fuerte.

Charlie asintió revolviendole el cabello y le dejó solo de nuevo. Entonces Todd miró la cama vacía de Neil y suspiró.

---Voy a vivir por tí.



HOLA??? QUE LLANTINA MAS TONTA ME HE PILLADO ESCRIBIENDO ESTO???

Dead Poets Society;; stuffWhere stories live. Discover now