Capítulo 3: La muerte de Joseph

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Delina

Llegamos al hospital, aun no estaciona el auto Liana cuando abro la puerta para salir.

─ ¡Delina, ¿Qué haces?

─ ¡Para el auto! ─ me bajo corriendo lo más rápido que puedo, entro tratando de esquivar a las personas hasta que llego muy agitada con la recepcionista.

─ ¿Dónde se encuentra Joseph Federeck?

─Se encuentra en el tercer piso por el pasillo de la izquierda, pero usted no puede pasar─ empujo a las personas que estorban mi camino, el ascensor está ocupado así que subo por las escaleras. Veo que sale un doctor de la habitación donde se supone que se encuentra Joseph.

─ ¡Delina volviste! ─ dice Kathe

─ ¿Sigue vivo Joseph?

─Está muy grave

─Quiero verlo, ahora

─Puedes entrar, cuidaré la puerta─ entro lentamente, ahí se encuentra mi amor, moribundo, más pálido que nunca, sus labios se encuentran sin color y secos, algunos mechones de cabello caen en su rostro. Toco su mano, se encuentra demasiado frio, más de lo normal. Sólo puedo llorar en silencio.

─He vuelto Joseph, estoy aquí a tu lado, juro que no quería que las cosas llegaran a este punto. Las personas solemos equivocarnos, no supe manejar la situación, todo pasó muy rápido y decidí huir, pero mi amor si esta es la última vez que tomaré tu mano sólo quiero decirte que todo saldrá bien, nunca he dejado de amarte, nuestro hijo te ama, todos te amamos, puedes irte en paz, sin penas ni culpas. Eres libre mi Joseph, puedes cerrar tus hermosos ojos color miel por siempre, Te amo Joe y jamás volveré a amar a nadie más que no seas tú, no dejaré que nadie roce mis labios como lo hacías tú y nadie me amará como lo hacías tú, ¡Te amaré hasta el final de los tiempos Joseph Federeck! ─ me acerco para besar sus labios y siento como sus manos me toman por el cuello y me acercan a él, me dejo llevar por un segundo, pero reacciono de inmediato.

─Gracias por haber vuelto mi amor, no sabes lo que te he extrañado─ asombrada doy un grito de la impresión y cubro mi boca con las manos.

─ ¡Jo-Joseph!, ¡¿Qué no estabas muy grave y morirías en unas horas?!

─ ¿Quién dijo eso?

─Liana, fue a mi casa muy asustada a decirme que estabas muy mal, que te había dado una congestión alcohólica.

─Si, pero fue algo leve, a noche bebí demasiado por eso estoy en el hospital, ¿enserio te dijo eso?

─ ¡Estúpida Liana! Sabía que no debí hacerle caso, no era de fiar.

─Pero volviste mi amor, eso es lo que importa

─No Joseph, esto fue algo muy sucio planeado por ustedes para que volviera

─ ¡Te juro que no sabía nada! hasta hace unas horas yo seguía inconsciente, no sé cómo te encontraron he estado buscándote durante meses.

─Si, para eso hui de Miami para alejarme de todo, asimilar lo que pasó y seguir con mi vida, pero parece que la vida se burla de mi trayendo algo del pasado a mi presente.

─Mi amor, no hay mucho que asimilar, Marco y Liana quisieron separarnos y estuviste a punto de arruinar tu vida sólo ayude a que eso no pasara

─Eso no lo es todo Joseph, tu carrera no estuvo a punto de arruinarse por el escándalo, Marco no te grito hasta el cansancio y no te hizo sentir como la puta mierda, sólo quería un poco de paz mental y reacomodar mi vida, pero ver crecer a nuestro hijo trae todo el pasado al presente y es tan difícil. ─toma mi mano un poco fuerte.

─No dejaré que te vayas nuevamente, no sabes todo lo que, sufrido con tu desaparición, te busqué hasta el cansancio y me rendí, pero ahora que volviste, no te dejaré ir nunca más─ de un movimiento se levanta de la camilla y me besa con las más grandes encías, con el hambre de amor que sé que nos invade a ambos.

─No puedo pensar las cosas si estas en mi vida

─Tendremos que pensar en alguna manera, por que dejarte ir no es una opción esta vez

─Joseph...

─Delina...

Es un maldito sabe que él es mi completa debilidad, además de mi hijo. El doctor da de alta a Joseph mientras observo molesta a Khate, Nicolás y Liana quienes esperaban en la sala.

─Gracias chicos por preocuparse por mí, me disculpo si les dije algo ofensivo, ayer se me pasaron demasiado las copas

─No tienes que agradecer, siempre nos preocuparemos por ti─ dice Khate

─Fue un horror sacarte de ese bar, pero valió la pena─ dice Liana

─No fue la mejor manera de traerme de vuelta Liana, aunque aún no confío en ti, agradezco tu gesto

─Perdón Delina, pero no se me ocurrió algo mejor para traerte y considéralo una manera de enmendar todos los errores que cometí en el pasado, me arrepiento mucho en verdad

─Te entiendo ─ nos despedimos con un apretón de manos, se siente bien hacer las paces con una persona que se arrepiente de haberte hecho la vida imposible.

─Y Delina no vuelvas a irte no quiero que Joseph nos vuelva a dar otro susto nunca más, es un pesado─ dice Nicolás

─Cállate hermano, no quiero que me la vuelvas a espantar─ dice Joseph y todos reímos para después salir del hospital. Mi hombre corrió para abrazar a nuestro hijo, lo besó por todo el rostro, es una imagen bella de ver.

Caminábamos por el estacionamiento para dirigirnos al auto de Joseph, él iba manejando la carriola de Dylan. Un hombre se nos acerca a pedirnos dinero, seguimos caminando, pero el hombre me toma del brazo e inmediatamente Joseph le da un golpe en la mandíbula que lo hace caer. Al hombre se le cae el gorro de la sudadera y me observa detenidamente. Es muy mayor, un poco corpulento y su ropa está en muy mal estado.

Esos ojos cafés me parecen muy familiares, sus gestos y esa mirada intimidante...

─ ¿Papá? ─ todos posan sus ojos en mí, el hombre asienta con la cabeza y lo único que pienso es en tomar a mi hijo en brazos y correr sin rumbo. 

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Ámame Como Tu QuierasWhere stories live. Discover now