- Haechan... Te he dicho que dejes de hacer eso. - Detrás del castaño entró Mark, siendo seguido por Jisung, quien observaba la joven pareja con una mirada llena de resignación.

Jaemin amaba las visitas de sus amigos.

Él no recordaba la última vez que habían estado todos juntos, pero ahora, por fin, después de tanta insistencia de Jeno hacía los demás, ellos consiguieron quedar juntos para pasar el cumpleaños del pelinegro y la navidad en su hermosa casa de playa.

- Cada día este engendro pesa más. Mierda.-Haechan maldijo, costándole devolver a Sun a su posición normal, mientras el pequeño reía y reía, amando la adrenalina. - ¿Qué les das de comer, Jaemin? ¿Esteroides? -

Jaemin ladeó la cabeza, sacudiendo su castaña y larga cola, sin comprender a qué se refería Haechan. El felino vio a Mark cargar a Heejin mientras Jising buscaba a Chanwoo, sin embargo, la pregunta de Haechan aún seguía en su curiosa cabeza.

- Son como proteínas, solo que malas a largo plazo.- Oyó la voz de Jeno y justo después, uno de los brazos del pelinegro rodeó su cintura, sacándole una sonrisa. - Son malas, no le damos esteroides a nuestros hijos, amor.-

- No estero...ides. - Aceptó Jaemin, acercándose para, bajar un poquitito para poder apoyar su cabeza en el hombro de Jeno. Soltó un pequeño gruñido cuando le fastidió la posición, antes era tan fácil hacerlo. A veces ni a él le gustaba ser alto.

- Jeno... Veo que estás... - Jisung alargó la oración, mirándolo de pies a cabeza.

- ¿Enano, cornudo y viejo? Sí Jisung, pienso lo mismo. - Mark sonrió con burla, logrando que Jeno arquee una de sus cejas, completamente indignado.

- Por eso no quería que vinieran, tengo los amigos más estúpidos de la vida. -

Jaemin soltó un suspiro al escuchar las risas. Él creía que Jeno estaba tan hermoso como el primer día, o como la primera vez que vio esos ojos oscuros mirarlo con curiosidad cuando le pidió algo para comer. Sin embargo, después de mucha, mucha explicación, Jaemin comprendió que cuando las burlas vienen de tus amigos y son soltadas con tal noto, no se consideraban burlas,  sino bromas y lo mejor era reírte de ti mismo junto con ellos. Las risas eran buenas, eso se lo repetía Yeri muchas veces.

El resto de la noche, los tres mejores amigos junto con Haechan y Mark se sentaron en los sofás, observando a los bebés jugar frente al enorme árbol cubierto de luces de colores. Jaemin se acurrucó al lado de Jeno, soltando un largo suspiro, observando el hermoso brillo de la chimenea. Porque sí, Jeno tuvo que mandar a hacer una chimenea para que Jaemin disfrute del total espíritu navideño, eso hace un par de navidades.

Sí, se podía decir que Jaemin y Haechan eran bastante mimados ahora, pero estaba bien, porque se lo merecían, o así pensaban Jeno y Mark.

- Esto es como los viejos tiempos. - Dijo Jisung, rompiendo el cómodo silencio en el que todos se habían sumergido, uno en el que solo se oían los balbuceos o palabras de los pequeños bebés. - Ya saben, antes de Jaemin, Haechan y todo... Cuando solo éramos Jeno, Mark y yo, solíamos también pasar la navidad en la casa de Jeno. -

- ¿Qué hacían? - Preguntó Jaemin, con curiosidad.

- Observábamos la chimenea y nos preguntábamos si alguna vez Papa Noel se habría quemado el culo bajando por ahí.- Respondió Mark, sacándole una sonrisa a su minino.

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