Capítulo 22 "Lo importante es ser feliz"

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Casi corrí hacia la puerta de la mansión –poco me importó ir con tacones- para encontrar a mi hermano. Ignoré las quejas al abrirme paso entre la gente y busqué desesperadamente a Bradley. Lo localicé al lado de una mesa repleta de comida.

-Brad. –le llamé cuando llegué a su lado. –Tienes que sacarme de aquí.

Mi hermano me miró sorprendido y noté que tenía la boca llena.

-Traga de una vez. –le ordené impaciente.

Vi como la nuez de mi hermano bajaba y volvía a subir.

-¿Por qué quieres irte?

< ¿No es obvio? Dani. Dean. El mismo lugar. Tercera Guerra Mundial. >

Reparé en la copa que mi hermano tenía en la mano.

-¿Estás bebiendo? –le interrogué.

Mi hermano descendió la mirada.

-Eh… ¿no? –respondió. Se encogió de hombros. –En realidad, no le he dado ni un sorbo.

-Se supone que tienes que estar sobrio para llevarnos a casa. –le recordé en voz baja. Le arrebaté el vaso y lo dejé en la mesa. –No puedes beber, Brad.

-Ambos sabemos que papá no va a beber, y si él lo hace, mamá no lo hará. –argumentó él.

-Ya, pero él te ha dejado a cargo de nosotros. –dije dando por finalizado el tema. Recorrí con la mirada el gran salón en el que estábamos. -¿Vas a sacarme de aquí o qué?

Por el rabillo del ojo vi como mi hermano se cruzaba de brazos y negaba.

-No hasta que me digas qué te inquieta. Pareces un búho, mirando de un lado a otro.

Genial, Brad había elegido ese día para comportarse como alguien racional. ¿Acaso no sabía que yo no lo era?

-Brad, ¿puedes no hacer preguntas y llevarme a casa?

Cuanto más tiempo pasaba allí, más probable era que me encontrase con Dean.

Mi hermano frunció el ceño.

-¿De quién estás huyendo?

< Vaya, parece que unió dos y dos.  >

Sólo era cuestión de tiempo que Brad se diese cuenta de lo que me pasaba.

-De Dean. –reconocí. –¡Esta casa es de sus padres!

Varias personas nos miraron, pero los ignoré.

-Nunca has sido de las personas que huyen de los problemas. –murmuró mi hermano.

-Eso significa madurar, ¿no? Saber cuando retirarte y evitar las cosas que te duelen o molestan.

Brad negó.

-No, no es eso. Madurar significa crecer emocionalmente y comenzar a darte cuenta de las verdaderas consecuencias de las cosas, valorar los pros y los contras de ellas, y tomar una decisión en consecuencia.

Esperé a que mi hermano terminase de exponer su opinión para responder.

-Genial, pues yo me he dado cuenta de que encontrarme con Dean ahora mismo me traerá más problemas que beneficios y, en consecuencia, he decidido evitar una situación incómoda para todos. –alegué. –Si me pongo hecha una fiera, eliminaré cualquier posibilidad que tengas con alguna de estas atractivas chicas, Brad, y sé que no quieres eso.

¡No me dejes con ellos, mamá!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora