Capitulo 7

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No podía mirar a los ojos a Dany desde mi estúpida escena en el coche de Cage. A penas hablé con ella por teléfono y la había estado evitando todo el día. Me sentía tan culpable. No debí haber empezado. No sabía que había pensado al poner mi mano en su pierna, con una connotación claramente sexual. Simplemente lo hice porqué podía. Porqué podía y porqué quería. Porqué me había sentido frustrada muchas ocasiones al ver cómo Cage prefería a otras mujeres en vez de a mi. Porque, por una vez, me sentía poderosa ante el deseo de un hombre. No había pensado en las conseqüencias de algo así. Por un momento, me olvidé de que, antes de Cage, era amiga de Dany.

Y tampoco había esperado su reacción. Fué casi instantánea, y ver lo rápido que se había puesto así y por mí toque...  No pude evitar sentirme satisfecha y que mi ego se inflara cual globo aerostático. 

A los quince años, y estando completamente loca por él, había soñado un montón de veces en besarlo. En su habitación, en la cocina, en el jardín... en mi cabeza había representado montones de ocasiones que podíran desencadenar que me tomara mis labios. Y cuando había dejado de fantasear, pasaba.

Había estado dando vueltas a nuestra escena en el coche durante horas, pero no fué hasta media noche que no me dí cuenta de lo negativo que resultaba besar a Cage. No podía sentirme tan poderosa siendo Cage, que ha estado con miles de mujeres al largo de toda su vida. Hacer que tuviera una erección era extremadamente fácil. 

Y Diós, su boca había estado por muchos sitios, de muchas mujeres. No sería raro que me hubiera contagiado alguna cosa. Me levanté para lavarme los dientes unas diez veces.

-¿Se puede saber que te pasa? -Dany me atrapó en el pasillo del instituto-. A penas me has dirigido la palabra en todo el día.

Ya pràcticamente se habían acabado las clases y realmente le había intentado evitar todo el día. Casi lo había conseguido.

-No acostumbramos a hablar mucho en el instituto -disimulé.

-Pero hablamos más que hoy -funció el ceño-. Casi ni te he visto.

Suspiré, si que me pasaba algo, pero eran más remordimientos que cualquier otra cosa.

-No pasa nada, en serio -mentí-. Simplemente estoy algo dispersa.

Dany frunció el ceño. Obviamente no me creía.

-Bueno, de todos modos hoy nos viene a buscar mi padre para llevarnos al club -traducción: después hablamos sobre porqué estas tan rara de repente.

Asentí nerviosa y me fuí sin pensar en lo que suponía ir al club y el motívo porqué quería alejarme lo más posible de todos aquellos motoristas. Negarme a subir al coche de Deuce más tarde ya resultó ser más difícil. Una mirada y ya sabía que no podría negarme. Podía pelearme con Cage a todas horas, pero el Prez de los Jinetes era mucho más aterrador. Iba a subirme a aquel coche lo quisiera o no.

Llegar al club o fué tan horrible cómo pensaba. Cage no estaba por ninguna parte  y eso quizás me daría un poco de margen antes de que Dany se enterara que no era mejor que sus otras amigas. Suspiré y tome asiento junto a Sucio y ZZ en la cocina. De hecho, me senté entre Sucio y ZZ peró me arrime a ZZ lo máximo que pude, porque el primero era realmente sucio.

-Hemos echado de menos tus palabrejas, preciosa -dijo ZZ a modo de saludo.

Yo le sonreí sin decir nada y me centré en el baso de agua que me acababa de servir mi amiga.

-Cierto, cierto -comentó Sucio por su lado, borracho como una cuba a las siete de la tarde-. Han sido muchos días sin nadie que nos dijera que no dejáramos profilicticos por allí tirados.

Cycling my worldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora