Capítulo 5. Aviso de amenaza

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Tras examinar todo mi cuarto, solo me faltaba hacer la prueba definitiva: comprobar la comodidad de la cama. Le doy un 11 en la escala del 1 al 10. Era más cómoda que la cama de mi propia casa. Sábanas de lino blancas bajo un edredón nórdico de plumas negro. Me tumbé encima de él, más que nada porque me daba pereza deshacer la cama, ya me ocuparía de eso esta noche. Mientras observaba mi nuevo cuarto para ir familiarizándome con él noté que me empezaban a pesar los párpados, mi cuerpo cada vez se hundía más en el colchón... me estaba quedando frito. Menos mal que alguien llamó a mi puerta en ese momento, era Iván.

-Iskendar nos ha reunido a todos en el salón. - dijo mientras se asomaba cuidadosamente por la puerta - Por cierto, está muy guapa la lámpara de lava.

-Vale, gracias por avisar. - le contesté retorciendo mi cuello como la niña del exorcista por no mover el cuerpo entero.

Me levanté poco a poco como una persona mayor, estiré un poco el edredón y mi ropa y fuimos juntos al salón. Creo que llegamos los últimos.

-Bueno, ahora que ya estamos todos, tomad asiento y relajaos, porque os voy a explicar todo esto. - se sentó en un gran sillón, entrelazó los dedos y continuó - En el Antiguo Egipto existía una orden de magos llamada "La Casa de la Vida", pero esta tenía una especie de "escuadrón de élite" llamada "La Antigua Guardia". Mientras que La Casa de la Vida se encargaba de los temas del faraón, como por ejemplo predecir las próximas sequías o plagas, La Antigua Guardia se encargaba de la protección del imperio, luchando así contra bestias, espíritus o incluso dioses. Pero no tengáis miedo, los dioses están más retirados que nunca, pero aún así es una tarea peligrosa. Al principio solo eran magos más poderosos que el resto, cada uno de un elemento, pero con la llegada de la meteorita, Las Rocas de los Dioses, se hicieron mucho más poderosos, aunque siempre trabajaron bajo el anonimato. Cuando Roma empezaba a invadir Egipto, también hubo un fuerte ataque de los demonios de Apofis, la serpiente del caos, por lo que no pudieron intervenir, y Egipto quedó para la historia. Los dioses pasaron a ser mitos y leyendas, y la Antigua Guardia se escondió en diferentes sitios para no ser encontrada por sus enemigos. Para mayor seguridad, se destruyeron todas las gemas, dejando solo una de cada elemento, por si algún día el mundo corre una gran amenaza. Durante ese periodo de tiempo nos dedicamos a aprender, tanto sobre nuestros poderes como de otras culturas. Estas gemas fueron pasando de generación en generación, hasta llegar a vosotros.

Todos quedamos en silencio, asimilando lo que nos acababa de contar. He de decir que es una buena historia, pero me preocupa que no estemos a la altura de luchar contra bestias y demonios y cosas de esas, pero si nos ha elegido será porque damos la talla.

-¿Y todo esto en qué nos afecta? - preguntó Iván echándose hacia delante.

-A eso iba - respondió rápidamente el egipcio - No todos los magos estuvieron de acuerdo para destruir las piedras. Hubo uno llamado Kogmisráh Tutbaset que quería que la Antigua Guardia fuera más poderosa, más que los dioses incluso, para así gobernar el mundo, pero no lo consiguió. Desde entonces estuvo retirado sabe Horus donde. Hay rumores de que enseñó a un joven mago su magia negra para que su "espíritu" no muriese nunca. Pues veréis, me han llegado nuevos avisos de que está vivo, aún no se sabe cómo, y que está consiguiendo llevar a cabo su plan de dominar el mundo.

-¿Me estás diciendo de que nos has reunido para vencer a un poderoso mago malvado de hace miles de años? - preguntó Mat alterado - ¡¡Pero si no tenemos ni pajolera idea de magia!! No sé ni mezclar una baraja de cartas, voy a saber algo de magia.

-Ya, pero tenéis poderes. Antes de la mutación elemental era mucho más difícil. Pero mira, para que os relajéis, os dejaré que hagáis lo que queráis lo que queda de día. Mañana empezaremos con vuestro entrenamiento. intentad levantarse temprano, como a las 9 o así.

Las gemas de los elementosWhere stories live. Discover now