C. 20.

2.2K 135 53
                                    

Capítulo narrado.

Termino de arreglar mi cabello para poder hacer la dichosa videollamada con Ross. Realmente no me llama nada la atención eso de conocer personas a través de una red social, y es más, hay preguntas que él no me ha terminado de responder, como por ejemplo, ¿de dónde diablos sacó mi número de teléfono?

A pesar de mi miedo, estoy aquí.
Arreglandome para un desconocido que conocí por WhatsApp.

Dejo mi pintalabios sobre la mesita de luz de mi habitación y me recuesto en mi cama, no sin antes no haber prendido la lámpara que esta sobre la mesita.

Suspiro.
Pasando mis manos por todo mi cabello.

¿Y si es un viejo haciéndose pasar por ese rubio?
No, claro que no...
Me ha mandado fotos que no creo que haya podido conseguir de algún otro Facebook.

Enciendo mi computador, aún nerviosa.
Observo la hora, 10:56pm.

Vamos _____________... deja de estar tan nerviosa y concéntrate en socializar. Es un chico muy guapo, quizá pueda surgir algo. Nada serio, por supuesto.

Esto de amistades lejanas nunca funcionan.
Al igual que las relaciones a distancia.
Dejan de funcionar luego de un tiempo.
Esta no sería la excepción.

Quizá podamos pasar un buen rato, ¿quién sabe?
Hace mucho que no tengo sexo, ni tampoco me divierto. Y no porque no quiera, sino que tengo miles de tareas de la jodida universidad.

Y para ser honesta, deseo desestresarme, y más con alguien que también quiera esto... y Ross Lynch es perfecto para eso.

Mis pensamientos son interrumpidos por el sonido de mi teléfono, una llamada. Lo tomo entre mis manos. Sonrío.

11 p.m.
"Acosador"

Suspiro.

-Allí vamos...

Contesto la llamada.
La conexión tarda unos cuanto segundos, pero cuando por fin todo está perfecto, puedo observar al rubio de las fotos con una gran sonrisa frente a la cámara, me hace sonreír instantáneamente también a mí.

-Eres igual de preciosa que en las fotos.

Me dice.
Diablos.
Su voz es tan sexy.

-Gracias- respondo, sin quitar esa estúpida sonrisa de mi rostro con la que lo ví- Tu estas igual de feo.

Carcajea, mientras se acerca más hacia la cámara de su teléfono, dejándome presenciar sus preciosos ojos color miel.

Wow.
Tiene razón.
Es muy atractivo.
Pero no se lo diría.
Odio que los hombres se pongan creídos luego de haberles dicho un cumplido.

-¿Sabes?- comienza- Honestamente no pensé que llegaríamos a hacer videollamada, no lo sé, te veía muy asustada.

Río.

-¿Qué pretendes? Me hablaste de la nada diciéndome si podemos ser amigos, y aún no sé cómo es que tienes mi número.

Alzo una ceja.
Él vuelve a reír.
Haciendo mojar mis braguitas.

-No es la gran cosa- ríe- Un día estaba aburrido en casa, y decidí ponerme a hacer llamadas de broma, y pues, una de esas fuiste tú, no me contestaste pero tu número quedó grabado en mis llamadas de WhatsApp, y un tiempo después, ví tu foto de perfil, esa que salías con la lengua afuera- río- Me pareciste linda y así inició todo.

Muerdo mi labio inferior.
¿Debería insinuarme?
No... es muy rápido.
Aunque bueno... ¿a quién le importa eso?
Nunca nos conoceremos, si realmente viene a Boston, le diré que no puedo salir.

-¿Te parezco linda? ¿En serio?

Pregunto, llevando mis dedos a mi boca.
Los muerdo.

-Pensé que ya lo sabías- ríe- Eres muy guapa _____________.

-Gracias- sonrío.

Diablos.
No puedo coquetear.
Nunca antes he tenido sexting.

-Te queda bien esa camiseta- le digo, admirando su pecho fornido. No miento, se ve muy bien.

-Gracias- baja la mirada, haciéndome reír. Esta mirando la mía- No sé si debería decir lo mismo ya que usted señorita pecezuela, es muy mal pensada.

Estúpido Ross.
Caliente por conversaciones de WhatsApp y no intentas nada por llamada.

-¿Te gusta?

Le pregunto.
Dejando el celular apoyando sobre mi almohada, separandome del celular para poder mostrarle mejor el crop top que estoy usando.

No es muy demostrativo.
Pero es muy ajustado, cosa que hace resaltar mis pechos.

-Te queda bien- quita la mirada.

Jodido Ross.
Una y mil veces.

-Mamá me dijo que no- hago un puchero, sin dejar de inclinarme hacia el teléfono, mostrándole el escote de mis senos accidentalmente- Dice que es muy ajustado.

-Es cierto- vuelve a mirar la pantalla, puedo darme cuenta que esta nervioso. Sonrío- Pero te queda muy bien.

Vuelvo a sentarme, esta vez frente al teléfono, pero separada, mostrando mi cuerpo entero frente a la cama. Cruzo mis piernas.

Ross vuelve a quitar la mirada de la pantalla.
Y entiendo por qué.
Tengo mis piernas abiertas ante la cámara, pero mis pies cubren todo lo que prohibido.

-Sabia que eras así.

Comento.
Haciendo que Ross vuelva a mirar a la pantalla de inmediato.

-¿Así cómo?

-Ya sabes- río, jugando como mi cabello- Por chat dices cosas pervertidas pero aquí eres un pan de Dios.

Ross ríe.

-Sino te digo algo pervertido es porque luego me bloquearas por otros dos días.

Muerdo mi labio inferior.

-Créeme que no.

-¿Quién lo asegura?

-Yo.

-Inicia tú...

-Bueno pues- río- Esa camiseta te hace ver muy fornido, y eso me gusta.

Ross sonríe.
Iniciamos bien.
Me inclino más hacia el teléfono.

-Ahora tú.

-Ese crop- se le escapa una risita- parece que va a explotar.

Y comienza a reír.
Puedo sentir como los colores se me suben.
Inmaduro del carajo.

Seguimos hablando de otros temas hasta la una de la madrugada, decidí dejar de coquetearle ya que Ross y su inmadurez me hacían reír como una foca con problemas mentales.

Realmente me agrada.
Y me agradaría aún más si pudiéramos llegar a...

-¡Ross!

Escucho un grito a través de la videollamada, haciéndome asustar.
Es el grito de un hombre.
Frunzo el sueño.

-¿Quién es?

Pregunto.

-Rocky, vete, sal de mi habitación.

-También es mi habitación idiota- es su hermano, me habló de él hace unos días- ¡Por Dios, Lynch!- exclama Rocky- Tienes una erección de mil demonios, ¿con quién hablas?

Acosador ha finalizado a llamada.

WhatsApp | Ross LynchWhere stories live. Discover now