1

93 3 1
                                    

-Mamá, yo quiero ir con ellos.
-Antonio, pero si apenas tienes 12 años.
-Pero Jesús ya iba al bosque desde los 11.
-Pero en ese entonces no habían tantos ataques, y aún así es demasiado peligroso para ellos, y eso que sólo van los 20 hombres más fuertes y más valientes. Vamos, ya duérmete.

A veces detesto a mi madre, simplemente la odio. Mi padre y mis dos hermanos mayores van al bosque a divertirse, y yo aquí, como todo un flojo dormilón. Son apenas las nueve de la noche. Los colmilludos atacan todavía más tarde. Pero un día de estos me escabulliré y me iré con mis hermanos y mi padre.
***
Me despierto. Me asomo por la ventana para ver si me desperté tarde. Oh. El sol ya está casi por encima de nosotros. Si que duermo mucho.
-Hijo, es hora de ir a pescar con Jesús y Miguel- mi padre me está llamando desde la cocina.
Me visto rápido, agarro mi sombrero y mi chaleco de aventurero y me salgo de mi cuarto.
Yo sólo puedo ir al bosque con mi familia de día, pues los colmilludos solamente atacan de noche, pero cuando cumpla 17 años podré estar en el grupo de los 20 hombre más fuertes, y valientes. Solamente ellos pueden pelear contra un colmilludo. Por lo que me han contado son similares a nosotros, solo que cuatro de sus dientes son demasiado largos, así pueden morder a sus víctimas. Sus ojos son negros, no hay ninguna parte que tenga algo de blanco. Son tan negros que también por el alrededor de sus ojos está oscuro. Son demasiado rápidos y fuertes, mucho más que alguien como nosotros. De hecho, hace varios años, un colmilludo logró matar a 10. Es por eso que duplicaron el número de hombres y ahora todas las noches van 20, y que bueno porque es demasiado riesgoso con 10. Mi madre me contó que mi bisabuelo llegó a ir al bosque con sólo 10, y que una noche sólo él sobrevivió, pero con una mordedura del colmilludo. Desde ese entonces jamás volvió a ir al bosque por la noche.
-Antonio, debiste ver lo que hicimos en mi primer noche en el bosque.
-Hola Jesús,¿Mataron a algún colmilludo?
-No, pero cada minuto que estábamos ahí se volvía más escalofriante, pensando que en cualquier momento nos saldría una de esas bestias. Me asusté cuando nos encontramos a un zorro, lo matamos y nos lo repartimos entre los 20 para comerlo.
-¡Que emocionante! Ojalá y esta noche yo pueda ir.
-Jajaja, hasta crees. Se requiere de mucha valentía para esto. Yo me moría del miedo. En fin. Vete ya a pescar con papá.
-¿Miguel y tú no van a venir?
-Estamos muy cansados. No dormimos nada toda la noche.
-Bueno, adiós.

El adicto solitarioWhere stories live. Discover now