17- Traición.

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-Entonces… ¿ganamos la semana? –preguntó Mila. Yo asentí y ella sonrió-. Genial.

-Oye… ¿qué te parece si vamos por una malteada? Debemos festejar su derrota, y aparte quiero visitar a Jordan –sonreí.

-Me encantaría, Pen, pero tengo algunos asuntos pendientes –hizo una mueca.

-Pero no has estado aquí ni 5 minutos y… ¿qué te ha estado pasando últimamente? Casi ni estás conmigo –me quejé como una niña.

-Estoy ocupada, ya sabes… la universidad y los exámenes finales–movió las manos con inquietud.

-Mila… los exámenes finales aún no empiezan –levanté una ceja.

-Bueno… debo estudiar, lo que sea –se levantó de la cama, se acercó a mí y apoyó sus manos en mis hombros-. Oye, créeme que no es nada personal. Es solo que no debo desaprobar estos exámenes, mis padres me matarán.

Suspiré y asentí.

-Bien, creo que iré a festejar sola –dije y ambas reímos-. Ven, bajemos juntas –empecé a acercarme a la puerta.

-Ve tú, debo pasar a buscar unos apuntes de uno de los chicos.

Asentí y salí del cuarto. ¿Ella creía que yo era idiota? Como si mis hermanos fueran a tener apuntes de algo, , si claro.

Me escondí en el cuarto de en frente y dejé la puerta entreabierta. Esperé unos minutos, cuando vi salir a Mila de mi cuarto. Miró a ambos lados, y luego empezó a caminar de puntillas hacia la derecha. Esperé unos segundos y me asomé un poco a ver. Mila estaba parada frente a la puerta de un una habitación que, por el poster que tenía pegado de una chica semidesnuda y en moto, me resultaba familiar.

No.

Puede.

Ser.

Ryder abrió la puerta, y ambos se sonrieron como idiotas. Mila no esperó mucho y se tiró en sus brazos, besándolo salvajemente. Luego, los dos se adentraron al cuarto.

Mi mandíbula cayó al piso. Maldita Perra.

Salí del cuarto y bajé las escaleras rápidamente. Me senté en el último escalón, mirando con odio un florero.

Pasaron varios minutos, cuando sentí pasos arriba y risas.

-¿Penny? –escuché que alguien preguntaba. Me volteé y vi como en la mitad de la escalera, estaban parados Mila y Ryder, con los ojos abiertos como platos.

Me paré y la miré.

-¿Con que estudiando, eh? –pregunté poniendo mis manos en mis caderas.

-Pen, puedo explicarlo –empezó a decir bajando las escaleras.

-¿Qué me quieres explicar? ¿Qué todo este tiempo estuviste acostándote con Ryder a mis espaldas?

-Y no solo conmigo –canturrió Ryder con una sonrisa traviesa. Mila palideció.

-Simon, David, Cook –grité. A los pocos segundos, mis hermanitos bajaban las escaleras.

-Aquí estamos, Pen –sonrió David.

-¿Ustedes se acostaron con Mila? –fui directa.

-Aquí nos vamos, Pen –David y los demás quisieron escapar, pero fui más rápida y me coloqué unos escalones más arriba que ellos, impidiéndoles el paso.

-Les pregunto en serio, sean sinceros conmigo  -rogué.

-¿Y por qué crees que fuimos nosotros? –acusó Cook.

-Son los primeros idiotas promiscuos que se me vinieron a la mente –me encogí de hombros.

Mis hermanos se miraron, y luego asintieron con la cabeza gacha.                 

-¿Cómo pudieron? –Susurré con dolor-. ¡¿Cómo pudieron?! –grité. Varios otros hermanos empezaron a asomarse por la baranda para mirar el espectáculo.

-¿Penny? ¿Qué pasó? –bajó las escaleras corriendo Keegan.

Negué con la cabeza y bajé los escalones que me quedaban por bajar casi corriendo, dirigiéndome a la puerta.

-¡Detente, Penny! –Llamó Mila, sin embargo no le hice caso y abrí la puerta-. ¡Maldición, deja los berrinches para otro momento y detente! –gritó.

Cerré la puerta y volteé mi cabeza hacia ella lentamente. En otro momento, mis hermanos hubieran reído por este movimiento, pero ahora parecían estar con miedo e intriga. Son unas viejas chusmas.

-¿Me gritas… a mí? ¿Cuándo yo debería estar gritándote a ti?

-No entiendo cuál es tu problema –rodó los ojos-. Es mi vida privada, yo decido con quien acostarme. Y que yo sepa tu no controlas con quienes tienen sexo tus ‘hermanos’ –hizo comillas en esta última palabra.

-¿Crees que va de eso, imbécil? –Pregunté con odio-. No me importa con quien ‘osas’ abrir tus piernas –dije con burla-. Lo que me importa… y me duele, es el saber que todo este tiempo fingiste ser mi amiga para acercarte a ellos. Me usaste.

-No te usé, Penny –su voz sonó desgarradora, recién se estaba burlando de mí, maldita bipolar-. Simplemente… -se calló.

-No puedes negarlo –sonreí con tristeza-.Cuando venías de la nada y estabas solo 5 minutos conmigo y luego te ibas, o tu repentino interés en estar aquí, cuando antes ni siquiera querías acercarte a esta casa. Desde lo de Blake, te la has pasado diciendo lo perra que ella era por utilizarme para acercarse a Ryder, cuando al mismo tiempo hacías lo mismo. Eres una maldita hipócrita –dije con odio.

-Son unos idiotas –bufó Tony apoyado en la baranda-. Apenas salimos del problema del jueguito ‘reclamada’ y ya la cagan con esto.

-Tú cierra la boca –gruñó David.

-Conclusión… no puedo tener amigas mujeres –levanté mis brazos y suspiré-. Todas terminan siendo unas perras que me utilizan para algo. ¿A caso tengo un cartel en la frente que dice ‘ingenua’? Empiezo a creerlo… en fin –miré a Mila con una sonrisa falsa-. Este es tu llamado, amiga. Será mejor que te vayas y no vuelvas a pisar esta casa si no quieres que te deje sin dientes.

-Penny, cuando lo siento. Lo siento mucho –dijo acercándose a mí con las manos juntas y los ojos cristalizados.

Me acerqué a ella amenazante.

- Que se te llenen los ojos de lágrimas, que te ardan si quieres, pero no derrames ni una puta lágrima –siseé con veneno-. Ahora, vete.

Ella salió corriendo de la casa. Cerré mis ojos y me apoyé en la pared, mirando hacia abajo.

-Woah, hermanita –aplaudió  Chris-. Has borrado tu imagen de niña buena, te mereces miles de aplausos. Has estado fantástica. La próxima vez que quiera hacer correr a una chica, te llamaré.

Sonreí por lo bajo. Miré a Ryder, David, Simon y Cook con decepción.

-¿Mila? Podrían haber elegido mejor –dije simplemente. Todos rieron. Ryder y los demás suspiraron con alivio-. Sin embargo, eso no cambia que la han cagado de nuevo. ¿Por qué eligieron, de las miles de chicas que tienen atrás, una que no sea mi amiga? Y eso que era tarea fácil, debido a que solo tengo una –recalqué esta última oración con ironía.

-Tenías –corrigió Keegan abrazándome por los hombros. Sonreí con tristeza. 

-Así es. Tenía.

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Disfrutenlo, las amooo <3

FOTO MULTIMEDIA: DAVID PUCKERMAN (ANDREW GARFIELD)

Adoptada por una Fraternidad © |EDITANDO|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora