CAPÍTULO 87: Pasajeros al vagón

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Livi: Lo siento. Mirad el lado bueno.
William: ¿Es que hay un lado bueno en toda esta mierda?
Livi: ¡Estamos vivos!
___: Diosito llévame contigo.
Livi: ¡No digas eso!

Yo rodé los ojos, Livi es bastante positiva y a mí a veces eso me pone de los nervios, bastante tengo con Seth.
Enciendo de nuevo la linterna y veo que William también lo hace, ya que por fin estamos los tres juntos de nuevo y fuera de esas puertas con acertijos y la madre que los parió a todos... debíamos idear un plan, pero creo que William lo pensó también.

William: Vale, reunión.
___: ¿Y ahora qué coño pasa?
William: Hay que recopilar toda la información e intentar hacer un plan para poder salir.
___: La información es que casi me muero, ¿te basta con eso?
William: No.

Suspiré cansada de todo esto y me senté en el suelo, William y Livi hicieron lo mismo.

Livi: William y yo conseguimos salir de los acertijos y al abrir la última puerta nos encontramos con unas caleras que conducían hacia abajo que son los túneles, había varios caminos con canicas de colores y otros sin canicas y pues caminamos por un túnel donde estaban las canicas.
___: Pues caso error, las canicas no hay que seguirlas, sino evitarlas.
William: ¿Y eso como lo sabes?
___: Porque me encontré con un lugar que me dio una información.
William: ¡Pues dila!
___: Eso depende.
William: ¿De que?
___: ¿Tienes comida?
William: No.
___: Pues entonces no te la digo.
Livi/William: ¡___!
___: ¡AGH, VALE! Cuando me caí del arnés ese de mierda, caí encima de una mesa... dura... muy dura... no os imagináis cuanto, dato importante, si vais a caer no lo hagáis encima de una mesa de madera maciza, os dolerá un poquito.
William: ___...
___: ¡Vale, ya sigo! El caso es que se ve que estaba en una casa vieja y llena de mierda.
Livi: ¿Una casa?
___: Sí, una casa... bajo tierra. Era de una familia; un padre, una madre y un niño de unos 7 años más o menos.
William: Este lugar no tiene sentido, pero sigue.
___: El caso es que registré todas las habitaciones que había y en la habitación del niño encontré esto...

Abrí el bolso y saqué de golpe el muñeco siniestro haciendo que William diera un pequeño saltito del susto.

___: ¡¿A que es horroroso?! Es... perfecto.
William: Que mal rollo da el muñeco.
___: Lo se, por eso es perfecto.
Livi: ¿Y solo encontraste el muñeco?
___: No, encontré algo más, algo que contenía un poco de información.

Abrí de nuevo el bolso, metí al muñeco y saqué las cartas de Helen Woodvur y se las pasé a William y Livi que empezaron a mirarlas.

___: Estas cartas son de una tal Helen Woodvur la cual ha estado aquí antes, ella pudo entrar así que no nos impedirá que nosotros salgamos.
Livi: Un momento, aquí dice algo de una mina ¿cómo que una mina? ¡¿Pero cuanto de grande es este sitio?!
___: No se, pero lo que sí se es que esa misma entrada puede ser nuestra salida.
William: O nuestra muerte. ___ estas cartas son del 1970 puede que la entrada que dice aquí ya ni exista, han pasado años.
___: No creo que una cascada cambie, si no vamos ¿qué haremos? ¿Nos quedaremos aquí a ver como morimos? ¿O esperáis a que empiece a comeros? Porque en verdad tengo hambre, y si ahora tengo hambre ya ni quiero imaginarme si llegamos a estar días o semanas aquí.
William: ¡¿Nos piensas comer?!
___: Pues sí, la verdad es que sí. Y empezaría contigo, aunque tú eres puro hueso, pero es solo para que no me estés molestando todo el tiempo.

William me miró mal mientras que Livi se apartaba un poco de mí.

William: ¿Qué más encontraste en aquella casa?
___: Pues empecé a leer las cartas y en una de ellas dice como salir de aquella casa, hice caso, salí y me encontré con esto... los túneles, en la carta ponía que las canicas las había dejado por los caminos que ella ya había pasado y que no eran los correctos, por eso hay que ir por los que no tienen las canicas.
Livi: ¿Sabes cómo salir de aquí? 
___: Mmmmm no.
William: Genial. Atrapados, dando vueltas y con una niña caníbal.
___: Bueno, si queremos salir de aquí no debemos de perder más tiempo.

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