Vol. 1. Capítulo 32. El desastre de las tres personas

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Si quieres un beso, entonces te daré un beso. Si quieres que te bese, te besaré.



Tang Feng miro a Lu Tian, quien estaba sentado en el asiento del conductor.



Él le dio unos golpecitos con los dedos en la puerta del auto un par de veces, la comisura de sus labios se levantó en una sonrisa.



-Así que todo el tiempo, el Presidente Lu quería darme personalmente algunos consejos. Sería un honor para mí. Entonces, ¿deberíamos hacerlo ahora, o debemos esperar hasta después de comer?



Mientras Tang Feng estaba hablando, él también estaba inclinándose hacia Lu Tian. Ni un poco de timidez se podía ver en su rostro.



Desde que había dejado el jardín de infantes, Tang Feng no sabía lo que significaba ser tímido.



Eres un hombre, y yo también soy un hombre. Si vas a besarme, entonces te devolveré el beso. Tu personalidad puede estar podrida, pero al menos eres guapo en el exterior. Para conseguir un beso de alguien joven y hermoso, tú incluso invitarías a esa persona a tomar una copa. Que amable de tu parte. No sólo me has invitado a cenar, incluso vas a pagar por ello.



Si Lu Tian tuviera alguna idea de lo que Tang Feng estaba pensando ahora, probablemente vomitaría sangre y moriría.



Lu Tian, sin embargo, no esperaba que Tang Feng estuviera tan dispuesto. Una rápida mirada de desagrado apareció en sus ojos, pero se había ido al segundo siguiente, como una rápida estrella fugaz.



-¿Presidente Lu?


Si colocas tus manos en mi hombro, entonces pondré la mías en la tuya también. Tang Feng sonrió mientras colocaba ambas manos en el hombro de Lu Tian. Sus ojos estaban reflejando él severo rostro de Lu Tian.



-Era una broma.



Sin embargo, la cara de Lu Tian, lo hacía parecer completamente incapaz de bromear.



Después de pronunciar esas palabras, soltó los hombros de Tang Feng y abrió las puertas del auto. Tang Feng mantuvo la alegría de superar a Lu Tian dentro de sí mismo. Era suficiente para él; Ser codicioso y abiertamente regodearse con él, no era algo inteligente de hacer.



Tang Feng sonrió y bajó del coche. Él no le mencionó el asunto Lu Tian, por haber dado marcha atrás a su beso. Todo el mundo necesitaba algo de dignidad, y Tang Feng estaba más que feliz de dejar que Lu Tian mantuviera la suya.



****



El diseño interior del restaurante era extremadamente exquisito, todo tenía una sensación de antigüedad. Uno podría saber con sólo mirar las antigüedades de todo el lugar, que la comida allí definitivamente no era barata.



Una hermosa camarera que llevaba un cheongsam1 los condujo hacia su habitación; Parecía que Lu Tian ya había reservado un asiento.



Había una tarjeta colada junto a la puerta: Sala de ocio



Más allá de la puerta, había una pequeña habitación que se parecía a un patio real, con numerosos tragaluces. Había una elegante exhibición de


flores y plantas artificiales. Un pequeño puente y el río en el fondo añadiendo una sensación de serenidad a la habitación.



El pequeño patio era como un cuadro de teatro. En el centro, había una mesa y varias sillas hechas de bambú. Ya había una persona sentada en una de las sillas. Charles estaba sentado con las piernas cruzadas, observando una ceremonia del té. Cuando se dio cuenta de la llegada de Tang Feng y Lu Tian, les hizo señas.



Ahora Tang Feng entiende.



Lu Tian no lo invitó a comer; Probablemente fue Charles quien le había pedido a Lu Tian que lo llevara.



Como Charles podría ser considerado como un amante competente con muy buen gusto, Tang Feng sonrió y lo saludó. Naturalmente, Tang Feng tomó el lugar junto a Charles, mientras que Lu Tian se sentó frente a Charles.



En la pequeña mesa cuadrada, Charles estaba a la derecha de Tang Feng, frente a ellos estaba Lu Tian y entre los tres, estaba la hermosa dama que realizaba la ceremonia del té. Charles agitó la mano y dejó que la hermosa dama se retirara, diciéndole que estaba bien empezar a servir la comida.



-Cariño, ¿cómo fue la audición hoy?



Charles preguntó casualmente, pero se podía decir con sólo mirar su cara que a él realmente no importaba.



-Estaba bien.



Del mismo modo, Tang Feng no estaba interesado en discutir el trabajo mientras comía. En ese sentido, él y Charles eran bastante similares. No había mucha gente que realmente se preocupara por cómo iba el trabajo de otra persona. ¿Por qué no nos olvidamos de los saludos convencionales


Justo enfrente de Lu Tian, Charles sonrió.



-Personalmente, creo que eres más adecuado para la pantalla grande de lo que es Ge Chen. Mira esa cara, si es en pantalla grande, la gente se volvería loca por ti.



Tang Feng tomó un sorbo de té y respondió fácilmente.



-Hay un montón de gente con caras bonitas. Incluso ampliado cien veces, todavía sería sólo una cara bonita.



-¿Cómo puede caer Charles por alguien con solo una cara bonita?


Lu Tian le dio a Tang Feng unos raros elogios.

Tang Feng no soportaba la extraña atmósfera que esas palabras creaban. Por suerte, los otros dos hombres eran inteligentes, y después de algunos intercambios ocasionales, el tema de la conversación cambió.



Solo que Tang Feng estaba aún más reacio a los temas que vinieron. Armas, contrabando, lavado de dinero... Él no escucho nada. Tang Feng se centró en comer. Bien, la comida era muy deliciosa.


El Rey De La Pantalla De Cine (Vol 1)Where stories live. Discover now