HOGWARTS.

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Había pedido unas merecidas vacaciones, estaba seguro de que mi vocación era romper maldiciones pero me costaba un poco estar en Egipto lejos de mi familia. Además los duendes solían ponerse muy... pesados la mayoría del tiempo.

Llegado a La Madriguera me lleve una sorpresa al saber que había sido cordialmente invitado a presenciar el Torneo de los Tres Magos que se celebraría en Hogwarts. Aunque esa no fue la única sorpresa: Harry Potter había sido seleccionado como el participante número cuatro del torneo.

Esa era la razón de nuestra invitación.  

Mi madre me había pedido que la acompañará al castillo a apoyar a Harry, la gran Molly Weasley se había encargado de cuidar y querer al pequeño amigo de Ron desde que lo conoció,  no se perdería la competencia por nada del mundo. Mi padre no podría asistir ya que su trabajo en El Ministerio lo hacía prácticamente sin vacaciones, además no podía darse el lujo de escaparse de Fudge sin perder su empleo.

Tenía que admitir que me hacía ilusión regresar al gran castillo donde había pasado los mejores momentos de mi vida, había salido de ahí hace unos cinco años pero no podía evitar pensar con nostalgia en mi adorada Hogwarts. Lo mejor sería que podría ver a mis hermanos menores durante unos días, antes de regresar a tierras egipcias.

El día de la primera prueba había llegado y con ella, nosotros a Hogwarts. Mi madre llevaba un vestido y suéter tejido como los que ella solía regalarnos en navidad, mientras que yo llevaba esa chaqueta verde olivo ,que ella tanto odiaba, con mi cabello en una coleta. Y como siempre  mi ya tan criticado pendiente de colmillo: ya quería ver la cara de mis antiguos profesores al verme entrar con ese look del que tanto se habían quejado.

Mi vida estudiantil había sido muy gratificante para mis padres, pude ser Prefecto y Premio Anual en Gryffindor, y  sorprendí a todos siendo muy bueno en Defensa contra las Artes Oscuras o Aritmancia. Mi hermano mayor Charlie también había sido un estudiante excepcional en Hogwarts, pero el decidió irse a volar rumbo a Rumania para cuidar a sus preciados dragones: a él también lo veríamos esa tarde otoñal en Hogwarts.

Llegamos a través de polvos flu al despacho del profesor Dumbledore, nos había recibido la profesora McGonagall y nos escolto hasta las gradas para poder ver la primera prueba del torneo. Nos reuniríamos con Harry y mis hermanos después de verlo enfrentar a un dragón que el mismo Charlie había traído. 

Tuvimos que pasar por el gran comedor y fue cuando visualice en el pasillo un grupo de personas bromeando donde resaltaba una cabellera rubia casi platinada.

-¿Qué demonios hacen? Ya son suficientes Weasleys aquí- El hijo de Lucius Malfoy dijo lo suficientemente alto para que lo escuchara pero mi madre no se percato de ese comentario, al parecer McGonagall la tenía muy entretenida.

Teníamos mucha historia con la familia Malfoy por lo que no dude en acercarme a echarle bronca al imbécil de Draco pero escuche una voz que, a pesar de que solo había escuchado una sola vez y por unos pocos minutos, reconocería en cualquier lugar. 

-Cierra la boca Malfoy- Regina Nott se encontraba alado del muchacho mirando en dirección a mi madre pero despego la vista cuando noto que me encontraba cerca de ellos, específicamente mirándola a ella. Solo rodó los ojos y se fue en dirección contraria.

¿Acaso la chica Nott, que en el Mundial de Quidditch me había llamado idiota por salvarle la vida, había defendido a mi familia? 

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Holaaaaa xd Oigan la verdad creo que no sé publicar bien los capítulos, es decir: desde el 2020 subí el primer capitulo y creo que nunca le di publicar, tengo mucho que aprender (espero estar subiéndolo ahora mismo jajajajaja).   

La mayoría de los capítulos se llaman como la canción que me ''inspiro'' en crearlo o frases de dicha canción, pero este tenía cero relación  por eso el nombre TAN simple así que sorry xd. 



To be so lonely || Bill Weasley.Where stories live. Discover now