"STRONG." Seven Kayne.

Cuatro. "Rompela toda."

Seven.

Habían pasado 2 semanas desde que me había ido de la casa, y jamás recibí respuesta de Astrid. Eso sí que me dolió. Pero la entiendo, debe estar pasando por un momento de duelo bastante fuerte.

Sentí que golpearon la puerta y sin ganas de nada me levante a abrir para encontrarme con un muy alegre Rafa.

- Noticas...- dijo emocionado mientras entraba al departamento y se sentaba en el sofá.

- Larga.- conteste sentándome en el sofá que estaba frente a él.

- ¡Nos vamos a Vail!- grito.

- ¿Y eso donde es?- pregunte confundido.

- Hermano.- me miro serio.- Es estados unidos, ya somos internacional.- comento emocionado.

- ¿No me estas jodiendo verdad?- lo mire sorprendido.

- ¡No! Seven, ¡Nos vamos a Estados Unidos!- se paró.

Yo me levante y fui corriendo directamente a abrazarlo. Era una excelente noticia, la verdad es que no tenía palabras para explicar lo que tenía en la cabeza y en el pecho.

- Le tengo que mandar un mensaje a Astrid, se va a poner súper contenta...- dije sin pensar.

Me quede un rato en silencio, a lo que Rafa decidió tampoco acotar nada, cosa que agradecí. Suspire y me senté en sofá mientras quedaba mirando un punto fijo perdido en la nada.

- Hermano.- trato de hablar.

- Rafa, no. No digas ni acotes nada. No es momento. Solo decime a qué hora salimos y cuando.- lo mire.

- Hoy a las 14 para llegar lo más antes posible a allá.- contesto.- Bueno hermano, yo solo soy el portador de las buenas noticias. Así que me voy retirando que también tengo que armar el bolso.- camino hacia la puerta y la abrió.- Vos deberías hacer lo mismo, eso te va a distraer.- dijo mientras se volteaba a mirarme.- Nos vemos.- agrego y se fue cerrando la puerta detrás de él.

Astrid.

Me había enterado por un amigo de Seven que tenemos en común que se iría a Colorado. Me entristecía saber que no me llamo para contarme, pero es entendible, yo no le conteste nada al mensaje que me dejo cuando se fue.

No sabía qué hacer, quería ir corriendo a abrazarlo para llenarlo de besos mientras lo felicitaba. Pero había una gran parte de mi sabía que no era momento todavía.

Abrí mi Instagram y busque su perfil, efectivamente ahí estaba. El había compartido en su Insta Story una historia de Rafa donde decía que ya habían llegado a Vail hace un par de horas.

Cerré Instagram, abrí WhatsApp y aunque dude un largo rato termine por buscar el chat de Joaco y escribirle algo.

Joaco.

Estábamos en la camioneta yendo hacia el hotel donde nos quedaríamos durante toda la estadía en Vail. Estaba bastante nervioso, pensando en todo lo que podría asar esta noche en el show hasta que un mensaje me saco de mis pensamientos.

WhatsApp.

Bebeta (As).

Sé que las cosas no están bien, pero nunca está de más mandarte un mensajito para felicitarte por tus logros. Te mereces esto y mucho más. Rómpela toda hoy, como siempre.

Entregado 18:23 pm.

Visto 18:25 pm.

Leí y releí el mensaje mil veces, bloquee el celular y lo guarde en mi bolsillo mientras sentía como me dolían los cachetes debido a la sonrisa estúpida que tenía en la cara.

No iba a contestar, no sabía que contestar sinceramente. Y no quiero arruinar nada de este sentimiento lindo que estoy teniendo.

Astrid, me haces volar la cabeza, te amo demasiado.